-Sigo sin acostumbrarme a esta oficina.- me queje mientras dejaba mi portafolio en la mesa.-Aunque está mejor. La máquina de café es más grande.- Edgar se alegró como niño pequeño y yo reí.
Nos quedamos en silencio y me percate de que Keyla tenía la vista perdida.
-¿Key, pasa algo?- ella me miro y me dio una sonrisa de lado.
-Me alegra que hayas llegado. No, no pasa nada, solo pienso en los casos.- mi vista se dirigió a los documentos que tenía sobre la mesa y efectivamente eran sobre los casos.
-Deberías de relajarte. Haz hasta donde puedas, no te explotes. A esa nueva "jefa" no le conviene corrernos solo por un caso que no podamos resolver. Somos pocos criminólogos en este edificio.- Key asintió aún pensativa.
-Bueno, trabajemos ya.- Edgar se sentó en la mesa, yo repetí su acción y como siempre comenzamos a trabajar en 1 caso de 3.
Comenzamos a trabajar y si eran casos pesados, aunque decidimos sólo enfocarnos en uno.
-La jefa debe de pensar que somos máquinas o algo así.- suspire exhausta y Keyla asintió con una mirada cansada.
-Estan cansadas porque no toman café, daaa.- mire mal a Edgar tras su comentario.
-Sera porque no somos unas malditas adictas como OTROS.- lo señalé indirectamente y el fingió ofenderse.
-Ya casi son las 9 pm y seguimos sin terminar este caso.- hablo Keyla preocupada y yo bufé.
-Nosotros tenemos nuestros tiempos y la jefa no tiene porque meterse con eso. A las 9 nos vamos a casa a descansar y punto.- quise tranquilizarlos y los dos asintieron aceptando mi oferta.
De nuevo continuamos trabajando y llegaron las 9.
-Bien, a casa.- me levante de mi lugar, tome mi portafolio y me dirigí a la salida.
Estaba caminando por los pasillos junto a Keyla y Edgar cuando choque con una señora.
-Discúlpeme señora.- no la mire a la cara, solo recogí mi portafolio el cual había caído al piso.
-¿Que hacen fuera de su oficina?.- pregunto molesta una voz que me parecía conocida.
Era...¿Kenia?
-Kenia...- susurre sorprendida y ella pareció reconocerme.
-Lainez- dijo molesta.
-¿Se conocían?- pregunto Edgar confundido y yo asentí aun sin romper contacto visual con Kenia.
-Ella...ella me ayudó a sacar mi carta de recomendación.- Kenia asintió.
-Así es, aunque ahora no estás aquí por una carta, estás aquí porque eres una trabajadora mía y tendrás que seguir más estrictamente mis reglas, Lainez.-
Vieja amargada, mejor consígase un esposo que tiene cara de malcogida.
-Claro Kenia.- le sonreí amablemente.
-Dime jefa.-
¿Y sino que me va hacer o que? ¿Me va a tirar sus lentes con .90 de aumento?
-Entendido jefa.- le dedique una sonrisa y estaba punto de continuar mi camino cuando me regresó de la camiseta.
-Ustedes se quedan hasta que terminen el caso, limpien mi oficina y me acomoden estos documentos.- le entro unas carpetas gigantes a Keyla. Después me señaló. -Y tu tienes que quedarte más tiempo por ser la jefa de equipo.-
Seguro es mi responsabilidad su oficina.
-Sin problema, jefa.- le dedique otra sonrisa falsa y me regrese a la oficina con Edgar y Keyla.
Una vez adentro de la oficina suspire.
-Keyla, ¿puedes pasarme la toalla que está en mi mochila?.- ella asintió confundida y me entregó la toalla.
La coloqué en mi cara con delicadeza y solté un grito con millones de sentimientos.
-Dios, cállate.- Edgar tapó sus oídos y yo molesta le tiré la toalla.
-VIEJA MALCOGIDA.- mis amigos se sorprendieron por el insulto tan repentino. -TODO QUIERE, TODO! "Ay hagan esto, hagan el otro" SON SU PUTA RESPONSABILIDAD ESTOS PINCHES DOCUMENTOS Y SU SUCIA OFICINA. ¿QUE MAS QUIERE QUE LE HAGAMOS? ¿QUE LE LIMPIEMOS EL CULO?- grité molesta y Edgar soltó una risita.
-Cálmate rubia.- le dio un sorbo a su café. -Podemos con esto y más, somos las chicas superpoderosas.- nos guiño. Keyla rio y yo por otro lado rodé los ojos.
-¿Y tú eres mojojojo o que?- me cruce de brazos y el abrió la boca ofendido.
-Quisieras reina.- me miro mal en broma y yo bufé.
-Mejor trabajemos y dejemos de decir cosas sin sentido.- me senté junto a ellos.
-¿Empezando porque acabas de decir que no se cogen bien a la jefa y que le limpiemos el culo?- Edgar me recordó mis palabras anteriores y yo solo lo paté por debajo de la mesa.
Salimos de trabajar a las 11:30 por lo cual estaba exhausta, pero gracias a el cielo que tengo un lindo novio y saliendo de mi oficina me estaba esperando en el auto.
-Hola amor.- me saludó con un beso. -¿Como te fue?- yo tapé mi cara con cansancio. -Con eso me lo dijiste todo.- soltó una risa y comenzó a manejar.
-Mi nueva jefa es Kenia.- Sebas abrió los ojos como plato.
-¿Es en serio?- asentí haciendo una mueca.
-La ultima vez que fui su empleada terminé contigo- recordé -No quiero que pase de nuevo.- trague saliva y Sebas tomo mi mano, la cual reposaba en mi pierna.
-Y no pasará- apretó mi mano. -Dai, vamos a casarnos, ya estamos un poco más grandes y somos más maduros. Tienes trabajo al igual que yo así que ahora los dos podremos entender eso, sobretodo yo que fui el que cago la relación.- hizo una mueca.
-No permitiremos que pase de nuevo.- el asintió con una sonrisa.
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo