Lección 8 (IV) - Todo a su tiempo

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Lo que sea que te propongas puede llevarte mucho tiempo, pero esto no tiene que ser motivo para el desánimo. Tiene que ser un motivo para prepararse. La preparación es tan importante como el resultado. Lo que te cuesta es lo que luego atesorarás, cuidarás y valorarás mejor. Como dice Joe Paterno, un entrenador de fútbol americano: "La voluntad de ganar es importante pero la voluntad de prepararse es vital". Sin preparación no vas a ir a ninguna parte.

La realización de tus sueños es posible pero no siempre será en el momento en que tú deseas. Si trabajas por tus sueños poco a poco lograrás realizarlos. Si quieres de verdad algo, lucharás por ello todos los días hasta que se hagan realidad. La clave está en no rendirte y en ir paso por paso. Los resultados no llegarán de un día para otro. Todo tiene su tiempo.

Ten bien en claro aquello que quieres lograr y aquello que quieres alcanzar. Empieza a armar tu plan poco a poco de cómo lo conseguirás. Eso sí. Debes desearlo mucho porque el camino nunca estará libre de obstáculos.

Sin duda, un ejemplo de perseverancia, dedicación y esfuerzo es Liz Murray. Ella es una mujer que tuvo una infancia muy difícil, ya que sus padres eran adictos a las drogas y tenían muy pocos recursos económicos. Cuando su madre tuvo que ser hospitalizada a causa del SIDA y su padre continuaba siendo muy adicto a las drogas, Liz terminó sin un lugar donde vivir. Por mucho tiempo anduvo en las calles y, cuando su madre murió, Liz decidió ir al colegio y graduarse. Aunque estaba muy atrasada en su educación, ella se esforzó muchísimo y logró sacar muy buenas calificaciones. Fue así como aplicó para una beca y fue aceptada en Harvard, una de las mejores universidades del mundo (4).

Antes de ser aceptada en Harvard, ella pensaba lo siguiente cuando estaba estudiando en la secundaria y dormía en las calles: "Me dije a mí misma: ¿qué pasaría si me despertara y todos los días hiciera todo lo posible durante ese día para cambiar mi vida? ¿Qué podría pasar en tan solo un mes? ¿Un año?" (5). Con este pensamiento, me parece a mí que Liz entendía que podía llevarle mucho tiempo salir de dónde estaba, pero que eso no iba a detenerla de continuar hasta el final. A pesar de las dificultades, ella no se dio por vencida. Ella hizo todo lo que estaba a su alcance para lograr lo que se proponía.

Así como Liz, pregúntate tú también: ¿qué puedo hacer cada mes, cada semana, cada día para acercarme más a mis sueños? ¿Cómo puedo acortar cada vez más la distancia entre el punto de partida y de llegada?

"Cualquier cosa que esté al alcance de otra persona también está al alcance tuyo. Establece tus objetivos por imposibles que parezcan. Luego concéntrate en lo que hay entre ti y ese objetivo. Y luego, simplemente elimina los obstáculos a medida que se presenten" (6) es el consejo de Liz Murray.

Prueba dando primeros pasos. Esos son los más importantes y una vez que empieces a andar no te detengas. Puedes caerte y enfrentar obstáculos, pero no debes detenerte. Liz también decía: "nadie, nadie sabe realmente lo que es posible hasta que van y lo hacen".

Intenta ir tras tus metas, aunque parezcan difíciles de alcanzar. Visualízalas. Tenlas presente cada vez que te caigas. Vuelve a levantarte y continúa el trayecto sin importar qué tan largo sea.

De la aspiración a la realización hay una larga duración.

(4) BBCNews. How Liz Murray went from homelessness to Harvard.

(5) No one gets where they are going alone, Murray tells UBaudience. University of Buffalo.

(6) DOERone for all. Homeless To Harvard: Liz Murray Shows How Our Choices BecomeOur Future.





Corazón que aprende lección que permaneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora