Con la mirada fija en la carretera, la mano agarrada sobre el manillar y apretando la mandíbula con demasiada tensión, Cassie intentaba controlar cada movimiento que Tyler hacía con el coche. Cada bache era un suplicio y cada curva, un tormento, pero por suerte, no llovía. Aunque de haberlo hecho, no se habría subido en su coche, ni, aunque Danforth se hubiera arrodillado suplicante. Nunca, jamás, ni en sueños se montaba en un coche durante una tormenta. De hecho, si alguien quisiera torturarla, no habría mejor manera de hacerlo que montarla en un coche en medio de una tormenta. Sin embargo, aquel día, el cielo estaba despejado y los rayos de sol todavía se colaban por los cristales del coche.
Estaba tan concentrada en que Tyler condujera de forma correcta y segura, que no se dio cuenta de que Tyler había intentado sacarle conversación y que ella no había respondido, ni siquiera con un simple sonido afirmativo o negativo.
Tyler miraba concentrado la carretera, pero de vez en cuando echaba un vistazo a Cassie y lo callada que iba. No había pronunciado ni una sola palabra desde que habían salido del instituto y le dio la dirección de su casa, y sinceramente, no entendía qué le pasaba. El castaño temía que todo el buen rollo que habían conseguido el día anterior, se hubiera desvanecido por haber abandonado la estúpida bici de Cassie en el parking del instituto. ¿En serio no le iba a hablar por no haber ido en su bicicleta? ¿O había dicho algo indebido? No, posiblemente no, porque en su mente se guardaban muchas preguntas indebidas acerca de la vida de Cassie y, en cambio, nunca habían salido por su boca.
—Es aquí —pronunció ella por primera vez desde que se había subido al coche.
Había abierto la boca porque estaba ansiosa por bajar de ahí y meterse en su casa, un lugar seguro. Era cierto, que no podía negar, que Tyler condujera mal. De hecho, lo hacía bastante bien, pero hasta que se acostumbrara a ello, tendría que montar varias veces en su coche y estaba bastante segura que eso no iba a pasar.
—Vale.
El jugador aparcó y ambos se bajaron del coche. Por supuesto, la primera en bajar fue Cassie, para respirar aire de la calle. Esperó a que Tyler cogiera su mochila de los asientos traseros, antes de caminar hacia su casa.
Tyler se fijó en la casa de Cassie. Tenía bastante curiosidad en saber cómo sería esta. No se sorprendió al verla por fuera, decorada igual que todas las casas de Westhill River: tejado de color gris oscuro y con la fachada en color blanco. Sin embargo, le llamó la atención ver que la casa era de un solo piso y no de dos o incluso más. Estaba acostumbrado a estar rodeado de casas más altas y grandes que la que tenía enfrente en ese momento. Por supuesto, sabía de la existencia de estas, pero no solía ir mucho a aquella parte de la ciudad, él estaba más acostumbrado a la parte más rica. Lo más cerca que había estado de aquella zona, era a un par de calles más a la derecha, en donde se encontraban casas un poco más grandes, como la de Ryan.
Ambos caminaron hacia la entrada. Un porche decorado con algunas flores muy bien cuidadas y con un par de sillas y mesitas bajas a los lados de estas. Cassie introdujo la llave en la cerradura y, tras darle varias vueltas, abrió la puerta de casa.
—Pasa —dijo haciéndose a un lado para que él entrara primero. El joven solo asintió y acató la orden.
Cassie siguió los pasos del joven y se acercó a la alarma antirrobo para desconectarla. Tyler miraba con curiosidad aquella casa que no tenía mucho más que lo que sus ojos veían. Lo primero que había era un gran salón-comedor-cocina y de este a cada lado había varias puertas y una al fondo que daba al jardín trasero. A su derecha, le pareció ver que estaba la habitación principal y al fondo, había una puerta cerrada que debía ser la despensa o la lavandería. A su izquierda, tres puertas. Dos habitaciones, algo más pequeñas que la primera y entremedias de estas, otra puerta cerrada que Tyler imaginó que sería el baño principal.
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Último curso en Westhill River
RomanceEl último curso de instituto parecía ser igual que los demás. Sin embargo, una charla con la orientadora hace que Tyler y Cassie se replanteen su futuro. Tyler Danforth es uno de los mejores jugadores del instituto, pero si quiere ir a una buena un...