— Bien, es mejor que bajemos de una vez —dijo Emmanuel.
— Espero que Simón haya ayudado al señor Crawford —mencionó Thelma.
— Obvio que fue así, Simón es el chico más inteligente de todo Condere, de eso estoy muy seguro.
Los 3 chicos junto con Thelma bajaron a la habitación en donde horas antes habían dejado a su compañero junto con su nuevo amigo para descubrir la ubicación aproximada de la casa del señor que había descubierto los portales. Al llegar a la habitación, el grupo de amigos visualizó dos figuras completamente dormidas, Emmanuel indicó que era mejor dejarlos descansar y salir a conseguir algo de comida, pero ese no era el plan de Dante ya que se acercó a Simón y él gritó en el oído que despertara.
De inmediato el chico junto con el señor Crawford despertaron conmocionados por el grito del guardián.
— Parece que durmieron bien —dijo Dante.
— Lo siento, es que de ver tantos mapas, mi cuerpo ya no quería seguir —dijo el chico de gafas.
— ¿Y lograron averiguar algo? —preguntó entusiasmado el príncipe.
— Para ser honesto —Simón estaba listo para explicar todo lo que había descubierto horas antes, pero se vio interrumpido por el hombre.
— No logramos encontrar la localización exacta ni un aproximado.
Todos se quedaron mirando al señor ante sus palabras nada motivadoras, luego miraron a Simón, esperando que dijera que todo era una broma y que en realidad ya tenían la ubicación de la casa de aquel hombre.
— Es verdad, no logramos disminuir la zona en la que se podría encontrar el hogar del hombre.
— Bien, entonces eso es todo. Señor Crawford, gracias por todo —dijo Dante.
— En serio lo siento.
— No hay problema señor, nos encargaremos de buscar esa casa —dijo Emmanuel.
— Gracias por recibirnos en su hogar y espero que logre seguir con normalidad su vida —comentó Thelma.
El grupo tomó sus cosas y estaba listo para salir y seguir su camino hacia el siguiente pueblo, cuando el señor los detuvo con una una frase.
— Sé cómo lograr recordar más cosas.
— ¿Cómo dijo? —preguntó Dante.
— Sí, a veces cuando estoy muy ebrio comienzo a recordar muchas cosas y las escribo para no olvidarlas, aunque luego no logró diferenciar con claridad mis palabras escritas.
— ¿Me está diciendo que logra recordar algunas cosas?
— Así es, príncipe.
— Es lo que necesitábamos escuchar. Ahora, solo necesito que se ponga ebrio para que nosotros escuchemos sus recuerdos, esperando que logre mencionarnos cualquier cosa sobre la ubicación de la casa —explicó Emmanuel.
— No pensé que en este mundo pondríamos borracho a un señor —dijo Thelma.
— Sí, ese es un buen plan —añadió Simón.
— Solo que hay un problema —habló el señor.
— ¿Ahora qué? —dijo Dante.
— Ya no tengo ninguna gota de alcohol en mi casa. Tendrán que ir a la licorería ya que a mi no me venden nada desde hace un tiempo.
— Lo que sea con tal de que nos ayude a encontrar a la esposa de aquel hombre.
Fue así que todo el equipo salió de casa del señor Crawford en busca de las bebidas alcohólicas necesarias para recuperar los recuerdos perdidos del hombre tras la caída que sufrió. Se dirigieron a la licorería del pueblo, para recibir únicamente noticias nada alentadoras ya que el señor encargado de la tienda les comentó que el día ayer había vendido la última botella de alcohol y no volverá a tener hasta dentro de una semana.
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El portal que nos unió
FantasyElla siempre vivió tras la sombra de su hermana, por más que se esforzara siempre era ignorada u olvidada y por eso la odiaba, pero eso cambió con la llegada de un par de chicos que no eran de su mundo. Eran de un mundo que conocía por relatos de su...