Veintidós

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Jungkook

Kim Namjoon, su nombre para nada me sonaba, sin embargo, a Jimin le perturbaba.

Si dijo "joder" unas quinientas veces, fueron pocas.

¿Tan mal tipo era?

—Oye, parece que nos hemos saltado algunas partes de la historia, por qué no estoy entiendo ni un carajo, de quien hablaba tu tía, y por tu cara parece que es una de tus personas non gratas.

Jimin y yo estábamos entrando a la "Torre Kang" un lugar que jamás he pisado, ni siquiera cuando fui el gato de Aeri; era grandísimo, quizá unos quince pisos, no lo sé, pero lo cierto es que cada rincón de este recinto tenía la esencia de la familia Kang muy marcada. Pues si algo en lo que más invertían era en resaltar su pedigrí.

Kang Minji era la promotora principal de su familia, siempre alardeando de su poder adquisitivo y de las conexiones que tenía con la realeza europea gracias a sus nietos y su fallecida nuera. Más que tener varios ceros en su cuenta bancaria, el hecho de que sus nietos lo fueran también de un monarca irlandés, era su mayor logro.

Suprimiendo lo anterior, Jimin siguió caminando a pasos acelerados hasta el área de ascensores donde inmediatamente le dieron acceso, sin cartas de presentaciones, o palabras mágicas, el simple hecho de ser él, literalmente le habrían muchas puertas.

—Kim Namjoon es el asesor financiero principal de mi tía. Y también el nuevo Director General de Estrategia y Planeación. El sin duda es la mente maestra detrás del repunte de Royal Sea en el mercado. Pero no deja de ser un grandísimo hijo de puta.

Hasta ahí todo bien, pero el hecho de que Jimin se refiera a él de esa forma me ponía en alerta, pues el único hasta el momento que tenía ese título era Kim Seokjin. Así que esto parece tener un trasfondo interesante.

—Por hijo de puta de refieres ¿A?

—Es un abogado al igual que la tía Aeri, de hecho estudiaron juntos, pero ni siquiera conoce los derechos laborales básicos. Apenas lleva tres meses aquí y ya todo su equipo visita al menos tres veces por semana al terapeuta.

—¿Tan mal tipo es?

—Técnicamente como jefe lo es. Pero detrás de bambalinas es confiable, y tiene sentido que mi tía le haya encomendando uno de los cargos más importantes dentro de la estructura organizacional de Royal Sea, por esa razón ella regresó a Yonsei. Kim Namjoon es el perro grande de la casa ahora.

Jimin extendió sus brazos haciendo referencia a lo colosal que era ese hombre aquí.

—De verdad, nadie está preparado para conocer a ese hombre.

Me halaga, de hecho.

Detrás de nosotros apareció una voz profunda, capaz de erizarnos la piel casi al instante.

Jimin y yo nos giramos robóticamente, encontrándonos con un masculino de al menos un metro ochenta, de buena musculatura que ese suéter de cuello de tortuga negro le favorecía como el infierno, y con la mirada de dragón acechándonos, toda una personalidad.

El hombre pasó en medio de los dos, dejando nuestras fosas nasales impregnadas con olor a tabaco, probablemente venía de fumarse un cigarrillo. Entonces, picó los botones del elevador, exactamente el último piso.

Jimin tenía razón, definitivamente era el perro grande la casa.

¿Debería preocuparme?

Por supuesto, cuando dije que Aeri debería conocer a un gran hombre, me refería a esta clase de tipos.

Educados, listos y enigmáticos.

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