De tal creencia tal experiencia significa, como lo dice Louise Hay, que "lo que creemos sobre nosotros mismos y sobre la vida se convierte en verdad para nosotros" (1). Es decir que lo que sea que tú crees que eres, eso serás o eso eres, y lo que sea que tú no crees que eres, eso no serás o no eres.
Tú creas una realidad en tu mente y eso se transforma en tu verdad, no porque necesariamente sea cierto, no porque tu mente realice algún tipo de magia, sino porque tú crees que es así. Mira lo que piensa María aquí:
"Hoy estuve muy deprimida por un nuevo problema: mi gordura. No puedo dejar de pensar en que soy una gorda y eso es cierto, y aunque no lo sea nadie va a poder sacarme ese pensamiento de la cabeza".
María no era gorda, ni siquiera estaba con sobrepeso o tenía kilos de más. Estaba en su peso ideal. Pero esto no importaba. Ella estaba convencida de lo contrario. Estaba convencida de que era gorda. Esa era su creencia, su verdad, su realidad. Ella misma lo dice: "eso es cierto", y luego admite que podría no serlo pero que "nadie va a poder sacarme ese pensamiento de la cabeza". Tenía razón en esto último. Nadie iba a poder convencerla de lo contrario porque ella tenía esta creencia en su mente y únicamente ella se la podía sacar.
Por mucho tiempo, ella creía que era gorda y eso se vio reflejado en su forma de hablar, actuar y en sus experiencias. Como creía que era gorda, se comportaba como si lo fuera: se pasaba haciendo dietas extremas, usaba ropa grande y holgada, exageraba con los ejercicios físicos y soñaba con el cuerpo ideal. No había forma de hacerla cambiar de opinión. Nadie nunca le dijo que estuviera gorda, ella misma lo creía y vivió una realidad que no era la verdadera. Su familia, sus amigos y profesores le decían que no era gorda, que ella estaba bien, pero ella no les creía. Si ella no creía que era flaca, entonces no lo era. No era su realidad. La cuestión aquí no es si María de verdad estaba gorda o no. La cuestión es si ella creía que lo estaba o no. Eso es lo importante.
Lo importante es lo que tú crees sobre ti mismo. Las personas podrán decirte que eres muchas cosas, pero si tú no lo crees, no es la realidad. Es posible que las personas a tu alrededor ya te están diciendo muchas cosas. Esas personas pueden ser tus padres, hermanos, familiares cercanos, compañeros, amigos, profesores, entrenadores, etc. Si ellos lo dicen no significa que sea verdad. Será verdad si tú lo crees. Pueden decirte cosas positivas o negativas sobre tu persona. Es verdad si tú crees en esas cosas que te dicen.
Lo que sea que creas, tú mismo irás haciendo que se haga realidad, consciente o inconscientemente. No es a través de algún arte o magia, sino a través de tus acciones y comportamientos. Si piensas "no soy inteligente", entonces probablemente no estudiarás ni te esforzarás en el colegio, lo cual hará que te saques malas calificaciones, y dará como resultado que tú sigas creyendo que no eres inteligente. De tal creencia tal experiencia.
En una ocasión, cuando María fue de intercambio a otro país a los 16 años, ella asistió a un evento en otra ciudad alejada de la que vivía en donde no conocía absolutamente a nadie. Se pasó todo el evento sentada en un rincón sin hablar con nadie. Cuando su mamá anfitriona la pasó a buscar le preguntó cómo le había ido en el evento y si le conoció a alguien. María le dijo que el evento estuvo bien pero que no habló con nadie. Entonces, su mamá anfitriona, muy sorprendida, le pregunta por qué no lo había hecho. La respuesta que María le dio fue, más o menos, esta: "No sé... porque soy tímida". Otro día, su mamá anfitriona le recuerda ese evento y le dice que esa era una elección de María. Ser tímida era una elección. Le dijo que, si eliges ser tímida, serás tímida. Y tenía mucha razón. Al creer que era tímida, María no se acercó a hablar con nadie ni inició la conversación ni habló en público, lo que confirmó su creencia de ser tímida. María se comportaba como una persona tímida porque ella creía que era tímida.
Tú vas a comportarte cómo crees que eres. Si crees que eres tímido, te comportarás como un tímido. Si crees que no eres inteligente, te comportarás como una persona no inteligente. Si crees que eres impaciente, te comportarás como alguien impaciente... De tal creencia tal experiencia.
Adriana Waisman, en su libro Vacío Emocional, decía: "para poder modificar nuestras acciones tenemos que aprender a modificar nuestros pensamientos" (2). Es decir que, si tú quieres ser diferente y quieres hacer las cosas diferente, debes pensar de manera diferente.
Referencias
(1) Louise Hay. Usted puede sanar su vida.
(2) Adriana Waisman. Vacío Emocional. El encuentro con uno mismo y la búsqueda del bienestar. Buenos Aires, Penguin Random House Grupo Editorial, 2021
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Corazón que aprende lección que permanece
Non-FictionCreo que muchas personas coincidirían conmigo en afirmar que la etapa de la adolescencia, entre los 11 a 18 años aproximadamente, es una etapa particularmente difícil por todos los cambios que se van dando y las experiencias que a uno le toca vivir...