—¿Has estudiado para el examen de Física? —le preguntó Grace desde el otro lado del teléfono.
—Sí, además mañana tengo todo el día para hacerlo.
—Vale... ¿A qué hora va Ty a buscarte?
—En quince minutos —respondió mirando el reloj.
—Vale, abrígate que hace frío y nada de estar los dos solos en casa
—replicó.Aunque no la podía ver, Cassie sabía que Grace estaría moviendo su dedo índice arriba y abajo, como hacía cada vez que le advertía de algo.
—Que sí...
—¿Sabes a dónde vais a ir?
—No, pero supongo que no saldremos de Westhill River, así que no te preocupes.
—No llegues muy tarde, que ya es de noche.
—Vale. Te quiero —cortó a su tía.
Se dirigió hacia el espejo para comprobar que estaba todo en su sitio. Se había puesto algo de sombra de ojos (algo que no solía hacer) y se pintó los labios de un color rosado, diferente al que solía llevar. Asintió a su imagen del espejo y se acercó al perchero para coger su chaqueta. Afuera debía hacer bastante frío.
Estaba nerviosa, era algo que Tyler provocaba en ella cada vez que lo veía o incluso hasta cuando sólo pensaba en él. Se preguntaba si alguna vez se le pasarían esos nervios. Puede que nunca.
Sonó el timbre y su corazón se aceleró aún más.
Abrió la puerta y se encontró con Tyler, abrigado con la chaqueta azul de mangas blancas del equipo de fútbol. Sonrió al verla y se acercó hasta ella para darle un beso en los labios.
—Parrot, ¿eh? —dijo ella señalando el logo del instituto de su chaqueta.
—Puedes sacar al chico de los Parrots, pero nunca al Parrot del chico
—ambos rieron—. ¿Lista?—Sí, sólo tengo que cerrar la casa.
Salió al porche y dio un par de vueltas a la llave para cerrar toda la casa.
—¿Dónde tienes el coche?
—¿Cassie Miller dispuesta a montarse en un coche? ¿Justo hoy que no lo he traído?
—¿Y se puede saber cómo has venido?
—En bici.
Cassie abrió los ojos de par en par al ver la bici que él le estaba mostrando.
—¿Has venido en bici?
—Sí, ¿qué pasa? Pensabas que no sabía montar, ¿o qué?
—No, ósea sí —corrigió—. Pero creía que no eras capaz de separarte de tu amado coche.
—Mi coche es la cosa más preciada que tengo, pero por un día, podía hacer una excepción.
—¿Y eso es porque...? —preguntó ella, sin embargo, se imaginaba la razón por la que Tyler había decidido coger la bici.
—No quiero que te mueras por subirte a mi coche. Te recuerdo que la última vez casi te da un infarto.
—Mentira. La última vez fuimos al hotel de tu padre y lo llevé bastante bien.
—Cierto. Aún me pregunto por qué. ¿No será porque soy el mejor conductor del mundo?
Rodeó su cintura con las manos y la acercó aún más a él.
—¡Qué creído te lo tienes! —dijo apartándolo de ella, sin dejar de sonreír—. Digamos que no lo haces tan mal.
—¿Sabes? Algún día conseguiré que te quites ese miedo y conduzcas un coche.
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Último curso en Westhill River
RomanceEl último curso de instituto parecía ser igual que los demás. Sin embargo, una charla con la orientadora hace que Tyler y Cassie se replanteen su futuro. Tyler Danforth es uno de los mejores jugadores del instituto, pero si quiere ir a una buena un...