🤍 Capitulo 35 🤍

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Narra Sebastián:

Daila ya tenía unos 10 minutos hablando con Ali así que yo estaba aburrido, comencé a inspeccionar el departamento, era lindo y muy elegante, tenía pinturas que me encantaban, después comencé a ver fotos de ella de pequeña, se veía tan feliz con su hermoso pelo rubio, había fotos de ella y Diego juntos, sinceramente no parecen mellizos, aunque no todos los mellizos se parecen la mayoría si se parecen, pero Diego y Daila no se parecen en absolutamente nada. Diego es moreno, bajo y de pelo castaño. Daila por otro lado es rubia, ojos grandes, un poco más alta que el resto de las chicas y tienen personalidades diferentes. A Diego no le importan mucho los comentarios de los demás, tiene carácter fuerte, es un poco mujeriego (por no decir mucho) y por otro lado a Daila le importan mucho los comentarios de la gente, tiene carácter sensible, llora por cualquier cosa y cuando se enamora, se enamora bien, está dispuesta a todo por esa persona, es fácil de enamorarse y es la típica romántica de la relación, dedica canciones, te hace cartas, poemas y te dice palabras lindas cada que puede, por esa razón me enamoré de ella.

Seguí buscando más fotos cuando me topé con algo "escondido" entre una de las fotos, era...morfina.

-Sebas, quede bien con- Daila se quedó helada al verme con el frasco en la mano.

-¿Te inyectas morfina?- pregunté firme, sin tartamudeos o miedo.

-Yo...- se quedó en silencio. -Si lo hacía, me inyectaba varias veces pero mejore, después de la sobredosis que tuve y que daño mi salud mejore mucho, Kevin evitaba que lo hiciera, por eso ahora no la consumo, solo la tengo ahí porque si.- hablo segura de si misma, yo me acerque y le di un abrazo.

-Perdóname, se que lo hiciste por mi culpa.- me disculpe. Marcelo me había dicho antes que Daila lo hacía desde que terminamos por el bajón emocional que tuvo.

-No pasa nada, y no es tu culpa, solo fue una salida que encontré bastante mala.- se escuchaba mejor que nunca, parece que esos problemas la ayudaron a madurar.

Después de eso pasamos el dia juntos, platicamos de cualquier cosa, salimos a caminar y escuchamos música en su sala.

(...)

Estaba en mi depa haciendo tarea, tenía mucha porque faltaban solo 2 meses para mi graduación cuando alguien toco mi puerta.

-Daila, cuánto tiempo.- saludó una voz masculina.

-Marco!- me lance a abrazarlo. -Te extrañe mucho.-

-Yo también, Dai.- nos separamos del abrazo y el me entregó un ramo que tenía en las manos.

-Son para ti y por todo el tiempo que duramos sin vernos.- le sonreí, tomé el ramo y lo invité a pasar.

Sinceramente extrañe mucho a Marco, es uno de mis mejores amigos y sin duda no se que haría sin el.

-Cuentame, ¿que ha sido de ti?- preguntó mientras se sentaba en el sofá.

-Pues estuve un tiempo sola. Mis hermanos se fueron a Europa y yo estaba en Ciudad de México donde solo conocía a Kevin.-

-¿Tu novio?- negue.

-Ex, terminamos hace 2 días.-

-Lo siento mucho- se disculpó apenado.

-No pasa nada.- sonreí y seguimos platicando de cualquier cosa hasta que Marco se tuvo que ir, yo terminé mi tarea y fui a casa de Ali.

Llegue a su casa y toque la puerta, abriéndola Ali.

-Daii, hola.- me saludo de beso en la mejilla.

-Hola Ali.- le sonreí y ella me invitó a pasar.

Platicamos un poco hasta que decidí tocar ESE tema.

-Oye Ali, ¿y tú sabes cómo está Kevin? Ya sabes, no he hablado con el por pena y Juan y los demás si son amigos cercanos.- me encogí de hombros apenada.

-Claro, Kevin se ha comunicado varias veces con Juan.-

-¿Y que es lo que sabes?- pregunté curiosa.

-Si está muy mal, bajo su rendimiento en la cancha, esta teniendo varios problemas sentimentales y está viviendo solo por ahora.- suspire desanimada.

-¿Sería bueno llamarle?- pregunté dudando y Ali se encogió de hombros.

-No lo se, Dai. Kevin ahora está mal y está tratando de superarte, quizás si lo llamas empeoran las cosas.- asentí entendiendo.

-Tienes razón.- hice una mueca y Ali cambio el tema para que el ambiente no se hiciera tan incomodo.

Pasaron unas horas y me fui de su casa. No se como debería estar pasando estos siguientes días, si sentirme mal, llamar a Kevin, disfrutar el tiempo con Sebas o simplemente sentirme mal por haber sido un asco de persona con Kevin.

(...)

Estaba disfrutando la vida después de mucho tiempo. Ya van 2 semanas desde que Sebas me pidió ser algo, comencé a tener un poco más de comunicación con Diego, hablé con Kevin y el dijo que cuando quisiera llamarle le llamara, que no tenía rencor hacia mi, no he visto a mis padres en este tiempo, paso el rato con mis amigos y lo disfruto. Por fin soy feliz.

-¿Entonces prefieres el helado de vainilla?- le pregunté a Marcelo y el asintió.

-Eww, ese sabor sabe asqueroso. Es mejor el sabor de menta.- hablo Sebastian llevándole la contraria a Marcelo haciendo que el se moleste.

-La vainilla es MUCHO mejor que ese helado rarito que prefieres.- comenzaron un pequeño debate sobre cual helado era mejor cuando Tati interrumpió.

-Ni uno ni otro porque el mejor sabor de helado es el de café.- ahora empezaron un debate de 3 y yo reía solamente.

-Esperen, esperen.- todos dejaron de hablar. -¿Cuál es tu sabor de helado favorito, Daila? No opinaste nada sobre la conversación.- preguntó Sebastián al verme callada.

-Me gusta el de pistache. Diego y yo comíamos de ese helado en nuestro cumpleaños cuando éramos pequeños.- yo sonreí al recordar eso y todos imitaron mi acción.

-Pero que tierno.- dijo Tati y yo reí.

Todos continuaron caminando pero yo había recordado esos momentos con Diego, esos momentos que no aprovechas y después extrañas porque jamás sabes cuando será la última vez, el último abrazo o los últimos juegos, después solo puedes recordar y extrañar, son ciclos de la vida.

-Se que extrañas a Diego, pero el está triunfando, los dos son adultos y es hora de tomar cada quien su camino.- me susurró Sebas mientras caminábamos atrás de Marcelo y Tati.

-Lo se.- fingí sonreír pero en realidad no me apetecía nada hacerlo. Me sentía mal por una parte pero bien por la otra cara de la moneda. Diego la está pasando bien, con sus amigos, su equipo, sus partidos, el está haciendo su vida y Sebastián tiene razón, el y yo ya somos adultos, cada quien tiene que tomar un camino diferente y hacer sus vidas aparte.

Suspire y seguí caminando.

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora