All Versions Of Me

Diecinueve

Jimin entró al viejo edificio donde aparentemente Jungkook se alojaba, y rápidamente pudo detectar el olor a humedad, condiciones nada tolerables para alguien que se crió entre la vida palaciega y los grandes rascacielos que se podía costear gracias a su poderosa familia.

El chiquillo tocó la modesta puerta de madera al menos unas tres veces hasta que finalmente se abrió, dejándose ver a un Jungkook confundido por la repentina intromisión de Jimin.

—Eh...¿Tú?

Hasta donde sabía el chiquillo estaba a un paso de la muerte, pero curiosamente se veía muy saludable. Aunque, sabiendo que es nieto de una de las mujeres más poderosas del país, no era de extrañar que el mini magnate haya recibido una atención de calidad.

—¿Es la primera vez que te encuentras con la miseria o qué es esa cara?

Jungkook dejó que Jimin pasara mientras recorría con sus ojos cada tramo del pequeño de piso que se había vuelto el hogar de Jungkook.

—Probablemente los herederos como tú jamás tendrán que preocuparse por la humedad.

—En eso tienes razón, vivimos en realidades diferentes, por ejemplo, tú debes preocuparte por las filtraciones en el techo, y yo si mi comida estará o no envenenada. Pero al final, ninguna de ambas situaciones es menos relevante que la otra.

—El monólogo es muy bueno, pero supongo que tu visita tiene un motivo.

Jungkook tomó una taza con la intención de vertir agua sobre ella y ofrecérsela a su visita. Sin embargo, las finas palabras de Jimin hicieron que se detuviera abruptamente.

—Imaginé que tal vez quisieras saber sobre mi tía.

Por supuesto que sus imaginaciones eran acertadas, había pasado días pensando en Aeri, en su condición y en como estaba sobrellevando las cosas, incluso escuchó que sufría algún padecimiento por eso solicitó licencia. Pero era tan cobarde como para buscarla y preguntarle él mismo.

—¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?—Jimin volvió a insistir.

—Por qué dices eso de repente.—Jungkook era terriblemente orgulloso.—Supongo que tu tía debe estar bien.

Jungkook no pudo ocultar su falta de equilibrio emocional cuando se nombraba a Aeri, la situación incómoda se repetía últimamente.

—Lo sabía, te gusta mi tía.

Fue entonces cuando Jungkook dejó caer la taza de agua, y después del estruendo el enorme silencio reinó entre los dos masculinos.

El aura era intensa, tanto que Jungkook tragó duro sintiendo la piel de gallina.

Aire, necesitaba mucho aire porque era increíble que después de semanas por fin alguien dijo en voz alta lo que en su cabeza se negaba a escuchar.

—No te sientas presionado porque sea tu profesora, no es culpa tuya que la tía Aeri sea muy guapa como para pecar con el pensamiento.

"Como para pecar con el pensamiento" era justo lo quería decir, y parece que Jimin lo estaba induciendo a tomar malas decisiones.

Desde luego Kang Aeri es un chica con demasiadas virtudes, que eran difíciles de pasar por alto, pero su corazón lo tenía guardado para alguien más.

—Creo que hay una grandísima equivocación.—Jungkook se atrevió a responder, entonces, Jimin se cruzó de brazos mirándolo con cierta diversión, no muy convencido de que sea el caso.

—Quieres decir que mi tía no es lo suficientemente guapa ante tus ojos.

—Es guapísima pero...no, no, espera.—Jungkook se reprendió mentalmente porque las palabras no dejaban de salir de su boca con tanta facilidad.