Tardando un par de horas en llegar al lugar que deseaban, ambos tomaron sus cosas y se establecieron.
Tanjiro ayudó a Giyuu a vestirse, hasta cierto punto Giyuu sentía vergüenza aunque ya le ha visto desnudo muchas veces ahora que son pareja no puede evitar pensar que estar así con él puede llevar a otras cosas además de que no se siente especialmente sexy para él.Simplemente se limitó a sonreír mientras su pareja le viste con cuidado.
— ¿Algo le resultó gracioso? — Cuestionó Tanjiro con una sonrisa en el rostro.
— Siempre me ayudas a cambiarme y... Ahora somos pareja, me sorprende que no te guste de forma sexual, creo que no te atraigo de esa forma, ¿Verdad?
Tanjiro se sentó al lado de Giyuu sosteniendo su mano, a veces es normal tener ese tipo de inseguridades debido a su estado físico y de salud actual, pero no por eso para Tanjiro dejaría de ser alguien importante en su vida.
— Creo que le he dicho muchas veces que le amo tal cual es, usted dice que no me atrae sexualmente y es que nunca en mi vida he pensado de esa forma para con usted, ¿Sabe por qué? — Tanjiro le sostuvo la barbilla con delicadeza para no forzarle. — A usted le amo de pies a cabeza con todo incluído, lo quiero para pasar el resto de la existencia a su lado, me gusta tal cuál es y no siento la necesidad de tener relaciones sexuales porque mi intención es cuidarlo para siempre y darle todo lo que se merece hoy, mañana y siempre, en el cielo, en el infierno, en el limbo, donde sea.
Hay cosas que no se esperan, Giyuu por ejemplo no esperaba tales palabras viniendo de un ser tan angelical como lo es Tanjiro.
— ¿Sabes? He tenido suelos muy raros. — Giyuu buscó el calor de la mano de Tanjiro. — Apareces tu vistiendo ropas viejas como en el periodo Sengoku...
— ¿Que clases de sueños tiene usted? Son muy raros.
— Lo se, pero son sueños en donde estamos tu y yo viviendo en una cabaña alejados del pueblo, me suelo despertar cuando abren la puerta de esa cabaña a golpes.
Hace cientos de años
En la vida las sorpresas son inesperadas, a veces son buenas y a veces malas, Tanjiro en esta ocasión No sabía cómo tomar el haber conocido a esta persona en especial, un espadachín sin nombre al cuál el nombró como Giyuu, en un inicio él se quedaría un par de días, pero al parecer algo terminó convenciendo al espadachín de quedarse más, algo o tal vez alguien.
— Bien, debo ir a trabajar, puedes quedarte en casa y ten cuidado que el shogunato no te vea, ¿De acuerdo? — Sonrió Tanjiro antes de tomar sus cosas e irse.
— ¿Y que si me ven? Puedo defenderme.
— No no, sin violencia, mi familia vive al lado, ellos te vendrán a dejar comida y agua, buscaremos el momento adecuado para que salgas del pueblo, ¿De acuerdo?
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A year with you
FanfictionEl cáncer es definitivamente una enfermedad muy dura, poco a poco te vas apagando. Tomioka Giyuu de 21 años sufre de Leucemia, su destino ya está escrito. Su ángel guardián, Tanjiro, se ha ofrecido a cuidar de él y darle el mejor año de su vida, su...