Capítulo 45: Bajar la Luna

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Tyler tenía un plan.

Uno demasiado bueno. Al menos en su cabeza. Sin embargo, necesitaba asegurarse de una última cosa antes de lanzarse a la piscina y no encontrar agua en ella.

Por eso mismo, en cuanto vio a Wilson al otro lado del pasillo, Tyler no dudó ni un solo instante en abordarlo a toda velocidad. Sabía que el moreno siempre iba de un lado a otro con prisas. Algo lógico, pues estar apuntado a mil extraescolares y asignaturas optativas no debía ser una tarea tranquila.

—Danforth, tengo prisa —escupió en cuanto Tyler lo frenó.

—Lo sé, lo sé, sólo te robaré un segundo. ¿Sabes si Cassie ya ha aceptado ir al baile con alguien? —esperó nervioso la respuesta de Alex y se decepcionó al escucharla.

—Sí —dijo serio, pero rápidamente sonrió—. Conmigo —Tyler suspiró aliviado—, pero si se lo pides tú, podré soportar ir solo.

—Bien, genial. No me refiero a que vayas solo —rectificó—. Estoy seguro que encontrarás a alguien —Alex asintió. No lo creía posible, pero su amiga merecía ir con Tyler Danforth al baile.

—Pero, como no te des prisa, estoy convencido de que el bobo de Sanders tiene algún plan para pedírselo —Tyler puso los ojos en blanco—. No creo que ella acepte, pero ¡quién sabe! Y créeme, prefiero mil veces que vaya contigo.

Tyler sonrió. Eso significaba que tenía la aprobación de Alex y, aunque a él no le importaba, sabía que Cassie valoraba mucho la opinión de su mejor amigo.

—No te preocupes. Pero necesito tu ayuda.

—Dime.

—Lo primero que es mantengas alejado al idiota de Sanders durante teatro y lo segundo es que necesito llegar antes que ella a la biblioteca y el entrenador nunca nos regala un mísero minuto.

—Vaaaale... Entonces, quieres que encierre a Sanders en el cuarto de las escobas para que no haga ninguna gilipollez —Tyler se echó a reír—, y que entretenga a Cass un rato a la salida de teatro.

—Eso es. Te mandaré un mensaje cuando esté listo.

—Está bien. Haré lo que pueda, pero no prometo nada, Danforth —Tyler asintió—. Me voy que llego tarde —dijo nervioso mirando el reloj.

—Gracias, Alex —mencionó mientras que el moreno salía corriendo a toda prisa.

Y Alex se derritió un poco al escuchar su nombre de parte de Tyler Danforth.


Eran las cinco en punto cuando el profesor Fisher dejó que todos los alumnos se fueran a sus casas. Entendía el cansancio que tenían los lunes (según él, el día menos productivo de la semana) y por eso los dejaba salir puntuales.

Algo que a Alex no le gustó ni un pelo. ¿Qué iba a hacer para distraer a Cassie más de veinte minutos? Tenía entendido que sus clases con Tyler empezaban a las cinco y cuarto porque él no podía salir antes de su entrenamiento, así que Cassie tenía que llegar tarde para que él llegara a tiempo.

—Cass, escucha —Alex se agachó a su lado, mientras que ella guardaba su cuaderno en la mochila—. Ahora que se han cerrado las candidaturas para rey y reina del baile, cosa que me parece fatal que no te hayas presentado...

—Sabes que no me gusta ese rollo. No necesito que me nombren reina del baile, para serlo —echó el pelo hacia atrás con su mano y se rio.

—¡Chica! Cassie Miller se ha vuelto una diva —la joven se echó a reír—. Aunque el puesto de diva reina sigue siendo mío —Cassie puso los ojos en blanco sin dejar de reír.

Último curso en Westhill RiverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora