♪ Capítulo 54

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Era consciente de que estaba llegando tarde

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Era consciente de que estaba llegando tarde. Y todo porque mi alarma no se guardó cuando la programé la noche anterior.

Quise ir en mi patineta pero llegaría más tarde, así que opté por un taxi. Llegué a la iglesia, que estaba prácticamente del otro lado de la ciudad, y me sentí aliviado al ver que el evento aún no comenzaba, así que entré con toda la seguridad que siempre poseí. Pero toda esa seguridad se desplomó cuando vi a todos los presentes vestidos de forma elegante y muy sofisticados.

La mayoría de mi ropa consistía en sudaderas holgadas, pantalones cargo, zapatos deportivos, gorras y camisetas. Por lo que de inmediato me sentí fuera de lugar.

Creo que Daniela olvidó decirme que esté era el código de vestimenta indicado para la ocasión. Ella solo dijo "te invito a este evento" y nada más.

Ignoré las miradas curiosas de algunas personas y me dediqué a caminar por el pasillo. Encontré a Daniela entre la multitud, estaba con las demás chicas del grupo de panderistas, todas vestidas con el mismo conjunto blanco y con otro encima de un color rosa muy raro, era una extraña mezcla entre rosa y naranja, casi rojo, al igual que iban peinadas de la misma forma.

Ella volteó por casualidad hacia mi, percatándose de mi llegada. La saludé con mi mano agitándola en el aire, se me escapó una sonrisa involuntaria y en seguida ella se acercó a mi.

—Llegaste.

—Sí, pero justo estaba a punto de irme —señalé la salida con mi pulgar.

Ella me miró extrañada.

—¿Por qué?.

—Es que me siento extraño vestido así cuando todo mundo trae traje y corbata, incluso los niños.

Y no exageraba. Literalmente, todo mundo vestía de tal forma. Menos yo, y de algún modo eso me hacía sentir incómodo, como si no perteneciera, y parecía que acaparaba toda la atención. Y era verdad que me gustaba serlo, pero ahora solo me sentía muy expuesto.

Ella asintió con la cabeza, al tiempo que se cruzaba de brazos.

—Ya veo. Pero... ¿Por qué viniste asi?. Te dije que era un evento importante, en realidad, todos los días de servicio son importantes, deberías saberlo.

Dudé un segundo.

—¿De verdad me lo dijiste?.

Ella me miró en desaprobación.

—Te lo dije, pero parece que no me escuchaste —suspiró—. Bueno, de igual forma, no tiene nada de malo tu ropa, siempre y cuando vengas con un corazón dispuesto a adorar a Dios, lo que traigas puesto es lo de menos. Y tu vestuario es bastante normal.

—Lo sé, pero... —miré a mi alrededor, me acerqué un poco para decirle algo en voz baja, como si se tratara de un secreto—... Siento que no encajo con todos aquí.

EFE 6: La Historia Comienza... 🍃[Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora