Hoy era 10 de junio. Estaba trabajando con Keyla y Edgar sobre el proyecto que nos otorgaron, no se nos hizo tan difícil, de hecho estábamos bastante avanzados, solo nos faltaban un poco más de pruebas y ya podíamos concluir nuestro trabajo y entregárselo a los abogados y personas que lo necesitan para continuar el caso.-Les digo que lo más fácil sería hablar directamente con el culpable, así podremos sacar el por qué de el asesinato, lo agregamos a la carpeta y podríamos aportar más ideas de leyes para evitar que esto siga pasand- Edgar fue interrumpido por nuestro jefe, quien abrió la puerta apresurado.
-Rapido, vamonos.- apresuro y nosotros nos miramos confundidos.
-¿Que ocurre, jefe?- pregunte confundida.
-Tomen sus libretas de apuntes y súbanse a la camioneta. Tenemos un tema delicado en otro estado.- nosotros hicimos caso, tomamos nuestros materiales y corrimos detrás de el.
-Jefe, pero este no es nuestro trabajo.- dije aún más confundida.
-Se que el trabajo de ir a la escena de el crimen es trabajo de los criminalistas, pero ustedes son mis criminólogos de confianza, los necesito a ustedes para que por sus mismos ojos puedan buscar un poco más de pruebas, acaba de suceder hace 10 minutos y no tenemos nada de pruebas.- subimos a un auto que nos llevo directo al aeropuerto. Como la ciudad de Puebla queda al lado de Ciudad de México, en 1 hora 25 minutos ya estábamos de camino q la casa donde sucedieron los hechos.
-Estoy nerviosa, por eso quise ser criminóloga y no criminalista, no quiero ver muertos.- nego Keyla cerrando sus ojos y yo tome su mano.
-Todo estará bien, solo enfócate en tu trabajo.- Edgar asintió.
-Asi es, todo será rápido.- por fin llegamos a nuestro destino, bajamos y nos colocaron un traje especializado que usan los criminalistas para no arruinar las pruebas.
Entramos a la casa y sentía algo en mi pecho, era..raro, jamás lo había sentido, era como si mi cuerpo o mi conciencia me estuviera advirtiendo sobre algo.
Mientras caminábamos por la casa note que había fotografías sobre la persona fallecida y su familia, pero estaban fotografiando lugares de la pared y los muebles, por lo tanto no veía de quien se trataba.
-Criminólogos! Que bueno que llegaron. El SEMEFO los estaba esperando para que analizaran el cuerpo a la vista y tuvieran las suficientes pruebas.- dijo un señor que vestía un traje y tenía un gafete. Sinceramente no se de que trabaje o cual sea su rol, pero parece ser el encargado de todo.
-Ella es Daila, la que dirige su equipo de trabajo.- me presentó mi jefe y el señor estiro su mano, la cual tome.
-Mucho gusto Daila; yo soy el detective y criminalista Aarón, soy el jefe de el edificio en el que trabajas.
-El gusto es mío.- mis facciones en la cara no se veían por el tapabocas y cartea que llevábamos puesto, así que me evite hacer algún gesto de el cual de todas formas no notarían y al parecer Aarón, el jefe de mi jefe, nos dirigia hacia donde estaba el cadaver. Al llegar vi un cuerpo con una sábana blanca cubriéndolo, estaba al borde de los escalones y ahí saqué una conclusión; el señor había caído de las escaleras y probablemente de eso murió.
Aarón estaba apunto de levantar la sábana cuando alguien llegó corriendo.
-Rodrigo, no puedes correr aquí. Es la escena de un crimen!- lo regaño y el chico "Rodrigo" se disculpó.
-Lo siento jefe, pero acabamos de encontrar una prueba que nos da muchos avances.- Aarón nos pidió que lo acompañáramos para que hiciéramos apuntes sobre las pruebas. Al llegar vimos una carta, la cual con unos guantes, Rodrigo la abrió.
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo