Luego de recibir el mensaje de Bruno, anunciándonos a todos los jóvenes que la reunión de este sábado sería a las once de la mañana y no a las seis como estaba acostumbrado, recibí un mensaje de Dylan aclarándome el porqué no había podido asistir a la iglesia ese día. Me contó que su madre no lo dejó salir solo a esa hora debido a que aún no conocía bien la ciudad y quería evitar que le sucediera algo, y sus padres no lo pudieron acompañar porque estaban ocupados arreglando unas cosas en su nueva casa y que era mejor ir otro día.
Así que invité a Dylan a la reunión de hoy, diciéndole que Darian y yo lo esperaríamos en el parque para irnos juntos a la iglesia y para que así conociera el camino.
—Entonces Dylan, ¿por qué no nos avisaste antes? —cuestionó Darian, mientras avanza sobre su patineta a la par de él—. Para eso están los teléfonos, lo sabes ¿no?.
—Claro que lo sé, pero es que mi teléfono se quedo sin pila y no encontraba el cargador por ningún lado —suspiró él—, y finalmente lo encontré dentro de unas cajas en la cochera.
—Qué excusa más ridícula —comentó Darian, achicando sus ojos.
—¡¿Qué?!. Soy muy despistado.
—Bueno, lo importante es que pudiste venir hoy —dije, mientras colocaba mi mano sobre su hombro y él me sonrió.
Minutos después, llegamos a la iglesia. Nos percatamos de que las demás chicas ya se encontraban aquí, las cuales eran: Camila la hermana de Gabriel, Estefanía su prima y Rebeca, prima de Goyo y la misma chica que me ganó el cargo de maestra de niños el año pasado, pero no había ninguna señal de ellos tres.
Todas ellas se mantenían ocupadas platicando sobre cosas de las que no teníamos ni la más remota idea, sin notar nuestra llegada, como siempre. Hablando sobre diseños de uñas, estilos de cabello y la ropa que estaba de moda en la temporada.
—¡Dios les bendiga, chicas! ─excepto por Vale, que nos saludó en cuanto nos vio.
—Hola, Vale —Darian y yo le devolvimos el saludo.
—Mira, él es Dylan —le informé a la pelirroja, presentándolo—. Se acaba de mudar a la ciudad y se nos va a unir en la iglesia.
—Hola, Dios le bendiga —dijo él, sonriendo mientras le extendía la mano—. Mucho gusto.
—El gusto es mío, Dylan —ella le correspondió el saludo mostrando la amable sonrisa que la caracterizaba—. Pero por favor, háblame de tú, ¿te parece?.
Dylan asintió con la cabeza, sonriendo mientras que ella le daba una mirada aprobatoria.
Seguido de eso, tomamos lugar en la tercera fila de asientos. Y sin esperar más, mi amiga y yo volteamos instintivamente hacia la puerta de entrada esperando ver llegar a los chicos. Admito que me seguía sintiendo nerviosa con tan solo pensar en él, la sensación y los sentimientos de ver a Goyo otra vez aumentaban cada segundo, y se sentían como la primera vez. Jamás en mi vida me había sentido así por alguien, así que sí, esto era completamente nuevo para mi.
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EFE 6: La Historia Comienza... 🍃[Libro 1]
Espiritual¿Qué pasaría si algún día Dios te sorprende con algo que tú no esperabas para nada?. La vida de Darian y Skye siempre ha sido bastante simple. Han sido mejores amigas desde siempre debido a que su amistad comenzó dentro de la iglesia en la que se co...