Paso 1 semana desde mi ruptura con Sebas, mi vientre se notaba cada vez más así que tuve que confesárselo a el equipo de producción de la película.-Alejandra, quiero...hablar contigo.- ella asintió.
-Claro Dai, dime. ¿Ya te sientes mejor?- pregunto amable y yo negué.
-No se trata sobre eso, lo que pasa es que- la mire mientras jugaba con mis manos. -Estoy embarazada.- de inmediato la sonrisa de Alejandra se desvaneció.
-Sabes...sabes cómo afecta esto tu carrera, ¿no?- asentí con la cabeza agachada. -Con toda la pena de el mundo- Alejandra suspiro. -Puedes pasar a retirar tus cosas de tu camerino.- me dirigí por mis cosas a mi camerino. Mientras las guardaba comencé a llorar. ¿Tengo que sacrificar mi carrera cuando Sebastián esta feliz y tranquilo en la carrera que ama? Eso es injusto.
Tome mis cosas y me fui de ahí.
Solo dure 3 días en casa de Diego y Blanca, actualmente estoy en mi antiguo departamento.
Llegue a mi departamento y me tire en mi cama para cancelar las cosas de la boda.
Cada cosa que cancelaba me dolía aún más. No asimilaba aún. Hoy debería de estar nerviosa por mi boda y no estar en mi antiguo departamento, tirada en la cama y sin el papel que tanto me costo conseguir.
Una vez que termine de cancelar todo me senté en la cama haciendo que mi vientre se notara más.
-Vamos a salir adelante juntos bebé.- acaricie mi vientre con ternura.
(...)
-¿Como estas?- pregunto Kevin mientras entraba a mi departamento. Me visitaba todos los días, me traía comida y me acompañaba para saber que estuviera bien.
-Mejor que antes, supongo.- me encogí de hombros.
-Daila, tienes que dejarte ayudar, por ti y por tu bebé.- mire mi vientre el cual estaba tapando con una sudadera. No se notaba mucho pero igual me gustaba solo verlo yo.
-No se que hacer Kevin.- lo mire asustada. -No creo que pueda hacer esto sola, necesito a Sebastián.- Kevin me abrazo.
-No, no lo necesitas y no lo harás sola, estaré yo cuidando de ti y de el bebé.- frotó mi espalda en forma de apoyo.
Nos sentamos en el sofá mientras yo recargaba mi cabeza en su hombro.
-¿Que te ha dicho la psicóloga?- me pregunto mientras acariciaba mi cabello.
-Me dio antidepresivos y pastillas para la ansiedad, solo no debo tomarlos tan seguido como antes de estar embarazada.-
-¿Y los doctores que te han dicho sobre tus mareos?- pregunto preocupado.
-Me hicieron estudios y tengo anemia, me dieron una dieta para eso.- Kevin me miro preocupado.
-¿Tienes anemia? ¿Por que no me lo dijiste?- yo me encogí de hombros.
-No importa.- Volvi a recostarme en su hombro.
-Si importa. Estas cansada todo el tiempo, no comes, no duermes y ya tienes amenaza de aborto.- me "regaño".
-Trató de estar mejor Kevin, si lo intento.- susurre por lo débil que me sentía.
-Se que lo intentas Dai, lo sé.- me dio un beso en la cabeza y se quedó en mi departamento acompañándome.
Narra Sebas:
Estos días sin Daila han sido terribles. Hace unos días quise ir a verla a su departamento varias veces pero me cierra la puerta en cuanto me ve.
Lo poco que la he visto la he notado pálida, con ojeras y muy cansada. Supongo que es el embarazo y la mal temporada que la estoy haciendo pasar.
Por otro lado; he acompañado a Lu a sus ecografías, ya escuché el corazón de mi bebé y sentí muchos sentimientos encontrados. Me gustaría también acompañar a Daila algún día.
Lu ha insistido en volver pero me he negado. Sigo amando a Daila, sigo buscando otra oportunidad con ella pero no quiere ni si quiera verme.
La boda de Diego se acerca y espero poder hablar con ella.
Narra Daila:
Estaba terminando de vomitar cuando me llego una llamada de el hospital Monterrey.
-¿Hola?-
-¿Con la señorita Lainez?- hablo la voz de un chico.
-Claro, ¿que pasa?-
-Buenas tardes señorita. Le llamamos de el hospital Monterrey para darle la la entablé noticia de que su madre tiene cancer terminal que nunca le detectaron. Tiene aproximadamente 2 días de vida.- mi cara en ese momento no tiene explicación. Si, ella me odia pero yo no a ella, es mi mamá al final de todo.
-Voy de inmediato, gracias por avisarme.- colgué la llamada y me dirigí al hospital. Al llegar me encontré con un médico de aproximadamente 29 años.
-Señorita Lainez, déjeme guiarla a la habitación donde se encuentra su madre.- yo asentí y el me llevo a una habitación. Le agradecí al doctor y entre.
-Mamá...- susurre al verla en esa cama tan débil y pálida.
-Daila.- mi madre comenzó a llorar. -Perdóname, perdóname hija, perdóname.- se disculpo múltiples veces y yo me puse de rodillas frente a la cama.
-Tranquila mamá.- acaricie su mano y ella la tomo con fuerza.
-Te quiero decir lo que nunca te he dicho- tomo mi mano con sus dos manos. -Te amo hija, estoy orgullosa de ti, muy orgullosa. Eres mi princesita, siempre lo haz sido solo no sabía como tratarte, nunca tuve el amor de mis padres.- mi madre comenzó a llorar y mis ojos también empezaron a acumular lágrimas.
-Mamá, te perdono.- le dedique una sonrisa y ella me devolvió el gesto.
-Te amo Daila.- me dio un beso en la mejilla y después me abrazo. Comencé a llorar al sentir su cariño, se sentía mejor viniendo de mi madre.
-También te amo mamá.- ella acariciaba mi pelo mientras yo estaba recargada en su pecho.
-Mamá.- la llame.
-¿Si?-
-¿Puedes...darme unos consejos de maternidad? No se que hacer.- mi mamá se separo de el abrazo y me miro con los ojos abiertos como platos.
-¿Estas...- No terminó la frase por el shock y yo asentí con una sonrisa.
-Si mamá.- ella abrió la boca sorprendida.
-Felicidades hija- me abrazo y en el abrazo aclaro. -A ti y a Sebas.- la piel se me erizo al oír su nombre.
-Gracias...- susurre ahora evitando que las lágrimas salieran.
-¿Como han estado? ¿Como les fue en su boda? También me gustaría verlo para otorgarle una disculpa.- yo negué con la cabeza.
-Mamá- las lágrimas comenzaron a salir. -Sebas y yo ya no estamos juntos.- abrió los ojos sorprendida.
-¿Fue...fue por lo que dije?- yo negué.
-No mamá, fueron por otras razones.- acaricie su mano.
-Lo siento mucho hija.- me abrazo recostándome en su pecho. -Cualquier razón por la que hayan tomado esa decisión sabes que siempre te apoyaré.- dijo mientras acariciaba mi cabello.
-Gracias mami.- la abrace con fuerza mientras lloraba.
¿Por que la vida me habrá arrebatado a mi mamá cuando por fin tuvimos un vínculo bueno?
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo