No dejes que el fracaso te haga desistir de tus ideales. Prepárate para cuando eso llegue y, en vez de decir que nunca más lo vas a intentar, afirma que vas a seguir probando hasta conseguir lo que te propones.
Al fracasar, empezarás a pensar miles de motivos por los cuales debes rendirte y dejar de intentar. Constantemente pensarás: "No vale la pena", "No se puede hacer", "Es imposible". Para esos momentos, ten preparado lo que vas a decirte a ti mismo. Te dirás que los fracasos no van a definirte, que no vas a quedarte con eso, que lo seguirás intentando, que no te darás por vencido, porque nunca sabrás lo que vendrá después o que pasará en el siguiente intento. Nunca sabrás de lo que podías ser capaz.
En la canción, Color Esperanza, Diego Torres canta: "Es mejor perderse que nunca embarcar. Mejor tentarse a dejar de intentar". Y estoy de acuerdo. No te quedes con el fracaso. No te detengas ahí. Es mejor arriesgarse y hacer que algo pase a no intentar y arrepentirse por no haberlo hecho.
La vida es incierta. No sabes lo que puede pasar mañana. No sabes lo que te traerá el día de mañana. Si no intentas, te puedes estancar y quedar en el mismo lugar. Teresa de Ávila decía: "muchos se quedan al pie del monte que pudieran llegar a la cumbre". Es decir que muchos se quedan siempre en el mismo lugar por ese miedo a correr riesgos. Muchos que pueden llegar muy lejos no lo hacen porque no quieren tomar riesgos. Al no hacer nada, también estás corriendo un riesgo. El riesgo del "hubiera", del no saber "qué hubiera pasado si..."
¿Y si hubieras triunfado? ¿Y si hubieras tenido éxito? ¿Y si hubieras logrado eso que te proponías? Para mí el "hubiera" es una sensación peor que el fracaso porque se tiene la incertidumbre de lo que podría haber pasado. La incertidumbre de no saber si lo hubieras logrado o no. Al menos el fracaso te da una certeza y es más real. En la vida de las personas hay muchos "si hubiera": "Si hubiera hecho esto" "Si hubiera intentado aquello" "Si hubiera probado esto" "Si hubiera continuado con esto" "Si me hubiera arriesgado".
No te llenes de "hubiera". Determínate a intentarlo, a correr riesgos y a no darte por vencido. No permitas que tu vida se llene de "hubiera". Toma los riesgos necesarios para conseguir aquello que deseas y sueñas. Continúa sin rendirte y podrás llegar muy lejos.
Es mejor intentar y saber de lo que eres capaz que quedarse con la duda. Luego, podrás decir: "al menos lo intenté. Al menos corrí ese riesgo y sé lo que podía haber pasado".
Más vale fracaso en mano que éxito volando.
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Corazón que aprende lección que permanece
Non-FictionCreo que muchas personas coincidirían conmigo en afirmar que la etapa de la adolescencia, entre los 11 a 18 años aproximadamente, es una etapa particularmente difícil por todos los cambios que se van dando y las experiencias que a uno le toca vivir...