— Mi abuelo me contó sobre esto —dijo Emmanuel.
— ¿Cómo pasó? —preguntó Simón.
— Me dijo que un día había llegado un señor y les contó sobre los portales. La verdad es que me contó cuando era niño por lo que no lo recordaba.
Martius, 20, 809
Llevo casi 6 días viviendo en el castillo, era una completa locura. Tanto Esme como yo estamos encantados.
Desde el momento en que el rey me escuchó nos ha tratado como miembros de su familia.
La verdad es que muchas cosas sucedieron después de que el mismo rey fue a comprobar la existencia del portal, tengo que decir que pasó varias horas haciendo pequeñas pruebas en el portal, como lo había hecho yo cuando lo descubrí. Después de eso nos dirigimos de nuevo al castillo e hizo llamar a los otros dos reinos.
Cuando llegaron les expliqué sobre el portal y lo que hacía, además de que les conté sobre los demás portales y las personas que han cruzado. Los tres reyes quedaron impresionados por el detalle de lo que les contaba, llevaba 20 años investigando el portal, por lo que era la única persona en Condere con esa información. Hasta el momento tengo en 17 años han cruzado el portal 20 personas, tanto de nuestro mundo como del otro mundo para acá: 5 personas de Condere cruzaron y no las volví a ver, otras 5 cruzaron pero regresaron a los pocos días, 10 personas del otro mundo cruzaron y solo 4 de ellas permanecieron aquí.
Con esa información, el rey mandó a buscar en todo Condere a esas personas. Una vez que estuvieron en el castillo yo los reconocí y le contaron a los reyes que ellos en su mundo no eran felices y por suerte descubrieron este nuevo hogar para empezar de cero, lo que notaron igualmente era que los 4 ya estaban comprometidos con alguien de aquí por lo que sabían que hacer con ellos.
De vuelta a la actualidad.
— De ahí nacieron los Acuerdos Daria —habló Emmanuel.
— ¿Y qué son esos acuerdos? —preguntó Thelma.
— Son una serie de reglas que se establecieron por los tres reinos una vez que se descubrieron los portales. —explicó Simón— Cada rey en ese entonces aportó ideas, entre ellas están la protección de los portales prohibiendo su uso a cualquier persona ya sea de Condere o del otro mundo sin previa autorización.
— También, este acuerdo creó a los eruditos, ya que era necesario que hubiera personas que supieran sobre el otro mundo y ellos son los únicos que pueden investigar sobre el otro mundo —dijo el príncipe.
— ¿Y cómo es que saben sobre el otro mundo? —preguntó la pelinegra.
— Cada tiempo se mandaba a un grupo de personas en busca de información, en concreto de libros que nos brindaron cualquier información de tu mundo, todo esto con ayuda de las personas de tu mundo que vivían aquí ya que se les comentó que para que siguieran viviendo aquí sin problema alguno debían acompañar a los eruditos en la búsqueda de esos libros, además que explicar todo la información que leían. Me hubiera encantado platicar con las primeras personas de tu mundo, solo que llegué mucho tiempo después —explicó el pequeño del grupo.
— ¿Y cómo está lo de las parejas de ambos mundos?
— Un punto que se trata en los acuerdos es que si existe una pareja en donde uno de los involucrados es del otro mundo y desean casarse o ya están comprometidos, demostrando que es amor verdadero, esa pareja tendrá la oportunidad de cruzar libremente los portales, sin embargo, esa oportunidad tiene un límite de 5 años ya que la pareja tendrá que decidir en qué mundo quiere vivir de manera definitiva.
— Vaya que tienen todo resuelto.
— En los diarios debe decir algo sobre el lugar de donde provino el mago —dijo Dante.
— Una leída rápida me indica que Ivo, el mago, mencionó que su hogar estaba en la montaña más alta de Condere.
— Debe ser la montaña Teide —dijeron al mismo tiempo Emmanuel y Dante.
— Bueno, ese es nuestro próximo destino —la chica se levantó de su asiento lista para seguir con el plan.
— Debemos de comentarle a la señora Vivar —añadió Alex.
El equipo se acercó a la puerta en la que la señora se había ido a dormir, tocaron la puerta no escucharon nada, la chica les dijo que ella iba a pasar a despertarla. Cuando entró sus ojos se encontraron con el cuerpo sin vida de la señora Vivar, alertó al resto y comprobaron que la señora había fallecido.
Todos optaron por enterrarla junto a su casa, tardaron alrededor de dos horas para dejar el cuerpo de la señora descansar, todos sintieron una enorme decepción de no haberle agradecido lo suficiente por la información. Thelma dijo que cuando entró al cuarto pudo notar una ligera sonrisa en el rostro de la señora y le comentó al resto que la señora murió en paz al haber compartido el trabajo de su esposo con otras personas.
Tomaron algunas provisiones de la casa Vivar y emprendieron camino hacia la montaña Teide, Simón les comentó que llegarían a su destino en al menos 5 días si desean evitar los campamentos que conocen de los Fonseca.
Caminaron toda la tarde hasta que se encuentran con un pequeño pueblo llamado Sintra, todos se sentían cansados después del largo día que habían experimentado, primero con toda la nueva información nuevo sobre los portales y después con el fallecimiento de la señora Vivar, por lo que se adentraron en el pueblo en busca de un lugar para pasar la noche, con algunas monedas que habían encontrado en la casa Vivar pudieron pagar un cuarto para todo el equipo.
Debido a su falta de dinero, antes de salir de la casa Vivar decidieron tomar algunas cosas para después venderlas y obtener el dinero suficiente para cumplir la misión, agradeciendo a la señora Vivar por todo, prometiendo que volverían para hacerle un altar en nombre del matrimonio.
Al día siguiente, el ruido de música despierta a todo el equipo, al salir de la habitación se encontraron con más gente en el pueblo, al parecer habían llegado al festival de inicio de la época de cosecha.
— Dante, por favor —habló Thelma.
— No, tenemos que idear un plan.
— Lo haremos, pero merecemos un descanso —dijo Emmanuel.
— Yo estoy con Emmanuel —dijo Simón.
— No, no podemos detenernos ahora que contamos con más información sobre los portales.
— Dante, por favor, hace casi tres días me casé y no lo voy a olvidar. Solo te estoy pidiendo un día en el que finjamos ser un grupo de jóvenes que quiere divertirse.
— Pero no somos un grupo de jóvenes que quiere divertirse, tenemos una importante misión.
— ¿Quién está a favor de disfrutar del festival? —preguntó Thelma al equipo.
Todos alzaron la mano, a excepción de Dante.
— La mayoría ya habló, gigantón.
— Juró que no volveré a salir en otra misión con ninguno de ustedes, solo con Emmanuel.
— Sé que me amas —dijo Emmanuel.
— Perfecto. Ahora finjan ser jóvenes de su edad y no un príncipe, un erudito y dos guardianes de la realeza y vamos a divertirnos.
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El portal que nos unió
FantasyElla siempre vivió tras la sombra de su hermana, por más que se esforzara siempre era ignorada u olvidada y por eso la odiaba, pero eso cambió con la llegada de un par de chicos que no eran de su mundo. Eran de un mundo que conocía por relatos de su...