La primera ronda fue un completo desastre. Cassie no había jugado nunca a aquel juego y, además, se le sumaban los nervios por querer ganar a toda cosa, por lo que Hunter contaba con bastante ventaja. Con el primer vaso tardó mucho, demasiado, en conseguir que se quedara boca abajo, y cuando le dio la vuelta al segundo, Cox ya llevaba un rato intentando darle la vuelta a su tercer vaso, por lo que la primera ronda estuvo perdida desde el principio.
Tras escuchar los aplausos y bajo la atenta mirada de Tyler y de todas las personas que rodeaban la mesa, Cassie cumplió con su parte del trato y se bebió la primera copa de cerveza. No le asustó hacerlo, había bebido alguna vez aquel líquido amarillento en alguna celebración importante con sus tías, así que su sabor tampoco le desagradó.
Con lo que no contaban ninguno de los presentes era que Cassie averiguó con facilidad el truco de aquel juego y su segunda ronda fue mucho más fácil que la anterior. Aunque Hunter cogió algo de ventaja con el primer vaso, Cassie lo alcanzó llegando a dar la vuelta a su tercer vaso antes de que el jugador de baseball le adelantara. Escuchó aplausos de gente que se alegraba de que lo hubiera vencido, principalmente de los jugadores de fútbol, quienes no simpatizaban demasiado con Hunter Cox. Bebió del vaso con resignación y ambos se colocaron para la última ronda.
La tercera ronda era la que definía si Cassie debía marcharse a casa o si Vanessa y Hunter la dejaban tranquila hasta que ella misma decidiera que estaba harta de aquella fiesta. La tensión no solo se palpaba entre ellos dos, sino entre todas las personas que los rodeaban, que, aunque no fueran todos los invitados a la fiesta, eran bastantes. Tyler estaba desquiciado. No sabía qué narices había apostado contra Hunter, pero tenía claro que nada bueno. Y de perder aquella partida, Cassie tendría que cumplir con su palabra y le sería muy difícil conseguir que no lo hiciera. No por Hunter, porque sabía que entre él y sus amigos conseguirían frenarlo, sino por Cassie. Sabía que fuera lo que fuera que tenía que hacer, lo haría, pues era el tipo de persona que cumplía con su palabra.
En cuanto, Vanessa dio el "toque de salida", ambos empezaron a dar la vuelta a su primer vaso. Hunter no tardó en darle la vuelta, mientras que a Cassie se le atascó. Maldita sea. No podía perder, no solo estaba en juego irse de allí, sino su dignidad y ante Vanessa no pensaba perderla. Le dio la vuelta al primer vaso, mientras que Hunter iba ya por su tercero. Sin embargo, a la primera consiguió poner el segundo vaso en su sitio y se centró rápidamente en el tercero. Un pequeño fallo y se iría todo a la mierda. Miró durante una milésima de segundo a Hunter, concentrado, y justo cuando pensaba que no ganaría, todos los planetas se alinearon y tras tambalearse un poco, el vaso quedó perfectamente colocado boca abajo sobre la mesa. No fue muy consciente de que había ganado hasta que escuchó, por encima de todo el mundo, los gritos de Thompson. Si él estaba eufórico, eso significaba que Hunter Cox, su mayor rival, había perdido estrepitosamente la partida.
Levantó la vista y al ver la decepción y la rabia en la cara de Vanessa, no tuvo dudas de que nadie sería capaz de echarla de aquella fiesta. Sonrió triunfante y se giró para alejarse de aquellas dos personas a las que no quería ver ni a cien metros de ella.
—¿Qué has hecho? —le preguntó Tyler riéndose.
—Cuidar de mí misma. Te dije que sabía hacerlo solita.
—No, está claro que no necesitas ayuda de nadie —confesó, mientras caminaban hasta la cocina.
—Miller, chapeau —dijo Scott acercándose a ella—. Menuda paliza le has metido a Hunter. No lo había visto tan derrotado desde la última vez que le di una hostia en su estúpida cara —Cassie no pudo evitar sonreír.
—Gracias, supongo.
Se alejó de ellos y lo perdieron de vista.
—¿Y se puede saber a qué ha venido todo eso? —curioseó Tyler.
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Último curso en Westhill River
RomantizmEl último curso de instituto parecía ser igual que los demás. Sin embargo, una charla con la orientadora hace que Tyler y Cassie se replanteen su futuro. Tyler Danforth es uno de los mejores jugadores del instituto, pero si quiere ir a una buena un...