No sólo puede ocurrir que tú creas algo de ti mismo que no es. Lo mismo pasa con tus creencias sobre las personas y sobre la vida en general. Si crees que las personas son egoístas, siempre encontrarás motivos que alienten esta creencia. Prestarás más atención a las acciones egoístas de las personas y no a las acciones generosas. Si crees que las personas son mentirosas, sólo te enfocarás en los momentos en los cuales las personas fueron deshonestas y no en los momentos en los cuales dijeron la verdad.
"Nadie me quiere", "No le importo a nadie" son creencias muy comunes en las personas. Si crees esto sólo te vas a fijar en situaciones que puedan respaldar estas creencias y no en los momentos en los cuales las personas te demostraron afecto y atención. Si un día una persona no te saludó, estarás pensando que nadie te tiene en cuenta, sin pensar en las otras personas que sí te saludaron. Si un día tus padres no te escucharon o no te prestaron atención, te quedarás con ese día y no con los otros en los cuales sí te prestaron atención, porque tienes fuertemente en la cabeza la creencia: "No le importo a nadie" o "Nadie me presta atención".
Puede ser que generalices y armes una creencia en tu mente de acuerdo con pocas personas o pocas situaciones que te ocurrieron. Y vas pensando que es verdad. Vas buscando ejemplos que apoyen y confirmen esta creencia. Puede ser que digas "todas las personas son mentirosas" sólo porque dos personas te mintieron. "No soy bueno para nada" sólo porque no eres bueno en deportes. De tal creencia tal experiencia.
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Corazón que aprende lección que permanece
Non-FictionCreo que muchas personas coincidirían conmigo en afirmar que la etapa de la adolescencia, entre los 11 a 18 años aproximadamente, es una etapa particularmente difícil por todos los cambios que se van dando y las experiencias que a uno le toca vivir...