Narra Daila:Desperté en el hospital, estaba totalmente desorientada. Volteé para todos lados hasta que vi a Kevin sentados en el sofá de la habitación.
-¿Que hago aquí?- pregunté tratando de pararme pero rápidamente Kevin me regreso a la camilla.
-No puedes pararte, necesitas reposo.- yo lo miré confundida.
-¿Que me paso?- Volví a preguntar. Kevin suspiro y se quedó en silencio evitando la mirada hasta que me miró fijamente a los ojos.
-¿Por que lo hacías?- me preguntó bastante serio y yo me confundí aún más.
-¿Hacer que?-
-¿Por que.... Por que te drogabas, Daila?- sentí mi cuerpo tenso. Por eso estoy aquí, seguramente está decepcionado de mi.
-Yo...- las palabras no salían de mi boca y ahora la que evitaba la mirada era yo.
-¿Era por Sebastián?- me quede en silencio. -Dime Daila, ¿si o no?-
-SI, desde que rompí con el me sentía vacía, bastante mal y muy sola.- comencé a sollozar y Kevin se paró del sofá hacia la camilla sentándose al lado mío.
-Mi vida, si te sentías mal lo pudiste hablar conmigo, si te sentías sola o vacía yo te hubiera acompañado.- lo miré. -Buscaste la solución de la peor manera.- me abrazo y me dio un beso en la frente.
Después de eso llegó Diego con gelatinas en la mano.
-Veo que ya despertaste.- dejó las gelatinas en la mesa. -Queríamos....hablar algo contigo.- suponía a que iba el tema así que hablé.
-¿También piensas que lo hice por Sebastián?- Diego negó.
-No es eso, Daila.- suspiro. - Tendrás que mudarte a Ciudad de México.- lo miré aterrada.
-Diego, no, yo no quiero volver a ver a mis padres.- lo miré asustada. -Por favor, no quiero ir allá.- empecé a alterarme pero Diego tomo mi mano.
-Irás con Kevin y yo haré lo posible porque mis padres no se enteren de que estás en Ciudad de México.-
-Pero ¿por que no puedo quedarme en Monterrey?-
-Yo me iré a Europa y alguien necesita estar al pendiente de ti, irás a terapia en Mexico y estarás tomando tus clases, citas médicas y todo allá, así que Kevin se hará cargo de ti en lo que mejoras tu salud mental y física, después puedes regresarte si quieres.-
-Diego, yo no quiero.- le insisti. Realmente no quería, esa Ciudad es como un infierno para mi, me jure no volver a ir y ahora por mis estupideces tendré que soportar este cambio. Todo es mi culpa.
-Yo te cuidare.- sonrio amablemente Kevin. Gesto que no le devolví ya que estaba concentrada en mis pensamientos.
-Regresaré por ti.- prometio Diego y sinceramente no le creía. Le importaba más un estupido club, le importaba más el dinero que verme bien. Si, si estoy indignada y ofendida, ¿pero que mas da? Es mi hermano y no lo volvería a ver.
(...)
Ya había llegado el miércoles, hace dos semanas exactamente que termine con Sebastián y justo hoy Diego se irá a Europa y yo a Ciudad de México a rehacer mi vida.
-¿Ya empacaste todo?- me preguntó Diego entrando a mi habitación. Yo le di una mirada triste y asentí.
Kevin vino por nosotros y nos fuimos al aeropuerto, al llegar ahí sabíamos que no volveríamos a vernos al menos por un tiempo y si es hasta que termine el contrato de Diego nos veríamos dentro de 3 años.
-Les doy su espacio para que se despidan.- dijo Kevin para después tomar sus maletas y alejarse.
-Supongo que...es hora de despedirnos.- me recordó Diego y yo lo miré con los ojos cristalizados.
-No te vayas, no te vayas y me dejes, Diego.- le pedí mientras lo abrazaba llorando.
-Lo siento hermanita, perdóname pero tengo que irme.- me susurraba mientras me devolvía el abrazo.
-Estoy sola Diego, tengo que rehacer mi vida en esa ciudad que detesto.- solloce.
-Volveré por ti, celebraremos nuestro cumpleaños como siempre lo hacemos. Si te gradúas y yo sigo allá prometo hacerte videollamadas y discúlpame porque no estaré en tus momentos especiales.-
Mi respuesta fue un abrazo junto a un sollozo. mientras me aferraba eternamente a ese abrazo.
Iba a hablar pero los de seguridad lo llamaron.
-Diego, es hora de irnos.- le recordó el hombre del club que venía a acompañarlo en el viaje.
-Adios Dieguito.- lo mire a los ojos.
-Adios Dayiyi.- y por último, Diego soltó mi mano y entró a ese avión, dejándome sola en aquel aeropuerto.
-Bonita, nuestro vuelo sale dentro de 5 minutos.- me llamo Kevin mientras me llevaba a una mesa para que me relajara. -Tranquilízate, es un hasta pronto, no un adiós definitivo.- me recordó Kevin mientras acariciaba mi cabello.
-Lo se.- me hice saber mientras miraba a la nada.
-Sabes, me costo convencer al club de traerte a viajar con nosotros.- me contó. -Pero harás nuevas amigas, nuevos amigos y cosas así.- trato de animarme pero seguía igual. -Tienes que dejar todo esto atrás para que duela menos.- me aconsejo, lo mire y el me sonrió.
-Ya es hora de nuestro vuelo, vámonos.- me tomo de la mano y fuimos a ese avión.
Narra Sebastián:
Hoy era miércoles, hoy sería el día. Iría a casa de Daila para disculparme sin que algo o alguien me interrumpa.
Ya la había buscado varios días pero Diego no me permite verla, dice que debería de esperar más a que ella se mejore y elimine un poco del rencor que me tiene.
Llegue al depa de Daila y toque la puerta, toque y toque...pero nadie abrió.
Dure unos 10 minutos tocando cuando baje a recepción y ahí me encontré a Ali.
-Sebastian, que sorpresa.- me "saludo" bastante seca.
-¿Y Daila?- pregunté antes que nada.
-Diego se fue a Europa hoy...y Daila- suspiró. -Se fue de la Ciudad.- me explicó. Juro por Dios que estuve apunto de desmayarme, abrí mis ojos como plato, tenía muchísimas preguntas y no encontraba sentido a ninguna.
-¿Que? ¿Hace cuanto se fueron?- le pregunté rápido y ella apartó la vista de su revista para por fin verme a los ojos.
-Hace- miro su reloj. -15 minutos.- rápidamente corrí a mi auto deportivo y conducí lo más rápido que pude hacía el aeropuerto y cuando por fin llegué no la encontré por ningún lado. Me rendí y me senté exhausto en una mesa cerca cuando ahí la vi, estaba tomada de la mano de Kevin mientras entraba al avión.
No te vayas, no te vayas y me dejes.
No corrí hacia ella, no la llame ni nada de eso. Ahí entendí que estaba rehaciendo su vida con alguien mas y aunque haya pasado poco tiempo entiendo y estoy feliz de que ella sea feliz, así que me di la vuelta y me marche de ahí para aceptar que Daila es el amor de mi vida pero no el amor para mi vida.
Fin
Mentiraaa, aquí no acaba esta historia y ni si quiera está cerca de terminar porque faltan muchos capítulos, mucho trama y muchas cosas por descubrir 😼
Por cierto ¿que opinan de este capítulo triste? Uno de muchos🤓
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo