En los pasillos de la Universidad de Willowbrook, la estricta profesora Amelia Smith es conocida por su rigidez y su intransigencia. Soltera y solitaria, nadie parece conocer la historia detrás de su fachada de hielo.
La joven universitaria, Isabel...
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Miércoles 28 de Junio de 2024
Narrado por Isabel:
Me encontraba en el café cubriendo mi jornada matutina. Después de haber faltado dos días la gerente me regañó, pero lo dejo pasar ya que era la primera vez que faltaba.
—Hicieron una gran fiesta el domingo —Olivia me dice mientras prepara un capuchino.
—Así es —me limito a contestar.
—¿Te divertiste? —pregunta con curiosidad.
—Fue... interesante —respondo, tratando de que la conversación sea lo más corta posible.
—¿Solo interesante? —insiste alzando una ceja —¿No pasó nada emocionante?
—No que yo recuerde —digo, tratando de sonar indiferente.
Olivia me mira con escepticismo, pero afortunadamente un cliente llega a la barra y desvia su atención. Aprovecho la oportunidad para escapar de la conversación y me concentro en mi trabajo, preparando bebidas y atendiendo a los clientes.
Las horas pasan y mi turno termina, salgo del café y subo a mi auto conduciendo hasta mi casa. Al llegar a casa, me quito los zapatos y me dejo caer en el sofá. Mis ojos se cierran casi de inmediato, pero sé que no puedo permitirme dormir demasiado; necesito descansar un poco antes de ir a la universidad. Miro el reloj y decido poner una alarma para dentro de dos horas.
El sueño me vence rápidamente, y caigo en un sueño profundo. La alarma suena mucho antes de lo que esperaba, sacándome del sueño. Me levanto a regañadientes, tomo una ducha rápidamente para despejarme y me visto.
Al llagar a la universidad me dirijo a la cafetería encontrándome con mis amigos. Los saludo a todos con un leve abrazo y tomo asiento al lado de Noah.
—¿Tú ojo está bien? —le preguntó a James al ver aún el moretón.
—Si, solo está colorado, pero no duele —responde.
—¿Como te hiciste ese golpe? —preguntó.
—No lo sé, no logro recordarlo. Algunos chicos que estuvieron en la fiesta me dijeron que estaba jugando a las luchas libres, y tal vez ahí me lo hice. Pero sinceramente, todo es un borrón.
—Vaya, esa fiesta realmente fue un caos —comento, tratando de sonar más divertida de lo que me siento.
Todos asienten sonriendo, seguimos hablando de diversos temas, tratando de dejar en el pasado la caótica fiesta.
Mientras todos hablan siento mi celular vibrar en mi mano, y miro la pantalla para ver un mensaje de Amelia:
