Catorce

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¿Cómo debía ser el amor?

Era una respuesta que nunca estuvo al alcance de Killian, así que decir que el amor era para los tontos y para los humanos, quizá era la definición más acertada, pues el amor era casi prohibido para un ser destinado a portar desgracias por su propia naturaleza; pero cuando la vio por primera vez, entendió lo que era estar realmente enamorado.

Aria era el ángel más precioso del cielo, la más sabia, la más justa, y tal vez la más humana. Y aún si su lugar estuviese lealmente con los humanos, había alguien que la codiciaba más que nunca, y ese era Atil, el rey de los cielos.

Cuando Atil supo de los sentimientos que existían entre Aria y Killian, no dudó en perseguirlos al grado de poner el cielo, la tierra y el infierno de cabeza desatando una guerra santa que duró miles de años, hasta que el castigo por burlar al rey de los cielos logró alcanzarlos provocando que los poderes sobrenaturales de Killian fuesen sellados, y por otro lado, dejando que Aria cayera en un letargo profundo.

Pero ni en un millón de años Killian esperó volverse a encontrar con aquella mujer que le robó el corazón tan irremediablemente.

En esas frías sillas metálicas de hospital se encontraba su quería Aria llorando desconsoladamente, y como si fuesen un imán, los ojos de ambos se encontraron esperando por ese ansiado momento para estrecharse.

Desearía que este momento jamás se borrara de mi corazón.

Fueron palabras que salieron de la boca de Killian mientras acunaba el rostro angelado de Aria, sintiéndose completamente hechizado y dentro de él volviendo a brotar la esperanza que lo abandonó hace mucho.

Fueron calvarios que pasó para volver a encontrarse con su amada mujer, y ahora que la tenía de nuevo en sus brazos, dejarla ir ni siquiera estaba en sus planes.

Quería protegerla de todo aquello que representara un peligro para ella, incluyendo a la hermana mayor de Aeri que aseguraba hechos que era inimaginables, y fue así como su lado más sobreprotector salió a flote.

El hombre evitó una segunda bofetada, sosteniendo la muñeca de Hyojin quien se mostró rápidamente hostil, completamente distinta a como solía tratarlo cuando era el felino de su hermana menor.

Cuando conectó aquellos puntos, rápidamente reparó la presencia de Aeri. Quien miraba con un poco de intriga la cercanía que mostró con Aria. Su querida amiga frunció el ceño y avanzó a pasos confiados para interferir en la pelea.

—Hyojin, creo que te has excedido un poco con la chica. Primero necesitas tranquilizarte, después veremos que hacer.

—¿Estás loca? Mi hijo casi muere, y de paso arruinaron tu carrera, excederme no ha sido nada a comparación con lo que les espera a ella y a toda su familia.

Jungkook parpadeó un par de veces después de escuchar aquello último.

Aeri realmente había sido derrotada por Kim Seokjin, el consiguió frustrar su postulación, pero no estaba seguro si Aria tuvo que ver con eso, era casi imposible que un ángel tan justo como ella fuese capaz de prestarse para algo así, y lo que es peor, como es que terminó siendo familia de ese idiota.

Y aún así no podía dividirse por primera vez, porque su lugar estaba a lado de Aria, y ella estaba por encima del aprecio que sentía por Aeri.

Tenía que tomar muy pronto una decisión.

—Aeri tiene razón, tienes primero que reordenar tus ideas y después te lanzas al vacío. Jimin te necesita ahora, no puedes gastar tu energía en otros.—Yoongi abordó a la ya alterada mujer.

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