Lección 3 (IV) - Sin juicio de valor

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La culpa con respecto a las emociones no es una manera sana de abordarlas. Cada vez que te sientas culpable a cómo te sientes, recuerda otro aspecto importante que tienes que saber sobre las emociones: no son ni buenas ni malas. Simplemente son. Hasta la rabia, tristeza, culpa, frustración, etc. Estas emociones no son malas, simplemente son emociones y son todas muy necesarias. No es que estas emociones no sean adecuadas, sino que los comportamientos ante estas emociones pueden no ser los adecuados. No deberíamos emitir juicios de valor a las emociones, pero sí podemos hacerlo con nuestras reacciones ante ellas.

Puedes sentir algo y tu reacción ante esa emoción es a la que podemos llamar "buena o mala". Si María tiene mucha rabia contra Laura porque ella la insultó y la golpea en la cara, no es que el haber tenido rabia estuvo mal para María. Estuvo mal el que le hubiera dado un golpe a Laura. María debía haber expresado su rabia de otra manera. Pero la rabia que sentía era completamente natural. Todas las emociones son naturales. Tienes que aceptarlas.

No es ridículo sentirse de una manera ante una situación. Si alguien te insulta, es lógico que te enojes. Si te separas de un amigo, es lógico que estés triste. Si hay turbulencia en un avión, es lógico que te asustes. Si no ganas en una competencia, es normal que te sientas frustrado. Si te resbalas frente a mucha gente, es natural que sientas vergüenza. Si has hecho algo que no debías, es normal sentir culpa.

Las emociones están ahí para enseñarnos y decirnos algo. Todas son igual de importantes y necesarias. Todas nos conducen a algo, incluso aquellas emociones que etiquetamos como "malas". Por eso es importante que cambies tu forma de pensar con respecto a tus emociones. Evita poner la palabra "no" ante cualquiera de ellas.



Corazón que aprende lección que permaneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora