Jueves 8 de junio de 2023
Narrado por Amelia
Mi ropa está empapada de café y tengo una expresión de asombro en el rostro. Isabel, la estudiante con la que acabo de chocar, me mira con prepotencia. Las miradas de nuestros compañeros se centran en nosotras, y puedo sentir el susurro de las conversaciones que comienzan a surgir a nuestro alrededor.
Durante un breve instante, mi mente está en blanco, incapaz de procesar completamente lo que ha sucedido. Mi primer impulso es sentir enojo, pero rápidamente lo reemplazo por una profunda calma. Después de todo, soy la adulta aquí, la figura de autoridad, y debo comportarme con dignidad.
—Cuando vayas caminando por los pasillos, fija tu mirada al frente, no eres la única que camina por aquí —digo con una voz tranquila, aunque en mi interior el enojo se remueve.
Isabel parpadea, evidentemente sorprendida por mi reacción. Las miradas curiosas de los demás siguen siendo una presión incómoda en el pasillo. Algunos esperan una reacción exagerada de mi parte, pero no les daré el gusto. Me giro lentamente y comienzo a caminar hacia el baño de mujeres para intentar solucionar este desastre.
Mi ropa está empapada y mi autocontrol se tambalea cuando finalmente me encuentro a solas en el baño. Esto no puede estar sucediendo. Chocar con Isabel, la estudiante a la que menos esperaba encontrarme en este momento, parece más que una simple coincidencia.
Esa chica me odia por lo qué pasó el año pasado, así que no dudaría en que me choco a propósito.
Mientras intento sacar la mancha de café y secar mi ropa, siento una mezcla de emociones. El resentimiento que siento hacia Isabel se mezcla con el enojo del momento. Me he pasado años exigiendo la excelencia de mis estudiantes, y esta joven ha sido una excepción incómoda en mi carrera y eso simplemente me hace sentirme más atraída hacia ella.
Salgo del baño después de haber hecho lo mejor que pude con mi atuendo. En cuanto vuelvo a los pasillos, encuentro a Isabel, quien parece igual de abrumada por la situación que yo. La mayoría de los estudiantes ya se han dispersado, y solo quedamos nosotras dos.
—Mis disculpas de nuevo, profesora Smith. No fue mi intención en absoluto —Isabel murmura con sincero arrepentimiento.
De alguna manera, su sinceridad me sorprende. Estoy acostumbrada a que ella sea indiferente y a menudo intentan evadir la responsabilidad de sus acciones, pero hoy ha asumido la suya de inmediato.
—Está bien, señorita... —dudo por un momento, me parece raro llamarla por su nombre de pila, pero en esta situación, no hay muchas alternativas.
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Cumpliendo sus fantasías
RomanceEn los pasillos de la Universidad de Willowbrook, la estricta profesora Amelia Smith es conocida por su rigidez y su intransigencia. Soltera y solitaria, nadie parece conocer la historia detrás de su fachada de hielo. La joven universitaria, Isabel...