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Habían pasado algunas horas desde que Mario había emprendido vuelo desde el edificio "Hogar verde" y se encontraba en una zona de la cual parecía tranquila ya que no había rastros de monstruos o humanos al parecer ya que no había percibido nada.

Nix, ¿Puedes percibir algo?

No...al parecer no hay peligro aquí, creo que ya puedes aterrizar

En eso Mario comenzó a descender sigilosamente para después tener un buen aterrizaje.

Había llegado a una zona abierta, y de ahí pareció estar cerca de un campo por lo cual no podía evitar sentir nostalgia de su adolescencia en México cuando iba con su tía e incluso llegó a ir con su hermanita.

Mario ¿Este lugar te recuerda algo?

Momentos felices...es todo

Me alegra que aún puedes pensar en eso después de todo

Solo quiero ser fuerte no solo por Hyun-soo sino por mi también

Ya verás que los dos volverán estar juntos

Gracias Nix

Mario decidió dejar que Nix descansara un rato mientras que exploraba el lugar y también que buscaba una casa o choza para poder descansar porque había volado por muchas horas.

En eso había escuchado algo moviéndose cerca entonces se estaba poniendo alerta mientras que por suerte llevaba consigo su machete y sus ojos cambiaban de color.

Pero de ahí empezó a ver movimiento hasta que se dejó ver una figura de una chica que al parecer era extranjera pero la diferencia es que ella al parecer era infectada porque podía notar que sus ojos estaban negros pero su aspecto era como los de un reptil porque veía que sus brazos, cuello y los costados de su rostro estaban cubiertas por escamas y le estaba mostrando una expresión amenazante pero la mayor sorpresa fue cuando Mario identificó de quién se trataba.

Elena ¿Eres tú?--.dijo Mario en español.

La expresión de ella pareció estar desconcertada ante eso pero al parecer ella lo identificó también.

¿Mario?--.dijo ella sorprendida.

Si, soy yo...me sorprende que tú...--.decia Mario tratando de no ser directo.

Si, ya se que mi aspecto no es el mejor... Pero Mario yo pensaba que te encontrabas en el refugio con los humanos o incluso llegué a pensar que estabas muerto pero me sorprende que sea un infectado especial pero me alegra que sigas vivo--.decia Elena aliviada.

Yo también estoy contento de que estés bien--.dijo el.

Mario...la infección te dio de manera diferente...es decir tus ojos se encuentran en dos colores--.decia ella mirando detalladamente.

Es una larga historia--.respondió.

Luego me cuentas eso--.dijo ella.

Elena ¿Te encuentras sola?--.pregunto Mario curioso.

No, de hecho estoy con tres personas más que también son infectados especiales--.le respondió.

¿Crees que pueda ir contigo a tu refugio? Es que he hecho un largo viaje y si me gustaría tomar un descanso--.le dijo Mario.

Claro, todo por un buen amigo--.dijo ella mientras ambos de iban

Elena fue la primera amiga que había hecho Mario desde que se había venido a vivir a Corea, ella era colombiana y estaba estudiando finanzas. De verdad que le tiene una gran respeto a ella ya que era bastante buena con los números.

Estuvieron caminando para después llegar a una pequeña casa de campo para después ella tocara a la puerta y avisara que venía acompañada, en eso se dio a la vista a tres personas más. Dos chicos y una chica, ellos también eran extranjeros pero la infección los volvió especiales.

Mario quiero que conozcas al grupo--.le decía Elena.

El primer chico, Elena le había dicho que era Japonés y su nombre era Teika y pues era un infectado, era de complexión delgada, pálido, de cabello lacio y oscuro. La infección que su aspecto pareciera a la de un puercoespín ya que de su espalda y detrás de los brazos le salían espinas, además veía que tenía una cola larga y de la punta también tenía espinas.

Es un gusto conocerte Mario--.se presento en coreano.

Es un gusto--.le respondió.

El segundo chico, era de Canadá y su nombre era Oliver, al igual que Teika era pálido pero la diferencia es que el tenía el cabello castaño y ondulado, su complexión si era más fuerte pero tenía la misma estatura de Teika y la infección provocó que sus manos tuvieran unas grandes garras y también tiene una cola como la de Teika pero estás era más de escorpión.

Hola Mario--.dijo el en coreano.

Es un placer conocerte Oliver--.dijo Mario.

Me alegra de que el grupo crezca mas--.dijo el.

La chica que le había presentado Elena, era de Cuba y su nombre era Bárbara, era de complexión delgada, tenía el cabello rizado y oscuro, era morena. Ella al igual que Elena mostraba facciones de reptil pero tenía cubierta su boca con una pañoleta.

Bárbara deberías mostrarle a Mario--.dijo Elena.

Y-Yo--.decia ella nerviosa.

No es necesario Elena, si ella no quiere mostrarme no la voy a obligar--.dijo Mario.

N-No...ahora eres parte del grupo ahora y deberías saber--.decia Bárbara tímida.

En eso Bárbara se estaba quitando la pañoleta para después dejaba expuesta su boca para luego ver qué está estaba extendida hasta sus mejillas y de ahí sus dientes estaban puntiagudos pero Mario no le asustó eso.

¿Puedo?--.decia Mario al acercar su mano a ella.

S-Solo se gentil--.dijo ella un poco nerviosa.

Mario puso sus manos al costado del rostro de Bárbara y empezó a pasar sus dedos suavemente a los costado en donde se encontraban sus dientes pero de ahí noto algo particular, vio que tenía una parte lastimada.

¿Te lastimaron?--.pregunto Mario.

Hace poco los soldados atacaron nuestro antiguo refugio y uno de ellos le dio en la cara a Bárbara, por eso le ocurrió eso y se volvió muy sensible por ello ella lo cubre--.explico Elena en coreano para que Oliver y Teika asintieran.

Por ello nos mantenemos ocultos para que no nos sigan lastimando mas--.dijo Oliver.

Queremos ser libres y no ser las ratas de laboratorio de los científicos...perdimos a alguien especial...los soldados lo capturaron --.decia Teika.

Yo también perdí a alguien especial pero a él no lo capturaron...el se entregó voluntariamente y no se si seguirá vivo--.dijo Mario.

Por ahora quédate con nosotros Mario...aquí estarás a salvo--.dijo Oliver.

Mario sonrió para luego sentirse aliviado de haber encontrado un dulce hogar ahora.

Yo te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora