En los pasillos de la Universidad de Willowbrook, la estricta profesora Amelia Smith es conocida por su rigidez y su intransigencia. Soltera y solitaria, nadie parece conocer la historia detrás de su fachada de hielo.
La joven universitaria, Isabel...
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Domingo 24 de Junio de 2024
Narrado por Isabel:
Me encontraba en el centro comercial junto a a Noah comprando los preparativos para su fiesta de cumpleaños.
Sus padres de regalo de cumpleaños le prestaron la casa para que organizara su fiesta, y le dieron luz verde para gastar todo el dinero que quisiera de la tarjeta. Ellos le hicieron prometer que todo sería tranquilo cosa que yo dudo mucho. La última vez que se organizo una fiesta de este tipo fue en la casa de Liam y lo más tranquilo que pasó esa noche fue que el auto de su padre termino en la piscina.
Nos apresuramos a comprar lo necesario para regresar a su casa y preparar todo, ya que la fiesta iniciaba a las 6 p.m.
Al llegar a su casa bajamos todo de su camioneta y mientras yo preparo los bocadillos ella despeja la sala para que haya espacio para los invitados.
Mientras estoy preparando los Brownie con sustancias felices, Noah se acerca a mi y me abraza por detrás mordiéndome en la espalda lo que me hace alejarla.
—Ey, no hagas eso —le reprocho, al saber que eso puede dejar marca, las cuales Amelia podría ver e interpretar como otra cosa.
—¿Tanto miedo le tienes a Amelia? —pregunta sonriendo.
—No es miedo, es respeto —le respondo tirándole un poco de harina en el rostro.
Noah rueda los ojos y se limpia la cara con el dorso de la mano, riéndose.
—Lo que digas, Isa. Pero sabes que Amelia confía en ti. Además, ¿qué importa un pequeño mordisco entre amigas?
Le lanzo una mirada de advertencia, pero no puedo evitar sonreír. Noah siempre sabe cómo sacarme de mis casillas y hacerme reír al mismo tiempo.
Seguimos con los preparativos, y cuando terminamos de decorar la sala con luces y globos, nos tomamos un momento para admirar nuestro trabajo. La casa se ve increíble, y estamos seguras de que la fiesta será un éxito.
Luego ella toma una ducha y yo me termino de vestir mirandome en el espejo. Mientras me miro en el espejo veo a Noah salir del baño solo con unas bragas puesta y las demás partes de su cuerpo desnuda incluidos sus pechos, ignoro eso al estar acostumbrada a verla así y continuo con lo que hacía. Noah nunca ha tenido vergüenza de mostrarse desnuda ante otras mujer y ya nos hemos visto en todas las situaciones posibles, así que su desnudez ya no es sorprendente para mí.
—¿Podrías pasarme la toalla? —me pide, señalando la toalla que ha dejado sobre la cama.
Se la paso y ella se seca el cabello mientras yo termino de arreglarme. Me pongo un crop top color rosa y unos jeans un poco holgados color negro, algo cómodo pero presentable.
—¿Cómo me veo? —le preguntó a Noah, la cual ahora está envuelta en una toalla.