En los pasillos de la Universidad de Willowbrook, la estricta profesora Amelia Smith es conocida por su rigidez y su intransigencia. Soltera y solitaria, nadie parece conocer la historia detrás de su fachada de hielo.
La joven universitaria, Isabel...
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Martes 20 de junio de 2023
Narrado por Isabel:
Mi estrategia de conquista sigue avanzando sin problemas. No requiero un gran esfuerzo para enamorar a Amelia, especialmente después de lo que descubrí en su diario. Ahora sé que Amelia esconde un lado fetichista y está obsesionada con una misteriosa mujer, a la que no menciona por nombre pero dedica numerosas páginas de su diario.
Leer sus escritos sobre cómo se masturba pensando en esta chica y cómo anhela ser dominada y sometida por ella me hace pensar que Amelia no es tan santurrona como parece. Sus fantasías varían desde lo más simple, como tener relaciones en un baño público, hasta lo más extremo, como ser atada y golpeada.
Descubro que Amelia está profundamente enamorada de esta mujer, a pesar de que es considerablemente más joven que ella. Además, en su diario, Amelia detalla una lista de fetiches y deseos que anhela que esta chica le cumpla, desde el aspecto más común hasta lo más salvaje.
Por un momento, consideré contarle a mis amigos, pero decidí mantenerlo en secreto, incluso de Noah.
Salgo de mis pensamientos y termino de vestirme para ir a trabajar. Después de preparar a Max y dar un vistazo a la información que tengo, me dirijo hacia la casa de Amelia. Toco la puerta varias veces hasta que ella la abre.
—Buen día —le digo, fingiendo una sonrisa al verla.
—Oh, Buen día, Isabel —ella me responde un poco sorprendida.
—¿Me puedes hacer un favor? —le preguntó con vos suave.
—Claro, dime —ella me pide.
—¿Puedes llevar a Max a pasear? Tengo que irme a trabajar ahora, más tarde cuando llegue tengo que hacer clases y después ir a la universidad, no me alcanza el tiempo.
—Si, para mí es todo un placer cuidar de ese pequeño —ella me responde acariciando a Max.
—Gracias —le digo con una sonrisa, le entrego la mochila con la comida y juguetes de Max, me despido de mi terremoto y me voy hacia mi auto.
Camino hacia mi auto, y una mezcla de emociones recorre mi mente. Estoy un paso más cerca de acercarme a Amelia, pero también me siento incómoda por manipular la situación de esta manera. Sin embargo, estoy dispuesta a llegar hasta el final y acostarme con ella. Yo jamás pierdo un reto y esta no será la excepción.
Mientras manejo hacia el trabajo, mi mente sigue inquieta. Pienso en Amelia y en todo lo que leí en su diario. ¿Qué tan profunda es su obsesión? ¿Hasta dónde llega su fascinación por esa misteriosa chica?
