Al día siguiente por la mañana Sebas como siempre estaba entrenando así que decidí limpiar la casa, cocine y después me arreglé. Me vestí con un pantalón cargo café claro, una sudadera blanca acompañado de unos tenis blancos y mi cabello suelo. Hoy no lo alacie, al contrario, me definí mis ondas y noté que se me veían bien.-Sin duda, nuevo estilo.- hable sola e hice una pose diva en el espejo. Después oí como tocaron el timbre. -Voy!- grite desde el baño y me dirigí a la puerta para después abrirla. -Diego!- me lance a abrazarlo.
-Me extrañaste, ¿no? Lo sé, no puedes vivir sin mi.- golpeé su pecho levemente y el rio.
-Pasa.- me hice a un lado para que entrara.
-Apenas te iba a decir que no reconocía tu casa, pero olvidé que ya tienes vida de señora casada.- reí y el igual. -Hablando de casados- sacó un sobre de su bolsillo. -Te lo entregó Dama de honor.- abrí los ojos como plato. Era una invitación a su boda con Blanca.
-No mames.- lo mire con los ojos abiertos como platos. -Felicidades Dieguito.- lo abrace y a los segundos nos separamos. -¿En serio seré dama de honor?- el asintió y yo sonreí de oreja a oreja.
-Blanca me lo pidió, dijo que eres una maravillosa amiga.- estaba sintiendo mil emociones.
-Espero verla pronto, ya la extraño.- hice una mueca y Diego rio.
-Si supieras cuanto te extraña ella. Todos los días dice que ya quiere verte.- yo reí.
-Hay que intercambiar de parejas.- le dedique una mirada pícara, obviamente bromeando y Diego me miro mal.
-Aunque pensándolo bien, no estaría mal. El amor de mi vida, digo, mi cuñado esta muy guapo.- le di un codazo.
-Dios, cállate.- hice una cara de desagrado y el rio.
-A todo esto- lo mire confundida. -¿Que haces en Monterrey?- Diego fingió tocar tambores.
-Tigres me ficho!- tan pronto como escuché sus palabras me lance a abrazarlo.
-Que buena noticia, Diego!- el correspondió a el abrazo y después de unos segundos nos separamos.
-Lo see, y Blanca también vino conmigo.- sonrío como niño pequeño.
-Me siento muy feliz por ti hermanito. Tu prometida, tu carrera, todo. Estoy muy orgullosa de ti.- Diego me abrazo.
-También me siento muy orgulloso de ti hermanita. No puedo creer que en tan solo 4 meses te veré frente al altar, después te veré formar tu propia familia con el chico de tus sueños.- aun sin separarnos de el abrazo jugaba con mi cabello. -¿Sabes que es lo raro?-
-¿El que?- pregunte confundida.
-Que te vas a casar con mi mejor amigo.- reí por sus palabras.
-Tu mejor amigo de la infancia siempre estuvo destinado a ser mi esposo.- me encogí de hombros y el me dio un leve golpe en la cabeza.
-Tarada.- reí y el imito mi acción. Acto seguido entró Sebastián a la casa.
-Hola amor.- saludo y se sentó junto a nosotros.
-¿No vas a saludar a Diego?- pregunte confundida.
-A la que no salude fue a ti reina.- lo mire mal. Acabo de entender que le dijo "Hola amor" a Diego?.
Diego rio y se burló de mi.
-Tu marido ya es mi marido, linda.- me mando un beso en broma y yo lo patee.
-Fuera de broma. Me da gusto verte de nuevo, Diego.-
-Igualmente Sebas.- chocaron los puños.
-Pensé que le dirías antes a Daila.- yo los mire confundida.
-¿Como? ¿Ya sabias?-
-No seas estúpida Daila. Sebas juega en tigres, obvio sabía.- los dos rieron y yo patee a los dos.
-Oye! Ya deja de patear.- me regaño Diego como si fuera niña pequeña.
-No le grites a mi marida por favor.- Sebas me abrazo como si fuera un bebé.
-Ja, ¿y por que o que? No se vaya a sentir agredida mi mantequilla.- pellizcó mi mejilla en broma y yo aparte bruscamente su mano.
-Le hará daño a nuestro bebé.- Sebas reposo su mano en mi estómago y yo lo mire confundida.
-No mames.- Diego abrió los ojos como plato. Acto seguido Sebas tomó a Draco, el cual se encontraba en sus pies.
-Le hace mal a Draco oír ruidos fuertes.- yo solté una carcajada y Diego soltó un suspiro.
-Me cague.- coloco una mano en su pecho asustado y Sebas soltó una carcajada.
-Bonita manera de recibirte.- le guiñe el ojo y ahora el que me pateo fue el. -Oye!- Diego se encogió de hombros.
-No te quejes, es una patada de 1000 que me haz dado tu.-
Los 3 reímos y después de un rato platicando hice una pregunta.
-Oye Diego- mi hermano me miro. -¿Y Blanca? ¿Por que no la invitas a la casa?- Diego pareció recordar algo.
-Ah claro, olvidé decirte- dio un trago a su vaso con agua que se había servido hace un momento. -Blanca vendrá en unos minutos, solo que paso a comprar productos para la cara, o como tu y las fresas le dicen, fue a comprar "skin care".- hizo voz chillona y Sebas y yo reímos.
En ese momento tocaron la puerta así que yo fui a abrir.
-Dai!- Blanca se lanzó a abrazarme. -Te extrañe mucho cuñadita.- confeso aun sin separarse de el abrazo.
-Yo igual Blanca.- nos separamos de el abrazo y Blanca paso a saludar a los demás.
-Bueno, ya que están las dos aquí; Diego y yo iremos por botana, regresamos en unos minutos.- las dos asentimos y ellos se fueron.
-Bueno, ahora si, actualízame sobre lo que ha pasado con tu vida.- me miro atenta.
-Pues me voy a casar- le dije con voz chillona mientras le mostraba mi anillo de compromiso.
-Yo igual!- dijo con el mismo tono de voz y nos abrazamos emocionadas.
-Claro que seremos dama de honor de cada una, ¿verdad?- Blanca asintio.
-Obviamente- se encogió de hombros. -Diego si te dijo, ¿no?- yo asentí con la cabeza.
-Tu también serás mi dama de honor.- las dos nos sonreímos y continuamos platicando de cualquier cosa cuando entro una llamada telefónica a mi celular.
-Espérame 1 minuto.- Blanca asintió entendiendo y yo me paré de el sofá dirigiéndome al patio.
-¿Hola?-
-¿Daila Lainez? Marcamos de la fiscalía.-
-¿Si, que sucede?- el oficial al otro lado de la línea raspo su garganta.
-Mire, tenemos que cerrar el caso de su padre.- yo fruncí el ceño molesta y confundida.
-¿Que? No pueden hacer eso, hay suficientes pruebas.- dije molesta.
-Son decisiones de la ley y usted no puede intervenir. No encontramos las pruebas necesarias para proceder una demanda. Todo indica que su padre murió por una caída en las escaleras.- bufee.
-Es absurdo lo que están diciendo y sus argumentos tan pendejos.- solté con rabia.
-Señorita, le está faltando el respeto a la ley y eso no se lo permit- lo interrumpí.
-No, los que me están faltando al respeto a mi, a mi padre y a mi familia son ustedes, así que o me resuelven este caso o lo resolveré por mi propia cuenta a MI modo.- Sin mas que decir colgué la llamada, furiosa y con un nudo en la garganta lance mi celular al pasto.
Después de unos minutos tranquilizándome regrese con Blanca y continué como si no hubiera pasado nada.
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Tan hermosa como una flor || Sebastián Córdova ||
FanfictionDaila Dagmar Lainez Leyva, la hermana melliza del famoso futbolista mexicano Diego Lainez. Conoce al mejor amigo de su hermano, Sebastián Cordova, quien también es futbolista del cual se enamora pero le cuesta admitirlo