Narra Daila:En toda la mañana no me he parado de mi cama, ¿razón? Me siento peor que cuando de pequeño se te moría una mascota. Lo único que he hecho es llorar y drogarme, porque si, he recaído, es impresionante como en tan solo unos días lo he hecho unas 8 veces y aunque se que me costará salir de esto, por ahora es la única salida que encuentro.
-Dayiyii.- saludó Kevin mientras traía mi desayuno a la cama, me dijo que se hará cargo de mi hasta que me recupere,
-Hola.- salude seca.
-Por dios Daila, no puedes estar así por un idiota que no te valora! Mejor pasa estos días con tu hermano y muéstrale que estás feliz, el no se querrá ir hasta que no te vea al 100.-
-No lo entiendes, todas las niñas mueren por ti. Si tú quieres con una niña ella querrá contigo porque eres el típico famoso galán que nunca rechazan.- me senté en la cama enojada.
-Claro que me han rechazado y sigo pasando por eso, así que te entiendo completamente.- se sentó al lado mío. -Ve como te estás demacrando, solo han pasado varios días y estás pálida, tienes ojeras, los ojos hinchados y estás bajando muy rápido de peso.- me quede en silencio.
-Amar también es soltar, Daila.- esas palabras se sintieron como un balde de agua fría, y como siempre comencé a llorar.
-Lo siento por haberte dicho lo de antes, solo estoy enojada.- Kevin me abrazo y se recargó en la cabecera de la cama mientras acariciaba mi mano.
-Te entiendo y te prometo que esto pasará rápido, si te lo propones podrás olvidarlo, harás de nuevo tu vida, harás mas amigos, conocerás a mas personas y muchas cosas más.- me explicó.
-Gracias Kevin.- lo mire a los ojos y el me sonrió.
-Te quiero, preciosa.- soltó para después darme besos suaves por toda la cara mientras yo reía.
Después de desayunar Kevin me invito a una cafetería para despejarme, estar con el me hacía sentir bien así que acepte.
Narra Kevin:
-Por dios Daila, no puedes estar así por un idiota que no te valora! Mejor pasa estos días con tu hermano y muéstrale que estás feliz, el no se querrá ir hasta que no te vea al 100.- Trate de animar a Daila ya que se veía bastante mal.
-No lo entiendes, todas las niñas mueren por ti. Sirtú quieres con una niña ella querrá contigo porque eres el típico famoso galán que nunca rechazan.-
Si supieras, bonita. Si supieras que me muero por un beso tuyo, que mi corazón late tan fuerte cuanto te tengo cerca, que me imagino toda una vida contigo pero yo te amo a ti y tú lo amas a él...
Después de esa platica para tratar de animarla no se cómo pero terminamos recostados en su cama abrazados. Sentirla así de cerca hacia que mi corazón explotara, si tan solo ella supiera cuánto la amo.
Narra Daila:
Cuando llegamos al café rápidamente me percaté de que ahí estaba Sebastián con Lu y al ver mi cara, Kevin también lo noto.
-¿Quieres que nos vayamos?- preguntó abrazándome por los hombros pero yo negué,
-No, tengo que superarlo.- suspire y nos sentamos en una mesa para dos.
Empezamos a charlar de cualquier cosa cuando vi que Sebastián estaba riendo con Lu y después se abrazaron, no evité ponerme celosa pero volví a suspirar, trate de charlar de nuevo con Kevin pero no lo logre.
-Esta haciendo algo con ella, ¿verdad?- me miro a los ojos y yo asentí para después agachar la mirada, quise irme pero quería demostrar que estoy logrando salir de esto aunque fuera totalmente falso.
-No quieras hacerte la que puede con esto, es malo ocultar tus sentimientos.- me dijo Kevin para después levantarme de mi lugar y llevarme al lugar donde se paga. Llevaríamos nuestros cafés para tomarlos en el auto.
Mientras Kevin pagaba volteé de nuevo y ahí estaba, el chico que amaba besando a la chica que toda la relación me causó inseguridad, besando a su ex, besando a la chica con la que me dijo que no tenía nada. Esta vez no pude más, intenté pero no lo logre, comencé a llorar y el aire comenzó a faltarme, de repente llegó Kevin al lado mío y al ver la escena rápidamente me tomo de la mano y me llevo corriendo al auto, al llegar se subió a la parte de atrás conmigo.
-¿Que tienes?.- quise hablar pero cada vez me ahogaba más con mi respiración. -Coloca tus manos en tu cuello, haz tu cabeza para atrás y trata de respirar.- hice lo que Kevin me pidió y estaba funcionando, cada vez respiraba mejor. Después de unos 10 minutos me tranquilice por completo.
-¿Ya estás mejor?- pregunto y yo asentí. -Bonita, no puedes ocultar tus sentimientos así.- advirtió acariciando mi mejilla.
-Acabó de terminar con el hace unos días. ¿Por que se tendría que besar con la chica que toda la relación me causó inseguridad?.
-Te entiendo, Dai. Ven, vayamos afuera para tomar aire fresco.- yo asentí, salimos y nos sentamos en una banca mientras nos tomábamos nuestro café, lo terminamos y me quede dormida en el pecho de Kevin.
Narra Sebastián:
Salí de la cafetería junto a Lu cuando vi a Daila de nuevo, estaba con Kevin y ella estaba dormida en su pecho. Me sentí celoso al principio pero después pensé ¿Por que tendría que afectarme verla con alguien mas? Ella se fue porque quiso y ahora yo tengo que rehacer mi vida también.
-¿En que piensas?- preguntó Lu, quien venía al par mio.
-En nada.- dije saliendo de mi trance. -Oye, ya tengo que irme a mi casa. Hasta pronto.- me despedí mientras corría a mi auto.
Narra Daila:
Cuando desperté después de un rato, ya me encontraba acostada en mi cama y al parecer Kevin estaba sentado en el lugar vacío, viendo el celular.
-Kevin ¿que haces aquí?- pregunté mientras tallaba mis ojos.
-Estaba esperando a que despertaras para poder despedirme.- me sonrió. -Ire a ver unos temas urgentes de trabajo y después iré con mi mamá, así que quizás tardo, pero no quería dejarte aquí sola sin que supieras a dónde fui o algo así.-
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo