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El día que al fin se van a ver llegan, Harold logra alquilar un apartamento por temporada, aunque solo va a usarlo 10 días, está lo suficientemente cerca de Eleanor, tan cerca que está al final de la calle. Así que Scot la acompañará por unos días y luego irá su hermano también.

Gabe ayuda a cubrir a su hermana con su primo, al cual le dijeron que Eleanor tiene un novio universitario —Scot— y sus padres no la dejen verlo, así que supuestamente mientras los dejaron en el centro comercial, Eleanor se escabulló luego al estacionamiento y al auto de Scot para ver a su amada, las deja en el departamento y fue a comprar víveres.

Las chicas se besan, por fin después de mucho tiempo, están tan felices de verse, que no se pueden despegar la una de la otra.

—Te extrañé muchísimo.

—Reinolds esa foto —mordió su labio inferior— esa maldita foto tuya en ropa interior ¿Quieres volverme loca? Estuve a punto de tomar un avión en ese maldito instante.

—¿Porqué no lo hiciste? Acaso querias que te mandara una sin nada de ropa.

—¿Cuánto tiempo tenemos antes de antes de que Scot llegue? —Susan ríe— hablo en serio.

—¿Una hora? No lo sé.

—Me basta.

La lleva a besos a la habitación de Scot, pero luego salen y se meten a la de Susan. Entre el apuro y las ganas, no se dan cuenta cuándo Scot llega. Salen ambas con una gran sonrisa a la cocina bastante desarregladas.

—Tortolitas les queda una hora, antes de que tengamos que volver de vuelta al centro comercial. Yo como una buena hada madrina, me ire y volveré en una hora, traten de ponerse al día y no usen mi cama.

Eleanor se sonroja ante el comentario y Susan lo golpea amigablemente, mientras el ríe saliendo. Esta vez meriendan, y se ponen al día conversando, riendo, entre besos y abrazos.

—En unos días habrá una feria del libro no muy lejos, es solo una idea pero si llegas a querer o poder —la toma de las manos— podríamos ir.

—Me encantaría, solo déjame arreglar para convencer a mi hermano y mi primo.

—Genial.

—Mi familia quería ir a un parque aquí cerca el parque Griffin o algo así y los chicos al zoológico, quizás podríamos vernos ahí.

—Bueno voy a hacer lo posible, pero tenemos que tener cuidado.

Scot estaciona en el centro comercial y las chicas se bajan. Adentro del lugar se meten al baño y una vez que se vacía, se despiden otra vez por tercera vez. Susan sale con una capucha y gorra, una vez que ve a Eleanor marcharse, se miran mientras el auto se aleja.

—Tu novia es bastante linda. Veo que los Reinolds tienen buen gusto para elegir pareja.

—Ya lo creo hasta nos sirves de novio falso. Gracias Scoty —lo abraza fuerte y lo besa en la cara— igual tú si vas a contarme cómo es que terminaste siendo mi cuñado, porque ya conoces a Harold, él no habla de esas cosas. ¿No sabés si va a contarle a Dylan? Él aceptó mejor que mis padres lo mío.

—No lo sé —sonrío forzadamente—. Lo presioné bastante este tiempo Susi, si lo tuyo no hubiera salido antes, quizás seríamos nosotros ahora los que estuvieramos separados. Y perdona queo diga pero honestamente es un alivio que no fuéramos nosotros. Tú hermano no quiere decepcionar a tus padres, siente una profunda admiración y deber hacía ellos. Ya no lo presiono.

—Te entiendo, Eleanor es igual. Supongo que es algo de hijos mayores. Cómo tú y yo somos los menores, no entendemos esas cosas —le acaricia su castaño cabello enrulado—. En serio me alegra que seas tú y mi hermano, supongo que los afortunados somos nosotros de tenerlos a ustedes.

El resto de los días las chicas los pasaron encontrándose entre las sombras, parecían ninjas y los chicos las cubrían, eventualmente los otros hermanos de Eleanor se enteraron con quién se veía y como adoran a Susan, ayudaron a que ella se escabullera.

El gran día de la feria del libro llega, entre Gabe y Eleanor logran convencer a sus padres que los dejen ir, también habrá una stand de comics, entonces sus padres acceden. Ellas se encuentran con Susan y Scot quién le da un ramo de flores a Leny de parte de Susan a su lado, para que no parezca raro delante de la gente.

—Estás hermosa con ese vestido Rigby.

—Y tú también con la falda y tu blusa, Reinolds.

Ellas caminan tomadas del brazo mientras que los chicos van tonteando adelante. Pasean por los stands de libros, la rubia le regala el último libro de la autora favorita de Eleanor, y lo firma con dedicatoria para ella, toma una de las flores del ramo y se las coloca en el cabello. Les quedan 3 días más para disfrutar y mientras planean cómo hacer para verse...

—¡SUSAN! —dicen los hermanos de Eleanor corriendo a abrazar a la rubia— ¿Cuándo llegaste?

La cara de su madre esta colerica, se acerca a su hija y la toma fuerte por el brazo.

—Ahora entiendo la insistencia de ustedes dos, por venir. Nos vamos ya mismo.

—Señor Rigby, señora Rigby —la toma Susan por el brazo— la está lastimando.

—Si te queda algo de decencia niña, no volveras a buscarla nunca más. Hablaré con tus padres Susan, esto se acaba aquí y ahora.

—Mamá me lastimas, mamá —Eleanor se suelta, Scot y Gabe llegan a su lado. Sus hermanos más chicos no entienden nada, pero se interponen entre su madre y su hermana—. No es un capricho mamá, nos queremos.

—Eleanor Rigby esto no está bien, ustedes no están bien ¿Que tengo que hacer para que entiendas? ¿Mudarnos a otro país?

—Siempre encontraremos la manera de estar juntas.

—Eleanor y Gabe están castigados hasta el año 2000, muchachos vayan al auto con su madre —la mujer toma a sus hijos más chicos y se marcha— ¿Podemos hablar civilizadamente? —les habla a las chicas y ellas asienten, luego lo siguen sin que su hermano y Scot les quiten la vista de encima— sientense —ellas toman asiento en un banco, una al lado de la otra. El hombre suspira pesadamente y se para frente a ellas—. Un hermano de tu abuelo era como tú Leny, cuando la familia se enteró lo expulsaron, prácticamente tu bisabuelo borró todo rastro de él, la sociedad lo condenó y vivió en la pobreza y precariedad, su pareja lo dejó y finalmente murió en la miseria. Te cuento esto para que entiendas nuestro miedo como padres —ellas se toman de las manos fuerte—. Yo sé que tu amas a mi hija Susan, y seguramente no haya nadie mejor tú con quién ella podría estar, yo me di cuenta hace tiempo de cómo se miraban, solo elegí no verlo. Siendo honesto a mí me da igual con quién estés, mientras seas feliz Leny, pero la sociedad no está preparada para ustedes, y ustedes son demasiado chicas, tampoco están listas para esto. Lo lamento chicas pero esto tiene que parar, ustedes tienen que parar.

—Pero papá, nos amamos —Leny comienza a llorar— no le hacemos daño a nadie, solo queremos poder querernos —Susan seca sus lágrimas.

—Lo sé hija —su padre la abraza y toma el hombro de Susan— lo sé. Pero como padre mi deber en la vida es cuidar a mis hijos, y no quiero que mueran en manos de personas que no entienden que se aman y no lastiman a nadie por amarse. Les daré un momento para que se despidan, es la última vez que van a verse. Por favor Susan, no quiero hablar con tus padres, pero no me dejaras opciones, si deciden continuar con esto tendré que hacerlo.

El hombre se marcha mira a su hijo y les dice que en 20 min los quiere en el auto, del estacionamiento cerca de la entrada.

Las chicas lloran y se abrazan, se dicen lo mucho que se aman, se hacen promesas que tal vez no puedan cumplir, pero Susan le jura que no va a dejar de escribirle, pase lo que pase, no dejará de escribirle. Se besan entre lágrimas una última vez y se despiden con Eleanor alejándose llorando mirando varias veces atrás.

De todas las maneras que esto podría haber terminado, este final era uno de los peores, y hay algo raro que sienten las dos, no es cómo la primera vez que pasó todo, esta vez se siente un final real, esta vez podría ser para siempre.

Mas que amigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora