🤍 Capitulo 54 🤍

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-Sigo sin acostumbrarme a esta oficina.- me queje mientras dejaba mi portafolio en la mesa.

-Aunque está mejor. La máquina de café es más grande.- Edgar se alegró como niño pequeño y yo reí.

Nos quedamos en silencio y me percate de que Keyla tenía la vista perdida.

-¿Key, pasa algo?- ella me miro y me dio una sonrisa de lado.

-Me alegra que hayas llegado. No, no pasa nada, solo pienso en los casos.- mi vista se dirigió a los documentos que tenía sobre la mesa y efectivamente eran sobre los casos.

-Deberías de relajarte. Haz hasta donde puedas, no te explotes. A esa nueva "jefa" no le conviene corrernos solo por un caso que no podamos resolver. Somos pocos criminólogos en este edificio.- Key asintió aún pensativa.

-Bueno, trabajemos ya.- Edgar se sentó en la mesa, yo repetí su acción y como siempre comenzamos a trabajar en 1 caso de 3.

Comenzamos a trabajar y si eran casos pesados, aunque decidimos sólo enfocarnos en uno.

-La jefa debe de pensar que somos máquinas o algo así.- suspire exhausta y Keyla asintió con una mirada cansada.

-Estan cansadas porque no toman café, daaa.- mire mal a Edgar tras su comentario.

-Sera porque no somos unas malditas adictas como OTROS.- lo señalé indirectamente y el fingió ofenderse.

-Ya casi son las 9 pm y seguimos sin terminar este caso.- hablo Keyla preocupada y yo bufé.

-Nosotros tenemos nuestros tiempos y la jefa no tiene porque meterse con eso. A las 9 nos vamos a casa a descansar y punto.- quise tranquilizarlos y los dos asintieron aceptando mi oferta.

De nuevo continuamos trabajando y llegaron las 9.

-Bien, a casa.- me levante de mi lugar, tome mi portafolio y me dirigí a la salida.

Estaba caminando por los pasillos junto a Keyla y Edgar cuando choque con una señora.

-Discúlpeme señora.- no la mire a la cara, solo recogí mi portafolio el cual había caído al piso.

-¿Que hacen fuera de su oficina?.- pregunto molesta una voz que me parecía conocida.

Era...¿Kenia?

-Kenia...- susurre sorprendida y ella pareció reconocerme.

-Lainez- dijo molesta.

-¿Se conocían?- pregunto Edgar confundido y yo asentí aun sin romper contacto visual con Kenia.

-Ella...ella me ayudó a sacar mi carta de recomendación.- Kenia asintió.

-Así es, aunque ahora no estás aquí por una carta, estás aquí porque eres una trabajadora mía y tendrás que seguir más estrictamente mis reglas, Lainez.-

Vieja amargada, mejor consígase un esposo que tiene cara de malcogida.

-Claro Kenia.- le sonreí amablemente.

-Dime jefa.-

¿Y sino que me va hacer o que? ¿Me va a tirar sus lentes con .90 de aumento?

-Entendido jefa.- le dedique una sonrisa y estaba punto de continuar mi camino cuando me regresó de la camiseta.

-Ustedes se quedan hasta que terminen el caso, limpien mi oficina y me acomoden estos documentos.- le entro unas carpetas gigantes a Keyla. Después me señaló. -Y tu tienes que quedarte más tiempo por ser la jefa de equipo.-

Seguro es mi responsabilidad su oficina.

-Sin problema, jefa.- le dedique otra sonrisa falsa y me regrese a la oficina con Edgar y Keyla.

Una vez adentro de la oficina suspire.

-Keyla, ¿puedes pasarme la toalla que está en mi mochila?.- ella asintió confundida y me entregó la toalla.

La coloqué en mi cara con delicadeza y solté un grito con millones de sentimientos.

-Dios, cállate.- Edgar tapó sus oídos y yo molesta le tiré la toalla.

-VIEJA MALCOGIDA.- mis amigos se sorprendieron por el insulto tan repentino. -TODO QUIERE, TODO! "Ay hagan esto, hagan el otro" SON SU PUTA RESPONSABILIDAD ESTOS PINCHES DOCUMENTOS Y SU SUCIA OFICINA. ¿QUE MAS QUIERE QUE LE HAGAMOS? ¿QUE LE LIMPIEMOS EL CULO?- grité molesta y Edgar soltó una risita.

-Cálmate rubia.- le dio un sorbo a su café. -Podemos con esto y más, somos las chicas superpoderosas.- nos guiño. Keyla rio y yo por otro lado rodé los ojos.

-¿Y tú eres mojojojo o que?- me cruce de brazos y el abrió la boca ofendido.

-Quisieras reina.- me miro mal en broma y yo bufé.

-Mejor trabajemos y dejemos de decir cosas sin sentido.- me senté junto a ellos.

-¿Empezando porque acabas de decir que no se cogen bien a la jefa y que le limpiemos el culo?- Edgar me recordó mis palabras anteriores y yo solo lo paté por debajo de la mesa.

Salimos de trabajar a las 11:30 por lo cual estaba exhausta, pero gracias a el cielo que tengo un lindo novio y saliendo de mi oficina me estaba esperando en el auto.

-Hola amor.- me saludó con un beso. -¿Como te fue?- yo tapé mi cara con cansancio. -Con eso me lo dijiste todo.- soltó una risa y comenzó a manejar.

-Mi nueva jefa es Kenia.- Sebas abrió los ojos como plato.

-¿Es en serio?- asentí haciendo una mueca.

-La ultima vez que fui su empleada terminé contigo- recordé -No quiero que pase de nuevo.- trague saliva y Sebas tomo mi mano, la cual reposaba en mi pierna.

-Y no pasará- apretó mi mano. -Dai, vamos a casarnos, ya estamos un poco más grandes y somos más maduros. Tienes trabajo al igual que yo así que ahora los dos podremos entender eso, sobretodo yo que fui el que cago la relación.- hizo una mueca.

-No permitiremos que pase de nuevo.- el asintió con una sonrisa.

Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora