Daila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo
Cuando Daila me dijo eso quería matar a Lulú y a Samuel, ¿como se atreven a meterse con cosas así?. No me imagino el dolor que eso le pudo haber causado a Daila.
-¿Y ahora ustedes dónde estaban?- preguntó Diego mientras nos veía llegar.
-Fuimos a la tienda.- dijo Daila y yo asentí dándole la razón.
-Bueno, pásenle.- dijo haciéndose a un lado para que pase con Daila, me percate de que se llevó muy bien con Linda
Toda la noche la pasamos bailando y platicando, aunque toda la noche me la pase con Daila sin importar lo que dijeran los demás......o bueno, no nos importaba porque no habíamos pensado que CIERTAS personas si se atreverían a pasar la información.
(...)
Narra Daila:
-Tranquilízate, todo va a estar bien.- dijo Sebas abrazándome mientras yo lloraba.
-No lo entiendes, me da pena ver a mis hermanos a los ojos, no se que hacer.- dije escondiendo mi cara entre mis rodillas.
-Habla con ellos ahorita que no han entrado a redes sociales.-
Para entrar en contexto, Lu y Samuel se enteraron que le conté a Sebas sobre las amenazas y Lu hablo por privado con las páginas de chismes.
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Y así muchos más comentarios, tiktoks, reels, Twitters, etc.
-Hablare con ellos, pero no se ni por dónde empezar.- dije también sin mirar a Sebas a los ojos, me sentía sofocada.
En ese momento entró Diego a mi habitación sin tocar.
-¿Es en serio Daila?- preguntó viéndome serio, yo estaba que me moría de la vergüenza.
-Yo....- iba a hablar pero el se acercó a abrazarme rápidamente.
-Se que es difícil hablar de eso y probablemente por eso nunca lo hiciste, pero Dai, créeme que buscaremos a ese maldito para llevarlo a la cárcel.- yo estaba aferrada al abrazo y en ese momento también entro Mauro, vaya sorpresa.
-Daila- corrió hacia mi para abrazarme Justo después de separarme de Diego.
Sebas solo nos miraba pero se fue para que yo pudiera hablar con ellos.
(...)
-Sabemos su nombre y datos, mas que suficiente para demandarlo.- dijo Mauro, en contexto tuvimos una platica, yo sentada en el sillón y ellos parados, yo les conté todo y ellos estaban viendo la forma de hacer una demanda.
-Si Mauro, pero no sabemos ni dónde está ahora ¿crees que la policía lo encuentre?.- dijo ahora Diego.
-Estoy dispuesto a quemar al gobierno en redes sociales si es necesario, pero de que se hace algo, se hace.-
-Chicos, yo no veo necesario esto, de verdad.- dije encogiéndome de hombros.
-No nos quedaremos de brazos cruzados, Daila.- dijo Mauro.
-Pero fue hace mucho, yo ya superé eso y si ya todos lo saben pues ¿que más da?- dije recargando mi cabeza en mi mano.
-Aver, chula, tú si que estás mensa. ESTA DEMANDA SE HARÁ PORQUE SE HARÁ.- dijo Diego.
-No veo el asunto, para mejor reputación a sus carreras mejor solo niego todo y listo.-
-¿Que? Nos vale 2 piñas nuestra reputación y la de nuestra carrera, lo que queremos hacer es simplemente que ese se pudra en la cárcel.- dijo Mauro
2 semanas después.
Bueno, para que sepan qué pasó en este tiempo, sin permiso de mis hermanos negué todo en redes sociales y aunque me regañaron tampoco podían salir a llevarme la contraria, así que la polémica solo duró unos 3 días.
-¿Podemos ir a la plaza? Pliiiis.- dije y Sebas me miró pensándolo.
-Daila, quieres llevarme a la plaza solo para que te diga "Ese outfit si" "Ese outfit no".- dijo imitando voz chillona y yo lo empujé.
-Oye, yo no hablo así.- dije y el rio.
-Acabas de sonar literalmente así.- dijo entre risas.
-No, mira.- raspe mi garganta. -Hey baby girl.- dije imitando voz de fuck boy por lo que Sebas rio aún más fuerte.
-No puede ser, tienes más voz de macho que yo.- hizo como que lloraba y yo solo le mande un beso sarcásticamente,
-Bue, ¿pero si me acompañas o no?- dije y el asintió no tan convencido.
-Nada más porque te amo, sino no.- espera ¿acababa de decir que me ama?.
-Whaaat? ¿Sebastian Cordova tiene sentimientos?.- dije y el se hizo el ofendido.
-Buaaaa, claro que si tonta.- rodó los ojos.
(...)
Estábamos en la plaza, yo midiéndome ropa y Sebas diciéndome cual comprar y cuál no.
Saliendo de las compras fuimos por una nieve y nos dirigimos a mi casa.
Estábamos viendo una película, la de mi primer beso para ser exactos.
-Daila, ¿en serio estás llorando por eso?- dijo mientras me miraba, yo estaba llorando terriblemente mal.
-Esque- solloce. -Se murió el niño.- dije para después volver a caer en llanto por lo que Sebas rio y me abrazo haciendo que me tranquilizara.
La película terminó y nos quedamos hablando de temas sin sentido hasta que jugamos a las preguntas.
-¿A que edad diste tu primer beso?- pregunté y Sebas pareció tratar de acordarse.
-Mm no se, creo que a los 8.- dijo y lo mire sorprendida.
-What, re pequeño y ya besando.-
-No me digas que nunca tuviste un novio en la infancia.- dijo Sebas y yo negué.
-Mi primer casi algo fue en 4to semestre de prepa.- me encogí de hombros.
-Ahh si, de seguro era muy guapo.- yo lo miré mal pues claramente había sido el.
-Fuiste tu, tarado.-
-Por eso mismo chiquitina.- los dos nos miramos y reímos.
-Dios, que pena dábamos.- tape mi cara con la mano y Sebas rio.
-¿Te acuerdas que te regalaba un pica fresa fotos los días?- lo mire y sonreí al recordarlo.
-Era raro porque tu tenías 19 y yo 16.- Sebas asintió.
-Eramos bastante tontos, y mas porque "terminamos" porque yo salía de la preparatoria y como tú recién entrabas.- yo asentí.
-Super tontos.- nos quedamos en silencio.
-Oye Daila.- lo mire.
-Dime.- me miró serio.
-¿Volverías a intentar las cosas conmigo para ver si esta ves si se da?-
