EFE 6: La Historia Comienza... 🍃[Libro 1]

♪ Capítulo 32

La música resonaba con intensidad entre las cuatro paredes de mi pequeña habitación.

Darian y yo cantábamos a todo pulmón la canción que se escuchaba: "Yo iré" by Miel San Marcos, mientras terminábamos de arreglarnos para el evento de hoy. Sí, la inauguración de la cafetería de los Evans había llegado después de muchos días de preparación, arreglos, detalles y ensayos, demasiados ensayos. Los días habían pasado tan rápido que apenas me dio tiempo de poder procesarlo, pero estaba bien. Me alegraba que ese día haya llegado.

Prácticamente estaba de pie desde las seis de la mañana después de que me desperté al darme cuenta de que hoy era el evento que estuvimos esperando desde muchos días atrás, los nervios y la emoción no me dejaron quedarme en mi cama hasta tarde, por lo que opté por iniciar mi día a esa hora de la mañana. Parecía que el tiempo pasaba super lento, tanto que me impacientaba, fue una mañana demasiado larga, pero cuando menos lo espere la tarde había llegado, y con ella Darian, con la cual nos pusimos de acuerdo para arreglarnos en mi casa e irnos juntas a la inauguración.

Se escucharon unos ligeros golpes en la puerta repetidas veces un poco amortiguados por el ruido de la música, por lo que me aproximé a bajar un poco el volumen y posteriormente ver quién era, dejando de lado la plancha con la que alaciaba mi cabello, ya era lacio natural, pero me gustaba alaciarlo de vez en cuando.

Era Diego.

-¿Ya están listas? -preguntó él, asomando su cabeza ligeramente.

-Aún no, pero ya casi estamos.

-Eso dijeron hace como diez minutos -replicó, irritado.

Sí, esta era la tercera vez que mi primo tocaba la puerta para preguntar, pero que esperaba.

-Diego, si sigues interrumpiendo no vamos a terminar pronto -amonestó Darian apareciendo detrás mio, mientras intentaba arreglar su ondulado cabello corto.

-No puede ser, ni siquiera se han cambiado -replicó él otra vez, al ver que Darian y yo seguíamos con nuestras batas de baño-. Saben qué, si no están listas en los próximos quince minutos me voy sin ustedes.

Dicho eso desapareció por el pasillo.

Quince minutos eran suficientes... tal vez.

Veinte minutos más tarde, ambas bajamos a la sala listas y bonitas para irnos finalmente.

-Al fin -expresó Diego al vernos, se puso de pie al instante.

-Creímos que ya te habías ido -bromeó Darian.

Él chico puso sus ojos en blanco.