Te recuerdo

173 26 21
                                    

Los días están contados para Giyuu, por desgracia ya quedan muy pocos y cada segundo es vital aunque parece que hay una salida del abismo en el cuál está metido su humano al tener finalmente un donante de médula ósea.

Tal vez para Tanjiro esto de casarse y unir almas es un intento desesperado por compartirle parte de su energía vital a Giyuu, o tal vez es simplemente porque su ser es lo que más quiere.

No está seguro.

Tampoco quiere estarlo.

Solo hacerlo.

Fue de esta forma que con mucho esfuerzo Tanjiro preparó la habitación decorando con algunas flores que hizo aparecer con su poco poder angelical, también pidió al local algunas sábanas blancas extra para improvisar un altar así como un par de globos que infló uno a uno.
Todo esto, mientras Giyuu permanece en las aguas termales descansando el cuerpo, obviamente el salía de vez en cuando a vigilarle.

Tanjiro agradece que Giyuu sea alguien tan comprensivo que accedió a darle espacio para improvisar algo tan grande en un espacio reducido y con poco tiempo para algo tan especial.

Por supuesto, todo esto bajo el apoyo incondicional de quién es para Tanjiro, su hermano mayor.

Está quedando muy bien. — Dijo Kyojuro con una sonrisa enorme en su rostro.

Lo está dejando ser, así sepa que está mal casarse con un humano, nunca en la vida ha sucedido algo así, pero sabe el inmenso amor que le tiene a Giyuu y él... A este punto, no es nadie para frenarlo, ni siquiera el mismo Yoriichi podría intervenir.

— Gracias por aceptar casarnos. — Decía Tanjiro con alegría en su voz. — Le quedan pocos días, ya va a pasar un año desde que estoy con él y... Quiero que sus últimos días sean los mejores.

Muy en el fondo tenía la esperanza de que su hilo se alargue de alguna forma.

Apareceré por la puerta a las 6 PM, exactos. — Kyojuro se puso de pie y se dirigió hacia su hermano menor para devolver sus cabellos rojizos con mucho afecto.

Él tiene el peso de su pasado en la mente y sabe que tarde o temprano será el momento en que Tanjiro se entere de la verdad, son cosas que no pueden esconderse toda la eternidad ni por eones ni por universos.

Kyojuro se fue, desapareciendo en el viento.

Tanjiro sonrió y siguió con su arduo trabajo intentando hacer que quede lo mejor posible.

Es un ángel incompleto, a punto de completar esa parte que le falta con la persona que más ama en el plano terrenal.

Las horas pasaron tan rápido que Tanjiro no se dio cuenta de que la noche ya había caído sobre ellos, Giyuu ya no estaba en las aguas, ahora se encontraba en el comedor del lugar buscando un par de aperitivos para merendar.
Tanjiro cuando finalmente terminó su labor, observó el reloj.

— 5:45 PM. — Dijo en voz alta.

Sabiendo que la hora se aproxima, fue a buscar sus mejores ropas para usar.
Y siendo sincero consigo mismo, no tenía un traje, jamás vio necesario tener uno o siquiera comprarlo con todo el dinero que la madre de Giyuu le paga, así que se limitó a usar un pantalón negro de vestir, zapatos negros recién lustrados y una camisa de botones blanca que le da un aspecto más que presentable.

Giyuu le había dicho que él no iba a necesitar ayuda en esta ocasión pues no quería arruinar la sorpresa también.
Así que Tanjiro comprendió, es un día especial armado con lo poco que se tiene en el momento.

Aunque de haberlo sabido con anticipación, hubiera incluso investigado más sobre el tema para así haberse llevado al menos una muda de ropa formal.

— ¡Momento! — Dijo él cuando una idea vino a su mente. — Mi ropa de ángel...

A year with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora