🤍 Capitulo 27 🤍

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Narra Daila:

Desperté en el hospital, estaba totalmente desorientada. Volteé para todos lados hasta que vi a Kevin sentados en el sofá de la habitación.

-¿Que hago aquí?- pregunté tratando de pararme pero rápidamente Kevin me regreso a la camilla.

-No puedes pararte, necesitas reposo.- yo lo miré confundida.

-¿Que me paso?- Volví a preguntar. Kevin suspiro y se quedó en silencio evitando la mirada hasta que me miró fijamente a los ojos.

-¿Por que lo hacías?- me preguntó bastante serio y yo me confundí aún más.

-¿Hacer que?-

-¿Por que.... Por que te drogabas, Daila?- sentí mi cuerpo tenso. Por eso estoy aquí, seguramente está decepcionado de mi.

-Yo...- las palabras no salían de mi boca y ahora la que evitaba la mirada era yo.

-¿Era por Sebastián?- me quede en silencio. -Dime Daila, ¿si o no?-

-SI, desde que rompí con el me sentía vacía, bastante mal y muy sola.- comencé a sollozar y Kevin se paró del sofá hacia la camilla sentándose al lado mío.

-Mi vida, si te sentías mal lo pudiste hablar conmigo, si te sentías sola o vacía yo te hubiera acompañado.- lo miré. -Buscaste la solución de la peor manera.- me abrazo y me dio un beso en la frente.

Después de eso llegó Diego con gelatinas en la mano.

-Veo que ya despertaste.- dejó las gelatinas en la mesa. -Queríamos....hablar algo contigo.- suponía a que iba el tema así que hablé.

-¿También piensas que lo hice por Sebastián?- Diego negó.

-No es eso, Daila.- suspiro. - Tendrás que mudarte a Ciudad de México.- lo miré aterrada.

-Diego, no, yo no quiero volver a ver a mis padres.- lo miré asustada. -Por favor, no quiero ir allá.- empecé a alterarme pero Diego tomo mi mano.

-Irás con Kevin y yo haré lo posible porque mis padres no se enteren de que estás en Ciudad de México.-

-Pero ¿por que no puedo quedarme en Monterrey?-

-Yo me iré a Europa y alguien necesita estar al pendiente de ti, irás a terapia en Mexico y estarás tomando tus clases, citas médicas y todo allá, así que Kevin se hará cargo de ti en lo que mejoras tu salud mental y física, después puedes regresarte si quieres.-

-Diego, yo no quiero.- le insisti. Realmente no quería, esa Ciudad es como un infierno para mi, me jure no volver a ir y ahora por mis estupideces tendré que soportar este cambio. Todo es mi culpa.

-Yo te cuidare.- sonrio amablemente Kevin. Gesto que no le devolví ya que estaba concentrada en mis pensamientos.

-Regresaré por ti.- prometio Diego y sinceramente no le creía. Le importaba más un estupido club, le importaba más el dinero que verme bien. Si, si estoy indignada y ofendida, ¿pero que mas da? Es mi hermano y no lo volvería a ver.

(...)

Ya había llegado el miércoles, hace dos semanas exactamente que termine con Sebastián y justo hoy Diego se irá a Europa y yo a Ciudad de México a rehacer mi vida.

-¿Ya empacaste todo?- me preguntó Diego entrando a mi habitación. Yo le di una mirada triste y asentí.

Kevin vino por nosotros y nos fuimos al aeropuerto, al llegar ahí sabíamos que no volveríamos a vernos al menos por un tiempo y si es hasta que termine el contrato de Diego nos veríamos dentro de 3 años.

-Les doy su espacio para que se despidan.- dijo Kevin para después tomar sus maletas y alejarse.

-Supongo que...es hora de despedirnos.- me recordó Diego y yo lo miré con los ojos cristalizados.

-No te vayas, no te vayas y me dejes, Diego.- le pedí mientras lo abrazaba llorando.

-Lo siento hermanita, perdóname pero tengo que irme.- me susurraba mientras me devolvía el abrazo.

-Estoy sola Diego, tengo que rehacer mi vida en esa ciudad que detesto.- solloce.

-Volveré por ti, celebraremos nuestro cumpleaños como siempre lo hacemos. Si te gradúas y yo sigo allá prometo hacerte videollamadas y discúlpame porque no estaré en tus momentos especiales.-

Mi respuesta fue un abrazo junto a un sollozo. mientras me aferraba eternamente a ese abrazo.

Iba a hablar pero los de seguridad lo llamaron.

-Diego, es hora de irnos.- le recordó el hombre del club que venía a acompañarlo en el viaje.

-Adios Dieguito.- lo mire a los ojos.

-Adios Dayiyi.- y por último, Diego soltó mi mano y entró a ese avión, dejándome sola en aquel aeropuerto.

-Bonita, nuestro vuelo sale dentro de 5 minutos.- me llamo Kevin mientras me llevaba a una mesa para que me relajara. -Tranquilízate, es un hasta pronto, no un adiós definitivo.- me recordó Kevin mientras acariciaba mi cabello.

-Lo se.- me hice saber mientras miraba a la nada.

-Sabes, me costo convencer al club de traerte a viajar con nosotros.- me contó. -Pero harás nuevas amigas, nuevos amigos y cosas así.- trato de animarme pero seguía igual. -Tienes que dejar todo esto atrás para que duela menos.- me aconsejo, lo mire y el me sonrió.

-Ya es hora de nuestro vuelo, vámonos.- me tomo de la mano y fuimos a ese avión.

Narra Sebastián:

Hoy era miércoles, hoy sería el día. Iría a casa de Daila para disculparme sin que algo o alguien me interrumpa.

Ya la había buscado varios días pero Diego no me permite verla, dice que debería de esperar más a que ella se mejore y elimine un poco del rencor que me tiene.

Llegue al depa de Daila y toque la puerta, toque y toque...pero nadie abrió.

Dure unos 10 minutos tocando cuando baje a recepción y ahí me encontré a Ali.

-Sebastian, que sorpresa.- me "saludo" bastante seca.

-¿Y Daila?- pregunté antes que nada.

-Diego se fue a Europa hoy...y Daila- suspiró. -Se fue de la Ciudad.- me explicó. Juro por Dios que estuve apunto de desmayarme, abrí mis ojos como plato, tenía muchísimas preguntas y no encontraba sentido a ninguna.

-¿Que? ¿Hace cuanto se fueron?- le pregunté rápido y ella apartó la vista de su revista para por fin verme a los ojos.

-Hace- miro su reloj. -15 minutos.- rápidamente corrí a mi auto deportivo y conducí lo más rápido que pude hacía el aeropuerto y cuando por fin llegué no la encontré por ningún lado. Me rendí y me senté exhausto en una mesa cerca cuando ahí la vi, estaba tomada de la mano de Kevin mientras entraba al avión.

No te vayas, no te vayas y me dejes.

No corrí hacia ella, no la llame ni nada de eso. Ahí entendí que estaba rehaciendo su vida con alguien mas y aunque haya pasado poco tiempo entiendo y estoy feliz de que ella sea feliz, así que me di la vuelta y me marche de ahí para aceptar que Daila es el amor de mi vida pero no el amor para mi vida.







Fin













Mentiraaa, aquí no acaba esta historia y ni si quiera está cerca de terminar porque faltan muchos capítulos, mucho trama y muchas cosas por descubrir 😼

Por cierto ¿que opinan de este capítulo triste? Uno de muchos🤓

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora