Mi mandíbula cayó cuando Jungkook abrió las amplias puertas en la parte trasera de la casa. Estaba ubicado justo después de las escaleras del templo privado donde intercambiamos nuestros votos y atamos nuestras almas. Esperaba algún pasaje oscuro y sinuoso que nos llevaría al centro de la ciudad. En cambio, podría haber jurado que acababa de entrar en el centro comercial más loco.
En lugar de tiendas, los porches de las casas de los zelconianos se alineaban en los amplios pasillos de varios niveles. Un par de pisos arriba, un campo de energía servía como un domo protector, evitando que la lluvia, el viento y otros elementos cayeran en lo que yo creía que era la caldera de un volcán inactivo. Aunque se podía caminar alrededor de la circunferencia, un enorme abismo nos separaba de las viviendas del otro lado. Por supuesto, eso no desconcertó a los lugareños que simplemente volaron, muchos de los cuales se podían ver volando alrededor y arriba y abajo del abismo.
Mi estómago dio un vuelco al darme cuenta de que ni una sola barandilla protegía a los peatones en los pasillos de una caída mortal. No tenía ningún miedo en particular a las alturas, pero esto definitivamente calificaba como inquietante. Afortunadamente, el ancho significativo del camino, que permitía que dos zelconianos adultos caminaran uno al lado del otro con las alas extendidas, me hizo sentir seguro caminando en el medio.
A pesar de estar tallada directamente en la montaña, Synsara era brillante y luminosa. Entre las piedras pálidas, los cristales blancos brillantes incrustados en los hermosos tallados en las paredes y la luz del día que atravesaba la cúpula de la ciudad, los zelconianos habían logrado algo que yo no hubiera creído posible.
Para mi agradable sorpresa, varias plantas y árboles adornaban los senderos, algunos parecían como si hubieran crecido a través de la roca para extender sus brazos hacia la luz de arriba. Las fachadas cambiaron de claramente residenciales a verse más comerciales u oficiales a medida que nos acercábamos al centro de nuestro nivel actual de Synsara.
—Todos los niveles de la ciudad tienen áreas de almacenamiento, graneros y lo que calificaría como negocios—, explicó Jungkook, señalando cada uno a su vez. —Tenemos una forma de moneda, pero no se usa mucho. El comercio sigue siendo la forma de comercio dominante aquí. Un tercio de nuestra población trabaja en el comercio de artesanía más tradicional, pero la mayoría trabaja en la formación de cristales y la investigación tecnológica. Una serie de plataformas flotantes las conecta, por lo que todas están perfectamente alineadas en todos los niveles —.
—¿Plataformas flotantes?— Pregunté, animándome.
Jungkook se rió entre dientes ante mi reacción. —Hay plataformas flotantes en todas partes. Simplemente se esconden a plena vista. Hay muchas razones por las que alguien podría no querer volar o no poder hacerlo, y quedaría varado sin ningún medio de transporte. Te alegrará saber que, tan pronto como una plataforma comienza a moverse, se erige un campo de energía a su alrededor para evitar que el objeto o la persona se caigan —.
—¡Gracias por eso!— Dije, sintiéndome casi desmayado por el alivio. —Ven, vamos a probar uno ahora—.
Intrigado, dejé que me llevara de la mano hasta una entrada tan ornamentada que pensarías que era una joyería.
—Párate en la plataforma—, dijo Jungkook, señalando un lugar no notable en el suelo.
Tan pronto como lo hice, los bordes de un gran cuadrado se iluminaron a mi alrededor.
—¡Oh, vaya!—
Jungkook sonrió. —Puedes usar tu mano o tu pie para controlarlo. La mano es más intuitiva. Sostén tu mano frente a ti. Para hacerlo subir, gesticule hacia arriba como si le dijera a alguien que se pusiera de pie. Haz un gesto hacia abajo para hacerlo bajar. Y de lado para decirle que se detenga. La velocidad de su movimiento también afectará la velocidad de la plataforma. Intentalo.—
