Me observé por quinta vez en el espejo con luces de mi habitación. Mirando cada detalle de mi outfit. Fue el primer conjunto que me probé de cinco opciones, y al final me decidí por ese. Era algo casual, sencillo y adecuado para una fiesta de dieciséis.
No, había algo que no me gustaba, y era ese bendito mechón de pelo que siempre se salía de su lugar, arruinando de algún modo mi peinado. No era uno muy elaborado y así. Solo llevaba el cabello suelto pero con algunas decoraciones en él.
Ya había acomodado ese mismo mechón un montón de veces pero siempre encontraba una manera de moverse y salirse del broche de mariposa que traía.
Puse una mueca al tiempo que intentaba acomodarlo de nuevo. Retiré las manos de mi pelo al ver que se había quedado quieto... Lo observé esperando algo, estuve a punto de sonreír satisfecha cuando pensé que le había ganado, pero se desacomodo otra vez.
Casi grité en frustración cuando lo ví soltarse. Enfurruñada, intenté volver a acomodarlo.
Escuché unos golpes en la puerta de mi habitación.
—Esta abierto —dije, en mi voz se escuchó la molestia y frustración que sentía por culpa del torpe mechón que seguía sin querer acomodarse.
Mamá se asomó ligeramente.
—¿Estas lista, hija?. Tus invitados están por llegar.
Resoplé, todavía frustrada.
—Voy en un segundo.
Supuse que mamá notó mi rabia, ya que al instante entró.
—¿Pasa algo?.
Me giré hacia ella, y señalé el mechón de pelo colgando cerca de mi mejilla.
—Esto pasa. No puedo acomodarlo. Es horrible, parece que me odia -me crucé de brazos.
Mamá rió divertida aún notando mi situación tan crítica y lamentable. Le fruncí el ceño. No estaba de humor para esto.
—A ver, seguro que se puede arreglar —me dijo, acercándose.
—No se puede, mamá. Ya lo intente y siempre se sale.
Ella comenzó a acomodarlo tan delicadamente que casi no sentía sus manos sobre mi cabeza. Esa sensación siempre me gustó, era muy relajante cuando ella me peinaba para ir a la escuela, sus manos estaban allí, jugando con mi pelo pero al mismo tiempo no se sentían, era raro, pero agradable.
Segundos después ella se separó de mi, mirando con ilusión la parte del peinado en la que me ayudó.
—Bien, supongo que ya está.
—¿Segura mamá? ¿No se saldrá está vez? .
Me giré al espejo, esperando a ver si en algún momento volvía a salirse de su lugar.
ESTÁS LEYENDO
EFE 6: La Historia Comienza... 🍃[Libro 1]
Spiritual¿Qué pasaría si algún día Dios te sorprende con algo que tú no esperabas para nada?. La vida de Darian y Skye siempre ha sido bastante simple. Han sido mejores amigas desde siempre debido a que su amistad comenzó dentro de la iglesia en la que se co...