Miré a Jungkook entrando en el baño mientras luchaba contra el impulso de reír de nuevo. Todavía no podía creer el desastre que había hecho en el baño. Ojalá hubiera podido presenciar cómo lo había logrado. Pobre cosa. Se veía tan completamente mortificado cuando entré, como un cachorro perdido ... o más bien como un gato empapado. Y, sin embargo, estaba feliz de que esto sucediera. Se veía tan perfecto, tan fuerte, tan por encima del tipo de cagadas en las que se metían los humanos, casi me sentía indigno.
Esto lo humanizó de la mejor manera y lo hizo sentir más accesible e identificable.
Se volvió hacia mí con la expresión más extraña en su rostro. Aunque no pude empezar a interpretarlo, me gustó cómo me hizo sentir.
—Entonces... hmm, ¿qué debo hacer? ¿Solo te rocío? ¿Y necesitas jabón? —Pregunté, sintiéndome ridículamente emocionado por esto.
—Sin jabón, nunca en las plumas de las alas—, explicó con suavidad. —Necesitaré tu ayuda para ambas alas y mi espalda. Podré terminar el resto por mi cuenta. Usaré jabón en mi piel —.
Se miró a sí mismo en relación con la longitud relativamente pequeña del baño y frunció los labios mientras reflexionaba. Luego se movió lo más a la izquierda que pudo en el baño.
—Empecemos por mi ala derecha—, dijo, difundiéndolo.
Sabía que su alcance era amplio, pero en ese instante, me di cuenta de lo impresionantes que eran. No es de extrañar que hubiera hecho tanto lío aquí. Incluso ahora, tuvo que inclinar la punta del ala hacia arriba para desplegarla por completo.
—Tus alas son realmente impresionantes—, espeté sin pensar.
Sus ojos se agrandaron, luego la piel azul de su rostro adquirió un tono ligeramente más oscuro mientras sonreía. Fue más que adorable.
—Gracias, mi compañero—. Señaló la punta e hizo un gesto hacia abajo. —Aplique el agua de la punta pero siempre siga la dirección de las plumas. Ve de arriba a abajo, luego acércate gradualmente a mí mientras repites este movimiento —.
—Okey. ¿Debería frotar las plumas como lo hago? —
—¡No! Debes evitar jugar con las plumas tanto como sea posible para evitar dañarlas. Solo se necesitan un par de plumas rotas o faltantes para arruinar nuestro patrón de vuelo. Entonces parece que estamos borrachos, hasta que averiguamos cómo compensarlo —, dijo Jungkook con expresión horrorizada.
Me reí de su descripción demasiado dramática, que sabía que había hecho a propósito. Sonrió, luciendo tan complacido consigo mismo que me di cuenta de que buscaba hacerme reír, o al menos sonreír.
Dijo que su objetivo es hacerme feliz. Puedo acostumbrarme a esto.
Después de algunos intentos torpes, finalmente lo entendí. Una vez que terminé con el lado interior de su ala derecha, Jungkook la dobló lo suficiente para dar la vuelta, pasar al lado opuesto de la bañera y extender su ala de nuevo para que pudiera lavarle la espalda. Repetimos el proceso con su ala izquierda, luego se quedó de espaldas a mí para que yo pudiera ponerme manos a la obra de espaldas.
Inclinó la cabeza para apartar la docena de plumas largas y rectas que tenía en la parte posterior de la cabeza, que engañosamente se asemejaban a un largo cabello azul desde la distancia. Unas plumas mullidas de color azul medianoche cubrían su nuca y hombros y formaban una V entre sus omóplatos. Una especie de plumas muy suaves seguía la línea donde sus alas se fusionaban con su espalda. Siguiendo el método que ahora casi dominaba, lavé las plumas alrededor de su nuca.
—Para estos, puedes rasparlos suavemente con las uñas. Muy gentil. No debería dañarlos, pero incluso si lo hiciera, no los necesito para volar —, dijo Jungkook. —Entonces puedes rascar un poco más vigorosamente la línea a lo largo de mis alas—.
