38- ¿Estas celosa?

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En el frio de la habitación, busco el calor de Romane, tiento mi vientre al no sentir su mano acorralándome a ella. Toco su lado frio por su ausencia. Me incorporo recargándome sobre mis codos, ella no esta por la habitación. Tomo mi celular son casi las ocho de la mañana. Me bajo de la cama, regresando de golpe a ella por sentir el piso frio.

Busco a Romane en el baño, no esta, pero huele a shampoo, se ha bañado ya. Salgo en busca de ella, no la encuentro en la sala, toco la puerta de su despacho y no responde, el ultimo lugar en el que puedo encontrarla es la cocina. Al entrar me siento decepcionada al no verla. 

En la barra de la cocina, hay una nota.

Tuve que salir de urgencia. Te veo en la empresa, Pedro va a llevarte. Te deje el desayuno preparado.

Pd: No te hagas la cabeza, deja que Pedro te lleve.

Romane.

Miro de nuevo las letras finas marcadas en una nota. Pienso sobre dejar que Pedro me lleve a la empresa, esto ya esta involucrando a mas personas, ¿Que pensara de mi? Romane tiene razón no puedo hacerme la cabeza y en aunque quiero engañarme haciéndome creer que me preocupa que vean mal que salgo con mi jefa, en realidad lo que mas me preocupa es que ni si quiera se si estamos saliendo. No se que somos y el no poder ponerle nombre a esto es lo que me asusta, como defiendo algo que no se si tengo.

Pienso en mandarle un mensaje y decirle que no lo haga venir, pero si esta ocupada ¿Que será eso urgente que tenia que hacer tan de mañana?

Para Romane:

Hola?

Envió el mensaje y espero a que me responda mientras me obligo a desayunar. Mi celular comienza a sonar, miro la pantalla y es el numero del casero de mi edificio.

—¿Bueno?

—Señorita Romina, disculpe molestarla tan temprano, pero hay un problema con su fontanería, esta saliendo agua de su departamento.

—Oh, ¿no tienen copias de la llave?

—No de su departamento, al parecer le dieron la única copia que había.

—Entiendo, estaré ahí la mas rápido que pueda.

—Se lo agradezco, ah señorita.

—¿Si?

—Tiene un paquete.

—Te agradezco, te veo un momento.

Bajo de un brinco del banco, guardo lo que quedaba de desayuno y regreso a la habitación a cambiarme.

Salgo casi corriendo del departamento de Rizzo, marcando el numero de Pedro.

—Hola Pedro, se que vendrías por mi, ya no es necesario, necesito regresar a mi departamento de urgencia.

—¿Necesitas que te lleve? Estaría ahí en veinte minutos.

—Te lo agradezco, pero es urgente estar ya de camino.

—¿Romina? —noto un poco de miedo en su voz.

—Yo me encargo de Romane, no te preocupes.

—Entiendo. Tengas lindo día.

—Gracias, igual tu. No te preocupes por ella —trato de tranquilizarlo.

Marco el numero de Romane, pero me manda directo a buzón. ¿Donde estará? Levanto la mano haciéndole la parada a un taxi que va pasando.

—Hola, señorita Romina —me saluda el casero, saliendo de su cubículo. —le agradezco que haya llegado rápido.

—¿Desde que hora se esta tirando el agua?

ROMANE 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora