No sabía a dónde ir. No le apetecía mucho ir a casa y estar sola, con sus pensamientos, pero tampoco quería ir a la cafetería y que su tía le llenara la cabeza de cosas y mucho menos trabajar. Así que cuando recibió un mensaje de Alex avisándole de que Emily estaba en su casa, no dudó ni un segundo. Se fue hasta allí.
Cuando Alex le abrió la puerta y vio a Emily sentada en el sofá, sintió como si algo se revolviera dentro de ella.
Si ella estaba allí, eso significaba que todo era aún más cierto y real.
Si ella estaba allí, era porque había descubierto la verdad.
Si estaba allí, era porque Scott había hecho la apuesta, y, entonces, no había hueco para tener ni una sola duda más.
—Por tu cara, creo que tampoco traes noticias buenas —comentó Alex dejándola pasar.
—¿Qué haces aquí, Emily?
—Fui a hablar con Scott y me lo confesó todo.
—¿Qué dices?
Cassie se quitó la chaqueta y se sentó en el sofá, a su lado.
—La apuesta era real. Sólo soy una burla de cincuenta dólares. ¡Cincuenta dólares! Eso es lo que valgo.
—¿Y qué le has dicho?
—Eso, dinos. Me lo estaba contando justo cuando has llegado —clarificó Alex a Cassie—. Por favor, espero que le hayas dado una patada en los huevos.
—Nada.
—¿Qué?
—Que no he hecho nada. Me he quedado bloqueada. No he sabido qué decir.
—Emily, por Dios.
—Es que no sólo ha sido Scott, también han sido todas las animadoras, todo era mentira. Sólo me aceptaron en el equipo para reírse de mí, ¿os lo podéis creer?
Se tapó la cara con las manos y empezó a llorar. Alex y Cassie se miraron y sin decir nada, se acercaron a ella y le abrazaron. Daba igual todo lo que había pasado en esos últimos meses, era su amiga y siempre estarían para apoyarla.
—¿Sabéis lo idiota que me he sentido?
—Puedo imaginarlo. Danforth ha hecho lo mismo —confesó Cassie.
—¿Qué? No, por favor, no me digas eso. Confiaba mucho en Tyler
—dijo Alex decepcionado—. ¿Cómo lo sabes?—No podía más y he ido a su casa. Mi vídeo de Juilliard se ha esfumado de repente.
—¿Qué? Jooo, nooo.
Alex parecía más triste que enfadado. Confía bastante en que Tyler Danforth fuera una buena persona, diferente a su grupo de amigos. Desde luego, no podía estar más equivocado.
—Dime que tú si le has dado una patada en los huevos.
—No, pero créeme que lo habría hecho con mucho gusto. Eso sí, no me he quedado callada y le he mandado a la mierda.
—Menos mal. Ya pensaba que mis dos amigas habían perdido la razón.
—Puede que yo sí la haya perdido un poco —confesó Emily—. No sé en qué he estado pensando estos meses. Os he dado de lado, os he dejado por ese grupo de ratas.
—No te preocupes, al menos has vuelto.
—Pensábamos que te habían lavado el cerebro por completo.
—Puede que sí que lo hicieran —dijo Emily avergonzada—. He hecho cosas que nunca pensé que haría. Me he portado muy mal con vosotros. Lo siento tanto.
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Último curso en Westhill River
RomanceEl último curso de instituto parecía ser igual que los demás. Sin embargo, una charla con la orientadora hace que Tyler y Cassie se replanteen su futuro. Tyler Danforth es uno de los mejores jugadores del instituto, pero si quiere ir a una buena un...