Tu amor es mi redención

Cap 35 - Su prometida

Su prometida:

- Quiero verla.

- ¿Estás sordo o acaso tienes mierda en el cerebro?- espetó molesto, pero con voz baja he amenazante -¿Que parte de ésta con su prometido no entendiste?

Ese tono de voz lo encendía ¿Quien se creía que era? Pero debía morderse la lengua, debía hacerle creer que él seguía siendo el que tomaba las decisiones.

- Te pido disculpas por entrar de esta forma a tu casa, pero yo fui el responsable de su fuga y necesito verla, para tranquilizarme un poco por mi gran error. ¿No te das cuenta? la vieja pudo haber hablado y en éste momento estaríamos todos presos. Dame esa satisfacción por favor, haré como que me equivoqué de cuarto...

No le quedó otra opción que aceptar.

- Está bien, pero te vas inmediatamente y no te quiero volver a ver por acá ¿Entendiste? - Interrumpió y Pepe asintió.

- ¿Te reconoció?- preguntó curioso.

- Sí, no es tonta y aunque no diga nada, estoy segura que lo hizo.

- ¿Entonces por qué la tienes aquí?

- Es importante tener al enemigo cerca, además no confió en nadie más. Esta vez no se irá sin que consiga lo que buscó.

- ¿Cómo conseguiste que se quedara en tu casa, si dices que te reconoció?

- No le di oportunidad de negarse.

- ¿No será que tiene algo planeado y por eso aceptó?

- Tal vez, no lo dudo, pero no le daré oportunidad a nada, estaré con ella a todo momento. Mis hombres están al tanto y tienen claro que si se trata de escapar, su vida termina.

Caminaron hacía su recamara y sin anunciarse, Pepe abrió la puerta. Ahí estaba ella, acostada en la cama con Sean.

Al escuchar que la puerta se abría, volteó a encontrarse con la mirada fría de ése desgraciado.

Levantó la cara del pecho de su amigo, para ver el rostro de ese animal. Por más escalofríos que le causara, debía grabarse su rostro en la memoria. Lo haría pagar, ella se encargaría de que así fuera, le costara lo que le costará.

Tras de él, iban dos hombres que jamás había visto, Sapo y Xavier, quien la observaba desconcertado, al verla en los brazos de su amigo.

Xavier no pudo evitar sentir una punzada de celos, aunque sabía eran como hermanos no soportaba verla en brazos de otro hombre, fuera quien fuera.

Pepe no entendía ¿Quién era ese hombre con el que dormía? ¡No era su prometido Sebastian!.

Esa mujer era hermosa siempre le gustó, pero ahora que sabía de quién era prometida, debía controlar su deseo.

Sean levantó la cara confundido de ver a Ruby en la cama con él y no a Britney su novia. Volteó su vista a donde su amiga veía.

Ver a esos hombres parados, viéndolos como si fueran una exposición en una galería, lo confundió aún más.

Vio a Rudo y a Sapo molestos y supo inmediatamente de quién se trataba.

Ese desgraciado no esperó mucho en ir a cerciorarse que ella estaba ahí y fue lo mejor que pudo haber hecho, ponerle rostro a la muerte.

Sentía rabia, quería levantarse e ir a romperle la cara con sus propias manos y más al sentir el miedo en Ruby, pero no era el momento de acabar con él. Él, era el que daría la información necesaria de lugares y sucesos que los llevarían a su fin.