Giré la perilla de la puerta dispuesta a entrar después de haber tocado varias veces sin recibir respuesta. Mi querida prima debía estar distraída escuchando música o tal vez se habría quedado dormida. Conociéndola.
Abrí la puerta lentamente y asomé mi cabeza para ver al interior, pero no vi a nadie así que decidí entrar mientras Darian caminaba detrás de mi con pasos indecisos.
Le di una rápida hojeada a la habitación vacía, la cama estaba correctamente echa y la ropa bien guardada en el armario. La habitación de Aitana no siempre era precisamente un lugar ordenado, la mayor parte del tiempo era un desorden total. Su ropa siempre estaba tirada en cada rincón del cuarto y la cama ni se diga, mucho peor. Por eso me sorprendió encontrar todo en orden y muy limpio. Incluso me extrañó ver todo tipo de cosméticos y artículos de belleza encima del peinador, ¿desde cuándo se arreglaba esa niña?.
Algo debía estar tramando.
—Entonces... ¿qué estamos buscando? —preguntó Darian sobre mi hombro.
—A mi traviesa y desordenada prima —respondí, solté un suspiro y puse mis brazos en mi cintura—. No sé donde pueda estar.
Darian hizo un leve sonido, pensativa.
—Para ser desordenada tiene muy limpio su cuarto. ¿Estás segura de que este es suyo?.
—Sí..., lo estoy —contesté, dudando, ya que después de todo no estaba muy convencida.
¿Me habría equivocado de habitación?
No, estaba completamente segura de que esta era la suya. Las manchas de pegamento en la pared me lo confirmaron, las reconocía porque hace años las dos pegamos posters de nuestro grupo de K-pop favorito, en aquellos años en los que soñábamos con tener novios asiáticos. Una oscura parte de mi vida que quisiera olvidar, una de la que no le había contado nunca a Darian y no le contaría jamás, no importaba la confianza y los largos años de amistad que tuvieramos.
—Esta es su habitación, lo sé —me giré para mirar a Darian. Quién seguía parada junto a mi cruzada de brazos y dejando todo su peso en una pierna.
—Pues entonces creo que... —empezó a decir ella, pero fue interrumpida por una voz proveniente de la puerta. Ambas volteamos al instante.
—¡David y Caleb!. ¿Cuántas veces les he dicho que no entren a mi habitación sin avi...? —Aitana apareció por el umbral, deteniéndose de golpe al vernos a Darian y a mi.
Se nos quedó viendo fijamente a ambas y después de dos segundos reaccionó.
—¡Skye! —el rostro se le iluminó en felicidad al momento que corría hacia mi—. ¡Viniste! —dijo, cuando me abrazó.
—Hola, Aitana.
—¡Wow!. Me alegra que estés aquí. No sabes, tengo tantas cosas que contarte, ni te imaginas lo que ha pasado...
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EFE 6: La Historia Comienza... 🍃[Libro 1]
Spirituale¿Qué pasaría si algún día Dios te sorprende con algo que tú no esperabas para nada?. La vida de Darian y Skye siempre ha sido bastante simple. Han sido mejores amigas desde siempre debido a que su amistad comenzó dentro de la iglesia en la que se co...