Mas que amigas.

45

1985

—¡FELIZ AÑO NUEVO!

Los tres suben a la planta superior y ven los fuegos artificiales. Con Eleanor teniendo en brazos a Tanner, ellas se dan la mano por atrás.

—Cómo quisiera que Louisa estuviera aquí.

—Yo también hijo, pero ella se quiso quedar con tu abuela. Aparte mañana vienen tus primos, tíos y abuelos a pasar el día aquí.

Dos años pasaron rápido. Eleanor llevaba cada vez que podía a su hija a ver su padre a la cárcel, cuando había visitas, esto no aplacó a su hija, sigue culpando a su madre por lo que pasó, pero Eleanor ya no intenta cambiar eso, aceptó que su hija la odia y que cuándo sea el momento ella quizás entienda, que su padre estuvo dónde estuvo por sus propias malas decisiones.

Susan sorprendió a Leny pagando la colegiatura de la carrera que quería estudiar, con casi 30 años volvió a la universidad, y le va muy bien con su carrera. Luego de un extensivo debate con una buena sesión de besos, Leny decidió quedarse, la rubia festejó con Tanner.

—Gabe va a ser papá, aún no me lo creo. Pero se veía muy feliz con Nancy.

—Sí, y pensar que tenía un crush conmigo —Leny la mira mal— ¿Celosa después de tantos años Rigby?

—Voy a buscar a los chicos a la escuela —intenta pasar pero Susan la intercepta para abrazarla y besarla— ¿No tienes que ir al estudio?

—Sí, y qué.

—Pues ve saliendo Reinolds o llegarás tarde.

—Que celosa me saliste Rigby ¿Cuándo seas mi esposa, serás igual?

—Pon una sortija en este dedo —le muestra el dedo anular— y veremos.

—Lo haré, sabés que lo haré. Es más no me provoques porque ahora mismo te tomo y nos vamos a las vegas a hacerte mi esposa.

—Sí, bueno. Me tengo que ir a buscar a los niños y tú a trabajar cariño.

—Te dejaré ir si me besas.

—Se me hace tarde.

—Entonces bésame rápido —levanta una ceja y Eleanor la besa— te amo.

—Tambien te amo futura ex esposa.

Susan se queda riendo, mientras Eleanor se marcha, saca de un escondite el anillo que compró hace tiempo de matrimonio, se prueba el suyo y sonríe al ver lo bien que le queda, imagina el día que pueda salir a la calle y decir sin miedo que está enamorada de esa mujer, sino que también imagina casándose con ella.

La noticia del día de la libertad de Peter le cae como un balde de agua fría a la pareja, la única claramente feliz es Louisa y la madre de Peter. La niña elige irse a vivir con su padre una vez que el juez lo declara apto, Eleanor no puede seguir reteniendola, ya casi va a cumplir los 10 años y cada vez se hace mucho más inmanejable. La única cláusula que su madre pone para dejarla ir, es que se quede con ellas dos fin de semana al mes, al igual que tienen que compartir las fechas importantes cómo cumpleaños y demás.

—Hola Leny ¿Cuándo piensas mudarte de la casa de tu amiguita? —dice Peter mientras fuma y espera a su hija salir— hola campeón ¿No vendrás a saludar a papá?

—Hola —el niño con 8 años, ingresa a la casa de nuevo.

—Ese renacuajo, siempre tan a ti.

—Lavate la boca infeliz antes de hablar de mis hijos ¿O quieres volver a la cárcel? Una llamada mía y se te termina la condicional.

—En este tiempo aprendiste a ser más perrita de lo normal Leny —se ríe— siempre supe que esa carita de buena y tu actitud eran una fachada, para lo que realmente eres. Dime una cosa ¿la rubia hermosa está en casa? —se lame los labios— siempre es bueno verla y ahí está —se muerde el labio inferior— lo que sería una cama con los tres en ella, porque tu no te has puesto nada mal Leny.

—¿Todo bien?

—Hola Susi, todo bien, le comentaba Leny una idea que tuve —la rubia blanquea los ojos —la niña sale corriendo con una mochila y lo abraza. El tira el cigarrillo a las plantas— hola mí princesa hermosa. Ven con papá.

Se marchan en el auto, con él tirándole un beso a ellas, la cárcel lo puso más desagradable de lo que era. Pero esa fachada de buen padre, le va a durar demasiado poco a Peter, su verdadera naturaleza saldrá a flote mucho antes de lo que cree.

—¿Qué te dijo?

—Quiere un trío con las dos.

—No pudo con una y va poder con dos. Pito chico. Vamos a comer que se enfría la comida. El papá del amigo de Tanner lo vendrá a buscar hoy a las 5pm —mira a Eleanor con una mirada sugestiva— pensaba que podríamos ir a comprar ropa para los niños, ya están creciendo y le están quedando chicas las cosas, o al menos para Tanner y luego ir con Louisa a que ella elija.

Susan jamás se queja de los hijos de Leny, ni siquiera de Louisa que es la más difícil de los dos, jamás dijo una palabra sobre ella, incluso cuando la miraba mal o le respondía mal en su propia casa, incluso cuando le preguntaba algo y la niña, simplemente no le respondía y se levantaba dejándola hablar sola. Pero aunque no haya dicho nada, no quiere decir que no sienta un poco de alivio al no tener que lidiar con esa mocosa caprichosa, todo lo contrario a Tanner, quién ama profundamente a ellas dos.

—Tengo unas ganas de que sean las 5 para poder besarte —le susurra Susan al oído— y tocarte —le acaricia el brazo— me encanta como te queda ese pantaloncillo corto —baja la mano y le aprieta una nalga, hasta que aparece Tanner y se aparta.

—¿Ya te bañaste? —le pregunta su madre y el niega— ¿Y entonces? ¿Preparaste el bolso? Se irán de pesca mañana con el papá de Marc y quiere llevarlos a acampar luego. Empaca el repelente, lleva ropa interior limpia, medias, la botella de agua, linterna, pasta dental y...

—Ya sé mamá, no soy un bebé, voy a cumplir 9 años, soy grande.

—Serás el bebé de mamá para siempre. Ahora sube a bañarte y no quiero que te des una ducha express, te lavas bien o no vas.

Lo ve subir las escaleras pesadamente, toma a Susan de la mano y la lleva al despacho cerrando la puerta con llave, la acorrala contra el escritorio y la besa de forma casi salvaje y apresurada, la aprieta contra ella y la sube al escritorio. Se separan con los labios hinchados, cuando Tanner se vaya no irán muy lejos.