🤍 Capitulo 11 🤍

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No sabía cuánto tiempo había pasado pero hoy era Sábado, no tenía porque salir u otra cosa así que estaba tranquila, hasta que alguien tocó la puerta.

Rápidamente me puse una sudadera y un pantalón flojo para ir a abrir.

-¿Se te ofrece algo?- dije al ver a Marco detrás de la puerta, es un estupido, ¿como puede llegar así como así a mi casa después de dejarme sola en mis peores momentos?.

-Perdoname, fui un tonto.- dijo Marco con la mirada agachada y yo estaba sentida, pero tampoco duraría toda la vida enojada con el.

-Fuiste mas que un tonto, Marco, fuiste un completo idiota.- lo mire enojada y en me abrazo.

-Lo siento, lo siento, es solo una amiga que no veía hace mucho tiempo.- yo le devolví el abrazo.

-¿Quieres pasar?- lo invite y el negó apenado.

-Lo siento, tengo cosas que hacer, solo que la conciencia me mataba, no quiero estar mal contigo.- le sonreí y el me devolvió el gesto.

-Bueno, cuídate.- sin más que decir, Marco se fue. Yo pensaba quedarme todo el día así, sinceramente no me daban ganas de cambiarme.

Estaba de nuevo viendo por aquella ventana cuando me llegó un mensaje

Sebass 🫀

S: HOLAA.

D: Hola.

S: ¿Otra vez triste por el, verdad? Ya deja de clavarte, te mereces algo mejor.

D: No lo entiendes, Sebastián.

S: Daila, es en serio.

D: Pff.

S: Vamos a una fiesta ¿que te parece?.

D: Por dios Sebastián, no voy a cambiar de mentalidad solo por tus fiestas, antros y borracheras.

S: Dalee, irán sólo los que ya te presente y también Diego

D: Ya que.

S: Paso por ti a las 8, babaii.

(Fin de la conversación)

Había aceptado solo porque iría Diego y.......porque era invitación de Sebastián.

Me quede pensando unos minutos en que ponerme hasta que reflexione, no estaría así por un hombre. Me arregle demasiado, tarde unas 5 horas (sin exagerar, en serio quería verme linda), me puse un vestido blanco pegado que dejaba apreciar mi pequeña cintura, era de mangas transparentes que dejaban ver perfectamente mis brazos, pero tenían un recorte en el hombro izquierdo, el vestido era arriba de la rodilla. Mi maquillaje fue natural, odiaba maquillajes cargados así que solo me enchine las pestañas, me coloqué un poco de rímel, me hice un delineado y me puse un gloss rojo que parecía muy natural.

Seguía arreglándome cuando me entró una llamada.

-hola Dai, ya estoy afuera de tu casa-

-Voy bajando, solo me pongo perfume y listo.-

-Bueno, te espero.-

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora