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Un actor siempre tiene que estar al pendiente de todo en respecto a su entorno y trabajo; debe verificar a donde va, con quien va y si hay paparazis cerca para joderle la existencia, pero más importante que eso, siempre tiene que estar al pendiente de su popularidad y de sus rivales.

Hwang Hyunjin es considerado el mejor actor de su generación, empezó joven en la industria de la actuación y ahora con tan solo 27 años ha conseguido más protagónicos que cualquiera, siendo el número uno en encuestas de popularidad, y no solo como actor sino también modelo para marcas reconocidas y uno que otro comercial.

El pelinegro tenía básicamente todo lo que quería cuando lo quería y donde lo quería.

Siempre en compañía de su fiel manager, mujeres preciosas-que nunca pasaban de una cita-, productores muy famosos con los que siempre discutía sobre su nuevo papel en películas y series o -en su mayoría- con sus dos mejores amigos, Yang Jeongin diseñador de moda de una de las mejores marcas de ropa en Corea del sur y Kim Seungmin solista del momento y modelo.

No había nadie, de verdad, NADIE, que pudiera acercarse si quiera al puesto que había forjado, siendo siempre el número 1.

O eso creyó, hasta que -según el- de la nada Lee Felix apareció.

—¿Y este quien se cree que es? —gruñó el pelinegro ofendido, revisando las encuestas en su teléfono mientras que una chica le arreglaba el cabello y otra le hacía pedicura.

—¿Quién? —preguntó el peliazul recostado en el elegante sillón del local en el que estaban atendiendo al alto.

—Este tipo—dijo entregándole el teléfono al menor.

Jeongin lo tomó y empezó a revisar el artículo.

—Ah, el hada australiana que está conquistando los corazones de todos con su dulce sonrisa y ojos preciosos—leyó el peliazul con gracia mientras veía las fotos del artículo—¿Qué pasa con él?

—¿Quién es? ¿De dónde salió? ¿Y porque esta tan cerca de mí en encuestas? ¡Nunca nadie está cerca de mí en encuestas!

—Relájate que te arrugas y tienes sesión de fotos mañana—regañó el menor sin despegar los ojos del rubio bonito en el teléfono del pelinegro, sin duda sería un buen modelo para su nueva línea de ropa de verano.

—Necesito que me investigues quien es y qué tan popular se está haciendo, de donde salió, desde cuando ¡TODO!

Si, un actor tenía que estar más pendiente de todo, pero, algo que sin duda era mucho más importante que todo su entorno era de su competencia. En el mundo del espectáculo la fama podía ser muy efímera si aparecía alguien con más encantos que los tuyos.

—¿Me estas escuchando Jeongin? —preguntó molesto pues sentía que el menor lo estaba ignorando por estar entretenido viendo al "tipo ese".

—Si, si, ya relájate y deja que terminen de hacerte todo, yo contacto a mi gente—dijo mientras escribía algunos correos desde su teléfono.

—¿Me regresas mi teléfono?

—Ah si...—se lo extendió y el pelinegro lo tomó para seguir revisando más sobre ese niño que estaba peligrosamente cerca de él.

—¿Crees que Seungmin sepa algo?

—Le preguntare, ahora cierra esa linda boca que te tienen que poner la mascarilla.

El pelinegro ya no dijo nada, aunque en realidad tenía demasiadas quejas que soltar. No estaba asustado o algo así, era más que nada curiosidad y frustración, nunca nadie en toda su carrera había logrado acercarse tanto a él, no estaba dispuesto a que le quitaran el puesto que tantos años tardo en forjar y mantener.

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora