Entrepierna

3 1 0
                                    

Las risas por parte de la familia Andrade resonaban entre los árboles, ya que eran las únicas personas en aquel bosque que en verdad disfrutaban de la naturaleza en vez de la ciudad. Aquella familia se componía de los padres y dos pequeñas, solo que una de ellas era la hija biológica de la madre, la mayor de las Andrade, Siena.

Marcela, la madre de la pequeña era en verdad hermosa, de ahí que el señor Ricardo quedará completamente enamorado de ella, a pesar de él estar comprometido, pero ese compromiso no le impidió acercarse a Marcela, ya que odiaba aquella la relación con su esposa con todo su ser.

Ricardo se había comprometido muy joven, por lo que no tuvo la oportunidad de salir con otras chicas y cuando conoció a Marcela, además de su belleza supo que quería pasar el resto de su vida con ella. Tras dos años de relación a escondidas, tuvieron a Siena, sin embargo, él seguía casado y cuando apenas su hija tenía 8 meses, la esposa le anunció a su esposo que serían padres.

Tras largas discusiones sobre la infidelidad por parte de Ricardo, su esposa no quiso saber más de él y cuanto dio a luz a Thelma dejó a la pequeña con su padre y ella desapareció.

Sin embargo, Marcela al ver que Ricardo no dejaba a su esposa también se fue. Tuvieron que pasar 5 años para que la pareja de enamorados volviera a estar juntos. Al principio ambos pensaron que sería una buena idea el criar a las dos niñas como hijas de los dos y fue así que las pequeñas se volvieron hermanas.

Al fin se había formado una familia que ambos padres estaban dispuestos a mantener, de ahí que pasaban los tiempos libres paseando y entre tantos lugares que visitaban quedaron enamorados de un pequeño espacio en el bosque, en donde los árboles formaban un círculo perfecto.

En uno de esos días de diversión familiar, la mayor de las hermanas estaba jugando con una pelota, mientras que sus padres jugaban con la menor, en uno de los golpes que le dio a la pelota, ésta rebotó en el tronco de un árbol que pareció absorber el juguete pues en el momento en el que Siena planeaba tomar de nuevo la pelota, está ya no estaba y en un parpadeo pudo ver como su pelota entraba y salida de aquel tronco.

Fue así que logró atravesar el portal por primera vez a la edad de 9 años. Al estar en Condere pensó que seguía en su mundo, tomó su pelota y caminó, al no ver a su familia comenzó a asustarse y llorar, fue el llanto de una niña en medio del bosque lo que alertó a un guardián real.

Le quedó claro al ver la ropa de la pequeña que ella no era de su mundo, al no tener a otro compañero para discutir sobre que hacer, el guardián tomó a la niña entre sus brazos y la llevó al palacio.

— ¡Señor!

— ¿Qué pasa? —preguntó el rey.

— Uno de los guardias del segundo portal encontró a una niña.

— ¿De nuestro reino?

— No, del otro mundo.

— ¿Qué?

— Él la trajo ya que no sabía qué hacer.

— Tráiganla.

Cuando la pequeña Siena estuvo frente al rey quedó encantado con la menor ya que era muy hermosa y de inmediato pensó en su hijo.

— Hola pequeña.

— ¡Quiero a mis papás! —dijo Siena llorando.

— No te preocupes, te llevaremos con tus padres. ¿Cuál es tu nombre?

— Siena.

— Un gusto Siena, soy el rey Ernesto.

— ¿Eres un rey?

El portal que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora