Buenas noticias

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Giyuu se levantó de golpe del futón tocando su pecho con desesperación, había soñado nuevamente lo mismo que días anteriores, pero esta vez fue peor, fue tan real y el dolor que su cuerpo dentro del sueño sintió fue una agonía total, por alguna razón también estaba llorando.

— ¿Q-que mierda fue eso...? — Miró sus manos no tanto como a pesar de estar pálidas, las dos estaban ahí con él. — Ese era yo, ¿Verdad? Era yo... Definitivamente era yo.

Respiraba pesado y agitado, en medio de la oscuridad de la habitación buscó el cuerpo conocido de aquel enfermero que le acompaña últimamente a todos lados, de su pareja.

— T-Tanjiro también, él estaba ahí, lo vi, y-yo vi su cabeza. — Y haciendo un esfuerzo logró dar con Tanjiro que se encontraba a su lado durmiendo tan plácidamente como un ángel en una nube.

Entonces Giyuu se calmó, aquello fue solo una pesadilla debido al cansancio que su cuerpo tiene, nada más eso y no debe tomarle importancia aunque se sintiera como si lo hubiera vivido en carne propia.

Respiró profundamente sintiendo un alivio al ya haber recuperado la compostura, se puso de pie dejando a Tanjiro en el futón y abrió la ventana del balcón.
Se encontraban ya en las aguas termales, debido a que ya es muy noche, ambos habían preferido dormir y salir por la mañana luego de desayunar a disfrutar del ambiente.
La nieve ya cubre la zona, las aguas calientes humeantes se pueden apreciar y disfrutar mejor con el frío encima por lo que es la mejor época del año para salir a este tipo de sitios.

Giyuu solo se puso a pensar en todo lo que ha pasado en estos meses, desde el inicio de todo este proceso pensando que lo haría con el amor de su vida que resultó ser un simple mentiroso que quería dejarlo a la más mínima oportunidad, hasta su madre pidiendo perdón, pareciera como si el universo le estuviera diciendo que su fin está cerca y le estuviera poniendo las cosas sencillas, ahora tiene una pareja que es un amor de persona, un perro que en estos momentos está dormido al lado de Tanjiro y la oportunidad de cumplir los últimos deseos que tiene.

No podría desear más que eso, ya lo tiene todo y lo único que le gustaría hacer más que nunca sería la última locura de su vida, casarse así sea por pocos días.

— Estoy delirando, la pesadilla me alocó el cerebro.

Pero es que parecía ser tan real, ¿Verdad?

Pero analizando la situación y recordando la primera vez que vio a Tanjiro... Sentía como si ya lo conocía desde antes, fue un sentimiento de familiaridad como si hubiera estado con él toda la vida, bastante raro realmente.

— ¿Y si esa pesadilla es un recuerdo de mi vida pasada? — Miró hacia el cielo como una de las estrellas brillaba más que las otras.

— Tienes mucha razón, Giyuu. — Dijo una voz proveniente de quién sabe dónde.

Giyuu se sobresaltó buscando de donde había venido esa voz gruesa como de un hombre más o menos de su misma edad, pero obviamente estaba solo, no había nadie ahí, aún así está seguro de que lo escuchó.

— Me estoy volviendo loco. — Suspiró y cerró los ojos.

— No... Solo estás más cerca de la muerte y puedes escucharme.

— ¿Quien está ahí? — Buscó desesperado, pero nuevamente nada, absolutamente nada.

Estoy rompiendo una regla al estar contigo, no puedes verme, pero si escucharme y... — Poco a poco Giyuu fue retrocediendo mientras miraba un punto fijo a la nada, aparentemente a la nada.

— ¿Q-que... Eres tú? — Cuestionó.

 Eres tú? — Cuestionó

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