Viernes 9 de julio de 2023
Narrado por Isabel:
Me encontraba en uno de los baños de la casa de Amelia lavando mis manos las cuales se encontraban sucias de sangre. Al terminar decido quedarme un momento en el baño mirando mi reflejo en el espejo sintiéndome un poco extraña por lo que acaba de hacer. Cuando Amelia salió de mi casa después de mi rechazo sentí la necesidad enorme de ir tras ella y disculparme así que para aliviar ese sentimiento decidí ir a su casa y simplemente tener sexo con ella.
Se que nuestra relación poco a poco se está desviando de camino y eso me asusta tanto. Antes no me preocupa cuando le decía algo hiriente pero ahora si, siempre tengo la necesidad de verla, escuchar su voz, su silenciosa risa y sus sutiles caricias que me hacen sentir que de verdad ella me quiere, aunque se que no es así. Es tan rara la forma en la que mi corazón se acelera cuando nos besamos, como me siento cómoda durmiendo junto a ella cuando desde pequeña no me gusta dormir con compañía.
¿Que me estás haciendo, Amelia? —me pregunto en voz alta tomando un poco de agua para lavar mi rostro.
Dejo esos pensamientos atrás convencida de que no debería preocuparme por mis sentimientos, tal vez solo me estoy acostumbrando a ella, nada de que preocuparse. Salgo del baño y subo las escaleras, desconozco cuánto tiempo pase en el baño pero presiento que fueron varios minutos. Al ingresar a la habitación no veo a Amelia a primera vista pero escucho la regadera encendida.
Decido sentarme en la orilla de su cama para esperar hasta que salga. Unos cuantos minutos después ella sale del baño ya vestida con un pijama.
—¿Puedo dormir contigo? —le preguntó al verla caminar por la habitación en busca de algo.
—Si. ¿Dormirás con esa ropa puesta o quieres que te preste un pijama?
—Iré a mi casa a cambiarme regreso en un momento, ¿puedo traer a Max? —preguntó al recordar que mi pequeño terremoto está solo.
—Por supuesto, Max siempre será bienvenido a mi casa —ella responde mientras pasa algunas cremas por su rostro.
He notado que ella es muy cuidadosa con su rostro y piel en general, imagino que esa es la razón por la que su piel siempre tiene un olor exquisito y es muy suave.
Salgo de su casa y entro a la mía, decido tomar una rápida ducha al sentir la humedad en mi entrepierna, cuando termino me visto con mi pijama y salgo de casa junto a Max.
—Hola pequeño —Amelia saluda a Max cuando ingresó a su habitación.
Ella acaricia a Max mientras él mueve la cola feliz de verla, definitivamente ellos se llevan bastante bien.
—¿En cual lado de la cama quieres dormir? —ella me pregunta mientras juega un poco con Max.
—En cualquier lado. Siempre esta la opción de dormir abrazadas en el centro de la cama. —le digo con una sonrisa.
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Cumpliendo sus fantasías
Storie d'amoreEn los pasillos de la Universidad de Willowbrook, la estricta profesora Amelia Smith es conocida por su rigidez y su intransigencia. Soltera y solitaria, nadie parece conocer la historia detrás de su fachada de hielo. La joven universitaria, Isabel...