🤍 Capitulo 28 🤍

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Narra Daila:

Llegamos a Ciudad de México y Kevin me llevo a su casa, una muy grande como para vivir solo por cierto.

-Siéntete como en tu casa porque de ahora en adelante será tu casa.- me dijo mientras entraba a la casa para después cerrar la puerta.

-Sabes, te vas a llevar bien con las chicas.- hablo Kevin para romper el hielo.

-¿Que chicas?-

-Las parejas de los futbolistas, son buenas personas.- me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

Quedamos en otro silencio cuando Kevin se sentó en el sillón.

-¿Quieres escuchar música mientras arreglamos tu habitación?- yo sonreí divertida mientras asentía. -Bien, escuchemos a Taylor Swift. No se mucho de ella ni de sus canciones pero Diego me contó que eras súper fan.- yo asentí y Kevin puso la música en la bocina, arrancamos la música con "Karma" de Taylor.

Estábamos pintando la que sería mi habitación cuando Kevin habló.

-No entiendo, ¿por que diría "el karma es un gato"? La letra no tiene sentido.- crítico la letra de Karma por lo que yo le lance un poco de pintura.

-Oye! Las canciones son buenas y las traducciones si tienen un significado.- le explique haciéndome la molesta cuando Kevin me lanzo pintura de regreso.

-No quería lanzarte pintura, pero me obligas.- abrí la boca ofendida y comenzamos en una guerra de pintura mientras terminábamos de pintar la habitación.

Después de un rato terminamos, y si, estábamos manchadisimos de pintura blanca.

Comenzamos a meter mis cosas a la habitación, como un buró para maquillarse, luces led, un escritorio, la cama y mi closet.

Terminamos después de unas 3 horas. Kevin y yo nos tiramos al sillón exhaustos.

-Wow, fuimos rápidos.- se sorprendió mientras miraba el reloj.

-Yo fui la rápida.- le recordé, pues según el que "no sabía" de Taylor Swift se la pasó gritando las canciones mientras yo hacía todo.

-¿Eso crees?- se acercó amenazante a mi.

-Por supuesto.- no evite ponerme nerviosa, pues Kevin cada vez se acercaba más y más.

-Estás nerviosa.- rio.

-Para nada.- quise disimular mi nerviosismo.

Nuestras narices se juntaron, estábamos a tan solo centímetros y de nuevo vi ese brillo y color de sus ojos que me encantaba apreciar.

Le sonreí y el me devolvió la sonrisa pero antes de alejarse me dio un beso en la mejilla.

-¿Quien te dio permiso de hacer eso?- lo mire indignada y el rio.

-¿Que? ¿Esto?- me dio otro beso en la mejilla.

-Deja de hacer eso, Kevin.- reí y al parecer el no me tomo en serio porque me dio otro beso y más besos hasta llenarme la cara de besos rápidos.

-Kevin!- reía mientras trataba de apartarlo.

Después de esa escena graciosa nos duchamos y se hizo de noche.

-¿Ordenamos algo para comer?- me preguntó mientras revisaba que pedir en su celular.

-Mmm okay.- me encogí de hombros.

-Pidamos pizza.-

-¿Puedes comer eso?- lo mire sorprendida. El me miro unos segundos y después negó.

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora