En cuanto Susan tuvo en sus manos la carta de respuesta de Eleanor la abrió y la leyó, no pudo evitar sonreír de felicidad, una que no podía ocultar. Una que alguien desde las sombras vió.
Es jueves y finalmente se pueden ver en la pista de atletismo, mientras Eleanor corre, las porristas practican, ambas se regalan mirada fugaces.
—¿Te gusta Joel? Te lo puedo presentar —pregunta una de sus compañeras a su lado.
—Estoy de novia Lisa y lo sabés, no soy infiel.
—Bueno pero si cambias de opinión me avisas, hay una larga fila esperando por ti.
—Volvamos a las prácticas, me quiero ir a mi casa.
Las prácticas terminan y ellas como líderes de sus equipos, se quedan esta vez a recoger todo y guardarlo. Algunas de sus compañeras les ayudan.
—Rigby.
—Reinolds ¿Te dejaron sola?
—En realidad Sabrina me está ayudando —La castaña se aleja.
—Deshazte de ella, no aguanto más.
—Sabrina ya termino yo de guardar —le grita desde el salón mientras Leny está adentro metiendo lo último de la pista. Susan entra y guarda unos conos— ¿Contenta?
—Muy —Se acercan ambas, y se besan—. Ahora entiendo tu fascinación por verme con falda, esta te queda muy bien —con la mano en su espalda la baja por sus muslos y comienza a levantarle la falda.
—Oye —le saca la mano y la besa— Aquí no. Aparte ¿esta es tu manera de hacerme escarmentar? —le besa y la apoya contra la repisa. De pronto la puerta se cierra y ellas se apartan bruscamente— mierda.
Se miran pálidas y salen rápidamente afuera, pero no hay nadie. Eleanor corre por los alrededores desesperada pero no hay nadie, Susan revisa los pasillos y vestidores pero nada.
—¿Encontraste algo? —pregunta Eleanor con sus ojos verdes, llenos de lágrimas.
—No y tú —ella niega con la cabeza— quizás fue el viento.
—¡¿Que viento Susan?! ¡No corre ni una puta brisa! ¡¿PORQUÉ NO CERRASTE LA PUERTA?!
—Eleanor tranquilizate.
—¿Tranquilizarme? ¿Tienes alguna idea de lo que pasará? No sabemos quién lo sabe Susan. Si mis padres se enteran, si los tuyos se enteran. Mierda Susan, te tomas todo muy livianamente ¿Todavía no entiendes lo grave que es todo esto? ¡SOLO TENÍAS QUE ASEGURAR LA PUTA PUERTA!
La rubia intenta acercarse, pero la castaña la empuja y toma distancia, luego toma sus cosas del piso y se va sin mirar atrás.
El peor miedo de Susan se hace realidad, el primer obstáculo y Eleanor la deja atrás. Ahora solo queda descubrir quién es el que sabe, que tanto vió y que quiere a cambio por su silencio.
Viernes y sin noticia alguna de quién sea que las haga visto. Lunes, martes, miércoles, jueves, una semana y nada, pensaron que quizas no fue, quizás nadie lo sabe.
Las chicas se han distanciado, dentro y fuera de la escuela, ante la acusación de Eleanor, y su reacción de aquel día, la primera grieta de plantó entre ellas. En dos semanas cumplen 4 meses de novias y aunque Susan mira a la castaña con ojos lastimeros, en alguna cosas Eleanor en inflexible, cómo en esta situación. Claro que cuando las cosas fueron al revés Susan conservó la calma, pero antes nadie las había visto infraganti.
Llega la fecha de aniversario 4 meses juntas y ellas casi sin hablarse. Cada vez y pese a ser una buena actriz se le hace más difícil a Susan ocultar lo que siente por Eleanor, y esto no pasa desapercibido ante unos ojos que las vigilan desde siempre.
—¿A dónde va señorita Reinolds?
—Profesor Stinky, voy a la biblioteca. Mi —¿Novia?— tutora Eleanor Rigby, me espera para enseñarme las fórmulas para su exámen la semana que viene —intenta pasar pero el hombre se le coloca en frente.
—¿Acaso no sabe estudiar sola?
—Sí, pero evidentemente me falta materia gris, por eso Rigby me está enseñando ¿Puedo? Me espera en la biblioteca.
El hombre se aparta pero no deja de mirarla mientras se va, como su apellido es apestoso. Un hombre desagradable, aparte de su persona en si, por la manera morbosa en la que mira a sus alumnas.
—Tenemos que hablar —dice Susan sentándose frente a su novia en vez de a su lado— Stinky nos está pisando los talones. Creo que fue él quién nos vió.
Eleanor se levanta y guarda sus cosas sin decirle nada en la mochila. La mira y se para dándole la espalda, para luego girar y mirarla enojada.
—Es él, vamos a terminar con esto ahora.
Susan se tensa y no sabe si se refiere a terminar la relación o terminar con el suspenso de quién fue la persona que las vio. Eleanor entra al aula dónde está el profesor, él voltea a verlas, y se pasa la mano por el cabello grasiento, con los tres pelos locos que intenta ocultar la evidente calvicie.
—Muy bien profesor, ya sabemos que sabe ¿Qué quiere a cambio por guardar el secreto?
Eleanor entró decida, y firme encarando al profesor. Está tensa y muy enojada, Susan lo sabe porque tiene el puño libre apretado y el otro que sostiene su mochila de un lado por la correa apretado con los nudillos blancos.
—No las quiero juntas, de hecho en mi clase tendrán compañeros nuevos de banco. Si sospecho que siguen haciendo la aberración que hacen, hablaré con el director y sus padres. Entiendo que se han confundido o dejado llevar por las hormonas típicas de la edad, pero no está bien.
—¿Y quién es usted para determinar eso? Mal está no bañarse lo suficientemente seguido en la semana, o querer ocultar la calvicie que puedo ver desde la otra punta de la escuela. Nosotras nos amamos Stinky, y dudo que usted alguna vez tenga algo como lo que tenemos nosotras.
—Señorita Reinolds ¿Estoy siendo indulgente o suave con mi medida? Porque podemos ir ya mismo a la oficina del director y...
—¿Con que pruebas? Porque hasta ahora es su palabra contra la nuestra. Quizás usted haya visto en su afán morboso algo entre dos amigas —decir amigas pincho el corazón de Susan, pero siguió hablando— somos amigas.
—Las amigas no se besan, ni se tocan cómo lo hacían ustedes. Tengo aparte en mi poder una carta de la señorita Eleanor para usted, si unimos los cabos, de las iniciales, la caligrafía y estoy seguro de que no ha sido la primera o última carta. Terminen esto ahora y no haré nada o sigan y atenganse a las consecuencias —Eleanor muda es la primera en llegar a la puerta y darles la espalda— terminar es dentro y fuera de la escuela. No querrán ponerme a prueba chicas.
El timbre suena y ambas salen de ahí separándose en sentidos opuestos. Eleanor ya ha tomado una decisión y solo tiene que hablar con Susan, la rubia por su parte ya sabe que este es el fin, pensó que iban a tener más tiempo, pensó que no iban a tener que usar el plan B, que podrían usar el A de pantalla, pero ni siquiera llegaron a ese paso. Ambas están completamente devastadas, tanto que ni siquiera son capaces de consolarse la una a la otra.
Mi padres se irán de viaje este fin de semana, papá tiene que ir a cachar jugadores nuevos, piensan que voy a quedarme con mi hermano, pero llegamos a un arreglo y él viajará con sus amigos, a cambio de que yo cierre el pico. Puedes venir a quedarte a mi casa y hablamos.
S
Hablaré con mis padres, si tu hermano les puede llamar para decirles que él se quedará con nosotras, ellos me dejarán quedarme.
E
ESTÁS LEYENDO
Mas que amigas.
Romance¿Cuánto tiempo más se puede guardar un secreto familiar? Los secretos tienen un precio, ellas ya pagaron por el suyo hace tiempo y muchas y muchos antes que ellas ¿Cuánto tiempo más está dispuesta la familia a guardarlos a esconderlos? Ellas, la nu...