Llegue a la oficina a las 10:15, gran error.-¿Que horas son estas de llegar, Lainez?- Kenia me grito y yo me asuste, como siempre.
-Lo siento.- me disculpe con la cabeza agachada pero Kenia hizo algo que jamás me imagine, estrelló su mano contra mi mejilla.
-Es lo único que sabes hacer, DISCULPARTE!.- me grito mientras yo colocaba una mano en mi mejilla por la bofetada. Yo me quede en silencio y ella me lanzó demasiados papeles y carpetas.
-Quiero esto terminado para mínimo cuando acabe tu turno, sino olvídate de tu trabajo y si yo quiero, de tu carrera.- se fue sin más que decir, yo recogí todo y entré a la oficina.
Comencé a ordenar mi lugar de trabajo y comencé a organizar las evidencias, declaraciones y todo lo demás para resolver más rápido los casos.
Habían pasado unos 30 minutos cuando recordé lo que Diego me dijo así que llame rápidamente a Ali, ella me hizo el favor y fue a cuidar a Salomé.
Pasaron un par de horas, eran las 6:00 pm y Justo había terminado así que me sentí feliz y desestresada, por fin podría hablar o salir con Sebas.
Suspire exhausta, me paré por mi maquina de café que tenía en la oficina y me preparé uno.
Mientras el agua se calentaba prendí mi celular el cual llevaba apagado hace mucho tiempo, por lo mismo empezaron a llegar muchas notificaciones, mas de las normales diría yo.
Antes de entrar a otras apps entré a Whatsapp donde había un mensaje de Ali avisándome que Pau había llegado por Salomé para llevársela a casa con Mauro.
Después de responderle me percaté de que seguían llegando notificaciones y notificaciones así que entré a Instagram.
Revise que era, todos estaban etiquetándome en un post de Instagram y vaya sorpresa, era un post de Lu con....
Luutorres33: "Contigo los días son más bonitos, diferentes." 🎶. Te amo pequitas @cordovar97 ❤️.
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Al ver ese post mi corazón se partió en mil pedazos, me senté en la silla de la oficina pues por un momento juré que estaba por desmayarme. Las lagrimas salieron de mis ojos sin parar, sentí como mi corazón latía con fuerza y veía una y otra vez el post. ¿"Pequitas"? ¿"Te amo"? ¿Por que no sabía nada?, me sentí usada, engañada, sentí que no pude darle el amor que él se merecía.
Salí de la oficina y me fui caminando a casa, estaba lloviendo, hacía frío y no había nadie en las calles, todo el camino fui llorando, necesitaba desahogarme.
Estaba a unas cuadras de el edificio donde vivo cuando sentí que alguien me tomo del brazo
Volteé y !wow! Ahí estaba Sebastian.
-Amor, ¿por que estás empapada? Me hubieras dicho y yo pasaba por ti.- me miro preocupado, trato de acercarse pero yo lo aparte.
-¿Pasa algo?- preguntó confundido y yo reí sarcástica.
-¿Algo? Pasan muchas cosas, Sebastián. Todo el tiempo libre que tenía te lo dedique a ti, a ti y a tus estupidos mensajes y llamadas, me mate trabajando para tener al menos unos minutos a tu lado, pero no, tú no valoraste eso y preferiste....- iba a hablar pero esa presión en el pecho y la respiración agitada no me permitió continuar. Sebastián en ese momento pareció entender a lo que me refería.
-Viste tus etiquetaciones en Instagram, ¿no?- yo asentí llorando y Sebastián suspiro. -Perdóname, me veo con Lu desde que llegamos de las vacaciones.- me miro apenado y yo sentí como mi corazón era apuñalado.
-Me...me engañaste todo este tiempo, nunca me dijiste la verdad.- el parecía molesto.
-Te lo diria, ¿Pero cuando? Si todo el día estabas ocupada con ese trabajo, todo el tiempo te dedicaste a ese estupido trabajo!!.- me grito y ahí entendí que los dos estábamos dañándonos, yo al no dedicarle tiempo y Sebastián al verse con su ex y aunque sea de amigos nunca me mencionó nada.
-No todo el tiempo estuve en el trabajo, cuando trataba de dedicarte tiempo tú no podías.- lo señalé molesta.
-Bueno, antes de que me tires mierda, Yo no te fui infiel con Lu.- me miro honesto y yo asenti.
-Claro, no me fuiste infiel pero me engañaste, me mentiste.- le reclame.
-¿Sabes que?, hablemos cuando estes mejor, más calmada o que se yo.- hablo restándole importancia así que yo me enoje aun mas de lo que Sebastián ya me había hecho enojar
-Eres un pendejo, ¿pero sabes que?, ya me voy y JAMAS volverás a saber de mi.- le grite con rabia mientras las lagrimas salían de mis mejillas incontrolablemente.
-¿Pues sabes que? Vete si quieres, igual tú sabías que esto no funcionaría!- me miro con el ceño fruncido y con esas palabras honestas, tan honestas como su mirada, tan honestas que duele demasiado.
Me di la vuelta y me fui de ahí, no aguantaría ni un segundo mas sus palabras. Llegue a mi departamento el cual estaba helado, sin la presencia de nadie, me puse ropa seca y me senté en aquella ventana de siempre.
La ansiedad me ganaba, no quería hacerlo pero era mi única salida en ese momento. Tome unas pastillas de la alacena y las tomé sin aviso alguno. Eso me tranquilizo un poco pero no de el todo así que llorando y pensando en todo lo malo, también fui por un cigarro y un pequeño sobre que había prometido nunca mas usarlo, pero ahora sentía que lo necesitaba, sin miedo a la recaída que pudiera generarme al igual que el daño, pero igual lo hice.
Después de drogarme no supe qué pasó, solo caí completamente dormida.
Al día siguiente tenía mensajes de todos, pero había uno de Diego el cual me citaba en su depa a las 4:00 pm para platicar sobre algo.
Ni si quiera me arregle, me dirigí a su depa con el mismo pans y sudadera de ayer. Al llegar Diego me recibió algo extrañado por mi aspecto y me senté en el sillón de su sala.
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo