Mirada al pasado

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Mauis, 28, 792

Creo que es la primera vez que estoy agradecido por tener a mi padre, sin él, yo no podría estar escribiendo todo lo que me sucede y es que gracias a él aprendí a leer y a escribir, de lo contrario este suceso quedaría en el olvido.

Lo malo, es que mi padre ya notó después de casi tres años que no estoy trabajando todo el día, por lo que después de hacer mi revisión diaria del arbustos encontré todas mis cosas fuera de la casa, en palabras de mi padre "mis pocos esfuerzos por salir adelante me matarían joven".

El resto de los días fueron malos, muy malos, no recuerdo muchas cosas porque el frío y el hambre borraron los malos recuerdos, pero sabía que no podía despegarme del arbusto, sabía que era el único que lo sabía y yo lo protegería de cualquier mal.

October, 09, 798

Hasta el momento tengo el registro de 3 personas del otro lado que han llegado a Condere, la verdad es que desconozco de dónde provengan, pero sé que no hay nada parecido a lo que conozco.

Su manera de vestir e incluso de hablar, es distinta a todo lo que sé. Por supuesto que como protector del portal es mi deber describir con detalle cada suceso que acontezca relacionado con él, es por eso que se esfuerce en registrar toda la información de las personas que aparecieron.

Solo hay algo malo, yo tengo contemplado a estas tres personas, pero no estoy todo el día vigilando al arbusto, así que es posible que mientras trabajo alguien más haya aparecido o alguien de aquí haya encontrado el portal y desapareció.

Ianuarius, 806, Condere.

La tarde era tranquila en aquella zona del bosque, en donde Claudio Vivar se había instalado desde hace años atrás para vigilar el portal. Se pasaba todo su tiempo libre haciendo experimentos con el portal y registrando cada cosa que sus ojos observaban.

Desde que había descubierto lo que aquel arbusto hacía deseo con todas sus fuerzas conocer todo sobre él y más era su deseo de hablar sobre él con alguna otra personas. Al principio buscó por todo Lederman alguna persona que supiera sobre el portal, pero todas las personas que escuchaban sobre un arbusto que hacía desaparecer cosas se reían de inmediato, por lo que no tenía a nadie para investigar sobre el portal.

Sin embargo, una tarde, ese deseo se hizo realidad.

El sonido de una voz se añadió al ruido de las hojas de los árboles, era raro que las personas anduvieran por esa zona del bosque porque estaba varios kilómetros en la profundidad de la espesura del bosque, eso activó la señal de alarma de Claudio para que se preparara a esconderse y seguir su rutina ante una situación parecida.

Desde el primer encuentro con una persona del "otro lado", Claudio aprendió que debía tener una serie de pasos para recopilar toda la información que le dijera algo sobre el portal. Primero debía de esconderse, para que la otra persona no lo viera y se asustara, después escribiría todo lo que hiciera o dijera la persona, ya pasados unos minutos se acercaría y hablaría con él. Para las personas que Condere de lo cruzaban, el plan era distinto, se escondía ante cualquier señal de personas, ya que existía la posibilidad de que solo estuvieran caminando por esa zona, pero, si la persona se acercaba al arbusto y descubría aquel suceso mágico era momento de actuar.

Por lo que al escuchar la voz se escondió en una pequeña estructura que había construido arriba de un árbol para pasar inadvertido. Lo primero que notó era que se trataba de un hombre, para ser más específicos, era un joven de unos 20 años aproximadamente con una barba muy larga y cabello igual de largo color blanco. Aquel joven, camino cerca de todos los árboles y arbustos que había en esa zona y los comenzó a inspeccionar, hasta que llegó al arbusto mágico, lo miró por unos segundo sin hacer otra cosa, fue cuando alzó su mano y la dirigió al portal.

El portal que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora